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Como señalamos en nuestro artículo en la pasada edición de UNIVERSIDAD, los terroristas y otras alimañas atacan a nuestras Torres Gemelas Institucionales: la CCSS y el ICE.
En el caso del ICE, se actuó con una perfecta planificación para socavar las bases de la otra institución querida de los costarricenses y referente nacional.
La fortaleza de su gran imagen, merecidamente ganada, había que debilitarla poco a poco: el proceso llevó largos treinta años. Empezaron por aceptar que el FMI impidiera invertir en nuevas represas hidroeléctricas, pues consideraba que eso era un gasto!, que atentaba contra los números macroeconómicos que defendían a capa y espada los criollos terroristas neoliberales.
Así, no hubo nuevas inversiones ni ampliaciones significativas; el terreno se marcó idealmente para que durante la Administración Figueres Olsen, se “justificara” la apertura de la producción privada de energía y la compra obligada a precios muy superiores a los que producía el propio ICE, lo que permitió un mayor enriquecimiento de unos pocos paniaguados de los políticos de turno y de los propios gobernantes. Es conocido el caso en que el ICE ha tenido que vaciar sus represas, para comprar energía más cara a los generadores privados, porque así lo exige una ley hecha por los propios interesados en el negocio. De esta manera, las termitas corruptas sentadas en los sillones de la Junta Directiva, impidieron durante 25 años que la Institución mantuviera el ritmo de construcción de nuevas plantas generadoras de energías limpias; había que ahogarla.
Cuando vino la crisis energética de principios del siglo XXI, se le permitió ampliar instalaciones y construir nuevas plantas, algunas de ellas a base de hidrocarburos, que no solo es contaminante sino de producción mucho más cara. Pero esto, que permitía mantener al país con el suministro eléctrico necesario para los hogares, la industria y el comercio, se convirtió en arma de crítica y ataque a la institución, de parte de las termitas terroristas instaladas en las páginas de opinión, columnas, espacios radiofónicos y televisivos de los medios de comunicación interesados en su destrucción, y no porque alguno quisiera seguir alumbrándose con “vela”.
El ataque con el famoso COMBO DEL ICE había fracaso. El proceso de las termitas en este caso, empezó el 21 de agosto de 1996, cuando el Presidente José María Figueres presentó a la Asamblea Legislativa el proyecto conocido como “Combo Energético”, que facilitaría la coproducción de energía con empresarios privados y que favorecía a su familia, la de Óscar Arias y algunos allegados. Posteriormente en mayo de 1988, bajo la administración de Miguel Angel Rodríguez, empezó la discusión de los proyectos faltantes y el cambio en el texto de estos. Ya para 1999 se inventa la norma reglamentaria de la “vía rápida” y los proyectos de apertura de telecomunicaciones y reestructuración del ICE, llegan a votarse. Pero una consulta a la Sala Constitucional se los trajo abajo, al ser declarados inconstitucionales; por otra parte, la gran presión popular manifiesta en marchas multitudinarias que paralizaron el país, llevó al retiro de los proyectos por parte del Presidente Rodríguez, después de una larga sesión de catorce horas de negociación entre todas las partes involucradas, que se realizó en el Tribunal Supremo de Elecciones. El Combo, como se le llamó después, había fumigado a las termitas; pero sus nidos, especialmente la corrupción, habían quedado instaladas.
Fueron los contratos con Alcatel, con la participación de los expresidentes Rodríguez y Figueres los que, sumados al trámite corrupto del TLC con Óscar Arias a la cabeza, provocaron el más fuerte choque a la sólida estructura institucional. Con la “apertura” telefónica y por la acción de las mismas organizaciones gubernamentales creadas con las Leyes de Implementación, se regala a Telefónica Española y a Carlos Slim (el hombre más rico del mundo) y a sus testaferros ticos, ¢38.000 millones al año; por lo que se convierten en verdaderos terroristas en contra de la Institución. Si a esto le sumamos que desde la ARESEP se dispuso bajar un 16% la tarifa de energía eléctrica a cuatro grandes consumidores transnacionales: Intel, Holcim, Cemex y Alunasa, vamos conformando el cuadro de los vendepatria a los que se suman las empresas generadoras privadas, que pretenden se les permita la venta directa de energía a estos y otros grandes consumidores, por ser un mercado fácil y de gran ganancia, pero que constituye un sector fundamental para el equilibrio financiero del ICE.
Así, con estas regalías y mejor dicho subsidios, a las grandes transnacionales y las limitaciones al desarrollo de la CCSS y el ICE que hemos dejado expuestos, los gobiernos de Arias, Calderón, Figueres, Rodríguez, Pacheco, Chinchilla y sus amigos, se han dedicado a dilapidar el enorme capital económico, financiero y social del Estado costarricense, creado con el esfuerzo nacional desde 1940 especialmente. Solo una acción de terrorismo institucionalizado desde el poder, ha podido socavar fuertemente estas dos gigantescas torres de nuestra estructura institucional; pero no las han derribado todavía; podemos salvarlas, si todavía quedan arrestos patrióticos en las organizaciones políticas y sociales de Costa Rica. Pero el tiempo se agota en forma alarmante…y no vemos acción.
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