El nuevo Gerente Financiero de la CCSS, Gustavo Picado Chacón, se perfila como el líder que sacará a esa institución del hoyo en que la metieron los gobiernos de la Unidad y Liberación a partir de la década de 1970, cuando le aumentaron los gastos y le escondieron los aportes estatales.
En el artículo X de la sesión de Junta Directiva de la Caja del 3/5/2012, la Comisión Administrativa Financiera de la CCSS –de la cual Picado es miembro- presentó nuevas estimaciones de las prestaciones legales como “una situación insostenible desde el punto de vista financiero”.
Como resultado, la Junta Directiva echó marcha atrás con los beneficios laborales, posibilitando que el salvador de la ruina de la Caja declarara que en “las anteriores administraciones, hubo una mala interpretación de dictámenes de la Procuraduría y de fallos de la Sala IV sobre el cálculo de la cesantía, luego de la entrada en rigor de la Ley de Protección al Trabajador ”, por lo que “la institución solo pagará a sus empleados un 5,33% por concepto de cesantía” (LN: 16/06/2012) en lugar del 8,33% que venía pagando.
El mismo gladiador, cuando fue Director de Administración y Gestión de Personal en 2009, defendió a capa y espada que se aprobara el “Plan de Rebalanceo Salarial de los Trabajadores no Profesionales de la CCSS, 2009-2016”, como efectivamente ocurrió ese mismo año, lo que vino a ser la gota que derramó el vaso para la quiebra de la CCSS iniciada por el PLUSC desde hace cuatro décadas.
Para que se aprobara el rebalanceo salarial, que en realidad era un desbalanceo, el actual Gerente Financiero argumentó lo siguiente (artículo 5 sesión 8393 del 28/10/2009 http://portal.ccss.sa.cr/portal/page/portal/Portal/jdirectiva): 1- La razonabilidad y proporcionalidad del aumento en la cesantía como “concepto de protección económica en un sentido amplio” y como “seguro de desempleo”. 2- Cuando “se está en la fase de retiro la reducción de los ingresos no es temporal sino que es permanente, en donde las personas, en general, no están en capacidad de asumir trabajos adicionales para fortalecer su ingreso”. 3- “Los ingresos por concepto de pensión y otros adicionales normalmente no superan el 60% del salario devengado y, además, se pierden otros rubros que recibe el trabajador tal es el caso del salario escolar,…”. 4- La “Caja es el único empleador de esas personas y que en el momento en que se paga la cesantía es el único momento en que la persona con más de treinta años la reciben. A diferencia, en la empresa privada las personas pueden trabajar cuatro o cinco años y cambiar y recibir la cesantía, y así con otros patronos”. 5- Utilizó el modelo ultra “elástico” a prueba de balas presentado por el Sr. Luis Guillermo López Vargas –integrante de la Comisión Administrativa Financiera y Actuario Jefe de la CCSS- para quien los costos del rebalanceo eran “de poco peso en términos de los posibles efectos sobre la sostenibilidad financiera del seguro de salud. Esto, por cuanto la carga en el gasto solamente se ve incrementada en 7 y 34 centésimas de punto porcentual, en el 2009 y 2010”. López mostró excedentes en el seguro de salud hasta el año 2025, justificando que la sostenibilidad financiera se “sigue conservando, con o sin propuesta de variación salarial” (Oficios DA-734 y DA-741, de octubre de 2009).
Cualquiera podría creer que el nuevo Gerente sufre de amnesia, pero lo cierto es que está más lúcido que nunca, listo para otra promoción por el exitoso y maquiavélico maquillaje, maniobrado para culpar a los trabajadores de las consecuencias de los desfalcos que Liberación y la Unidad le han hecho a la Caja durante más de 40 años. Es un crimen que estén utilizando estos ardides para deteriorar aún más los servicios de la CCSS, en perjuicio de los asegurados y en favor del negocio privado de la salud.