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Costa Rica y México jugaron un partido de una sola cara en el Estadio Nacional, y el color de esa cara fue verde.
“Si Jorge Luis Pinto logra armar un esquema de ataque que obligue a los ticos a irse encima de los mexicanos desde el pitazo inicial, podríamos hallar los espacios para hacerle daño al muy buen portero de la visita, Jesús Corona”, esto es parte del análisis táctico publicado en el último número de UNIVERSIDAD, antes del juego en que México derrotó a Costa Rica en el Estadio Nacional.
“Pinto no puede dejar a Álvaro Saborío a expensas del Maza Rodríguez, porque en un mano a mano y los dos aislados en busca de lo suyo, va a llevar ventaja el alto y sólido defensor mexicano. Solo hay una forma de romper el cerco que forman Rodríguez y Héctor Moreno […] y es atacando en bloque, con asociaciones de los mediocampistas (tipo Bryan Ruiz, Michael Barrantes, Cristian Bolaños y Óscar Rojas), que tengan como destino no un pase a ‘la guerra’ a Saborío, sino buscarlo para juntarse”, se expuso más abajo.
Lamentablemente, los temores tácticos expuestos en el Semanario se cumplieron. Costa Rica presentó un equipo partido: ocho hombres defendiendo; Cristian Bolaños deambulando sin compañeros en la cintura y treinta o cuarenta metros más arriba; Saborío, huérfano de asociaciones y víctima de Francisco Rodríguez; y Joel Campbell, tirado a la derecha, metido en la jaula de Torres Nilo, a muchos metros de Álvaro. Entonces, la Selección Nacional solo atacó en los primeros cinco minutos y después se replegó, asustada de que los mexicanos le pasaran por encima.
Todo esto no era de extrañar para quienes presumen de conocer las decisiones del técnico colombiano y así se adelantó. “Preocupa mucho que una de las mayores limitaciones de la Selección Nacional, precisamente, es esa falta de jugar conectados y por lo general se cae en el juego del pelotazo largo, en busca de que Saborío, con Moreno y Rodríguez en su nariz, pueda hacer el milagro”.
Dicho y hecho. Álvaro Saborío no tuvo, en 90 minutos, la más mínima opción de gol, no pudo hacer ni un remate a marco; no le llegó nada y nadie jugó a sus costados. Cayó, y no por su responsabilidad, en las tenazas de Rodríguez y Moreno, como se vaticinó.
EL CASO SALCIDO
El primer gol de México lo anotó Carlos Salcido. Varios comentaristas deportivos costarricenses calificaron a este experimentado futbolista como la mejor figura del juego y desde luego que lo fue por la libertad de acción casi completa que tuvo para moverse en la mitad del campo.
¿Qué adelantó UNIVERSIDAD al respecto? “El otro punto táctico necesario es pasarle por encima al volante Salcido, lo cual no es complicado ya que fue trasladado de su puesto habitual de carrilero izquierdo al centro de la defensa, porque los años pesan y la velocidad no es la misma”.
Ahora bien, Bryan Ruiz no jugó y sus funciones tácticas se le encomendaron a Cristian Bolaños. Desde el inicio del partido, Salcido estuvo pegado a Bolaños, pero cuando el mexicano se dio cuenta que el creativo costarricense jugaba sin acompañamiento, liberó la marca y se puso a jugar solo. Salcido se juntó con Javier Aquino y Jesús Zavala; subieron los laterales Severo Meza y Torres Nilo; y México empezó a mover el balón a su antojo, mientras ocho rivales —que jugaban en su patio y con 35 000 almas apoyándolos— simplemente los esperaban atrás.
Quizá ese cerco de piernas, implantado por Pinto, impidió que los mexicanos asediaran el marco de Keylor Navas, tanto que los dos goles fueron consecuencia de tiros de esquina, pero se hizo evidente que jugando así no se podía ganar el partido.
NOS LIQUIDARON
UNIVERSIDAD lo gritó. “Hay que atacarlos […] La Tricolor debe jugar a la ofensiva, pero este no es el sistema que le gusta a Jorge Luis Pinto, por lo cual podría guiar al equipo hacia una la catástrofe. Si Costa Rica se presenta en casa con un sistema prudente-defensivo y espera a ver que hacen los mexicanos, está liquidada.”.
Y se agregó: “Darle en el Estadio Nacional la iniciativa a México resultaría letal, porque los otros ocho jugadores, que usualmente presenta el técnico De la Torre en su formación estelar, son de primerísimo nivel y pasarían por encima al equipo costarricense”.
Dicho y hecho. Jorge Luis Pinto le regaló la iniciativa al rival desde el minuto siete del primer tiempo y este le pasó por encima a la Tricolor. Aunque intentó cuidar la pelota para que no la tuvieran los mexicanos, la desgracia se multiplicó como se esperaba. Pinto renegó de jugar un fútbol abierto y ofensivo, pero estuvo peor la cosa, porque Costa Rica tampoco tuvo capacidad de cuidar la pelota, al no tenerla en su poder. Y sin la bola es imposible ganar un partido.
JUEGO EN MEXICO
La presente edición se cerró días antes del juego entre México y Costa Rica, el pasado martes 11 de setiembre en el Estadio Azteca, de manera que no hay información sobre el resultado del encuentro.
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