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¿Público o privado?

La destitución de la señora Viceministra de Juventud, Karina Bolaños, es un ejemplo más de la doble moral de un gobierno que peligrosamente hace aguas. Doble moral porque dice una cosa pero realiza otra, especialmente cuando de ética y transparencia en la función pública se trata. Los ejemplos sobran: nombramiento de Justo Orozco en la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa previo a la designación de un exconvicto como Presidente de la misma asamblea, caso Liberman y Garnier, trocha fronteriza, puentes Bailey, Comisión de Emergencias, y un largo etcétera.

La destitución de la señora Viceministra de Juventud, Karina Bolaños, es un ejemplo más de la doble moral de un gobierno que peligrosamente hace aguas. Doble moral porque dice una cosa pero realiza otra, especialmente cuando de ética y transparencia en la función pública se trata. Los ejemplos sobran: nombramiento de Justo Orozco en la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa previo a la designación de un exconvicto como Presidente de la misma asamblea, caso Liberman y Garnier, trocha fronteriza, puentes Bailey, Comisión de Emergencias, y un largo etcétera.
Sabemos que muchos de los problemas de corrupción y de tráfico de influencias se arrastran de gobiernos anteriores, sobre todo los del secuestrado Liberación Nacional. Y que continuarán de acuerdo a lo que se vislumbra en el virulento terreno del mercadeo electoral. Sin embargo, en el caso de la señora Bolaños alcanza niveles de desparpajo y cinismo tratándose de una mujer en la Presidencia. Sin ser una funcionaria ejemplar, aunque tampoco mediocre, fue sometida a tres tipos de violencia: la del (ex) amante, la del marido y la del Estado. Además, la condena pública de beatas y puritanos, un auténtico ejemplo de machismo y misoginia. Es la artera noción de que una mujer “decente” y “pública” no puede, ni debe, tener vida sexual, mucho menos mostrar su cuerpo.
Sí, la doble moral llevó a la señora Presidenta a actuar contra otra mujer por el “delito” de mostrar su hermosura en un vídeo que algún inescrupuloso colocó en la red con motivaciones aviesas. Es decir, una situación dentro del ámbito privado que la señora Presidenta, de seguro por cuidar la imagen de su gobierno, confunde con lo público. Algo de envidia femenina debe esconderse detrás de este acto; tal vez algún especialista en psicología pueda explicarlo. Aunque el señor Ministro de Cultura “avaló” inmediatamente la decisión dictada desde Zapote.
Así, la mojigatería aldeana se da la mano con la incompetencia y con la miopía oficial ante sendos escándalos de corrupción. Claro, reitero, se trata de una mujer y además bella. Otro gallo (gallina en este caso) hubiese cantado si de un hombre se tratase; como alguien dijo, no habría llegado siquiera a noticia en los medios comerciales de desinformación. Pero era una mujer y había que cuidar la imagen y la “moral” del gobierno.
Por lo demás, me parece que hay poco olfato publicitario e imaginativo en casa presidencial. En realidad el vídeo es muy inocente, con una actuación tímida por parte de doña Karina a pesar de su buena presencia escénica. No obstante, serviría como afeite a un gobierno liderado por la hija predilecta de la Virgen de los Ángeles. Supongo que el personal preferiría a doña Karina en ropa interior (de verdad, ¡le va muy bien!) que a doña Laura con los atavíos de la virgen. Y eso que en el actual Ministerio de cultura hay gente muy avisada y creativa al respecto.
A doña Karina habría que felicitarla por su liberalidad y sus apasionados cinco minutos de fama llamando al amor en momentos de oscuridad y necrofilia nacional e internacional. Eso se respeta. Y se agradece.

  • Adriano Corrales Arias (Escritor)
  • Opinión
National LiberationViolence
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