Que el movimiento sindical salga ahora opuesto a que terminen de desmantelar al Instituto  Costarricense de Electricidad (ICE) con la “famosa” movilidad laboral –olvida que las otras telefónicas requieren de personal calificado-, o que desmejoren derechos gremiales, ya no es nuevo aquí ni en España. No estoy afirmando que en la casa presidencial esté escondido el espíritu de Mariano Rajoy. No digo eso. Afirmo que la devaluación de Costa Rica como país se asemeja una barbaridad al sufrimiento actual de millones en la “madre patria”.
Algunas de estas coincidencias desastrosas fueron enumeradas en la edición 1956 del semanario UNIVERSIDAD, bajo el título “Gracias, Rajoy, gracias”; pero me quedé corto y  doy, humilde y respetuosamente a usted,  las excusas correspondientes. Ahora resulta que en España la” piñata” surgida al calor del  llamado “boom” inmobiliario produjo la “socialización” de las pérdidas bancarias (recursos tóxicos, dicen que se llama eso) como parte de las más recientes y sesudas medias de Rajoy (sic. TVE del  23/8/2012). Rajoy prometió firmeza y honestidad, es decir llevaría al banquillo de los acusados a los responsables del barajuste español. Nada pasó. En Costa Rica el déficit fiscal encareció las tasas de intereses, según los banqueros, pero había un remedio: “Sí se aprueba el proyecto de  eurobonos”; cerca de 700 mil deudores  se beneficiarían con una baja en la tasa de intereses. Sin embargo, ahora resulta que estos mismos voceros dicen a  los deudores que esperen los supuestos beneficios ¿?.. Allá, “los buenos” ciudadanos eran quienes apoyaban las durísimas medidas de Rajoy; aquí, la “gente buena” fue  la que apoyó a nuestra presidenta el pasado  25 de julio, en ocasión de su  visita a Nicoya. En lo que sí, definitivamente, no coincidimos con la “madre patria” es en cuanto a la considerable subida de la electricidad que pidieron los productores privados españoles, aunque en apego a la verdad, aquí  pareciera cosa de tiempo, pues la  generación privada de electricidad está a la vuelta de casa… Me imagino que es un asunto de tiempo, por cuanto algunas de estas empresas dicen que ayudaron con financiamiento a las  campañas electorales de los partidos políticos.
Sin embargo, de todas  estas coincidencias y diferencias me llama la atención cómo el país está devaluado casi en todos los campos, no digamos solo el político. El periódico La Nación informa el 31 de agosto que una parte considerable de fondos de las pensiones del Poder Judicial pasaron sin mayores garantías a un conocido gremio y ya no pasó nada; cerca de 25 mil millones de colones sacaron del bolsillo de los costarricenses para una trocha y ya todo pasó; invertirán cerca de $6 millones en el arreglo de la platina más cara del mundo y ¡qué chévere se verá el puente sobre el Virilla! La presidenta Chinchilla dice que quienes aceptan la llegada de buques de guerra a puertos ticos son los “buenos”, quienes rechazan a estos son los “malos”, sin que nadie diga que si el narcotráfico lesiona la salud pública, entonces debe verse como problema de sanidad nacional y no como conflicto militar que nos llevará al fracaso (ver: Yepes. E. Manuel, en “Por qué fracasan las tecnoguerras”; en Moncada 1/9/12. Incluso aseguran que un convenio con un organismo financiero internacional lesionaba la autonomía de la UCR, como parte de un supuesto proceso de corrupción que vive el país (Hernández Ana, en UNIVERSIDAD # 1957) y el silencio es absoluto donde, se supone, es cuna de creación de pensamiento y debate.
Supone mi amigo Carlos Morales (“Las Mafias toman el poder”, periódico  El Jornal 2 de agosto de 2012), que ello en gran medida se debe a que la mafía (sic)  pasó al poder. Se han dado cuenta de que la lucha electorera es un negocio muy rentable, y como ya en las distritales pasan a vivir de él, muchas veces no se percatan que sus comportamientos son mafiosos, dice. Soy ignorante en el tema, pero no deja de inquietarme que de ser cierto ello viviríamos a expensas de la “gran farma”, el arte y el pensamiento amordazado, etc. No sería solo el campo político. Reflexiono ello porque, por ejemplo, si una ley como la llamada “mordaza” existiera cuando el semanario UNIVERSIDAD divulgó el memorándum del terror, quién sabe cuántos colegas estarían “encholpados”. Esta  ley surgió luego de ingentes esfuerzos de quienes propusieron declarar “confidenciales” o “secretas” las andanas de algunos funcionarios públicos. Sí, por medio de ley.