Los colores, trazos, texturas y formas son los protagonistas en la galería de la Escuela Municipal de Artes Integradas (EMAI) de Santa Ana, desde la inauguración de su más reciente exposición simultánea de pintura y cerámica escultórica.
Se trata de la exhibición compartida del pintor costarricense Javier Porras y la colombiana Margarita María Uribe, escultora especialista en cerámica.
La inauguración de la muestra se llevó a cabo el pasado sábado 8 de setiembre y las obras estarán expuestas hasta el domingo 30. La galería de la EMAI está ubicada en el primer nivel de la Casa Municipal de la Cultura de Santa Ana (200 m. sur y 100 m. este del costado oeste de la iglesia de Santa Ana). La exposición puede ser visitada de lunes a sábado de 8 a.m. a 8 p.m. y la entrada es gratuita.
Esta muestra es parte de las actividades de extensión de la EMAI, creada en 1998 con el fin de dar opciones laborales y de estudio que faciliten el desarrollo artístico individual y colectivo en igualdad de condiciones.
Javier Porras, expositor y profesor de la institución, aseguró que acorde con sus objetivos, la galería busca servir de apoyo didáctico para estudiantes y profesores, a la vez que brinda un espacio de proyección para los artistas emergentes.
REINTERPRETAR LO INVISIBLE
Dos acrílicos y 29 acuarelas intervenidas con pluma y lápiz conforman la muestra titulada “Micrografías I/realidades”, de Javier Porras.
Según explicó el artista, todas las obras son reinterpretaciones de imágenes minúsculas obtenidas y apreciadas por el artista a través de un microscopio.
El nombre de la muestra, dijo, “remite precisamente a imágenes diminutas y a la reinterpretación de una realidad invisible, una irrealidad”.
El artista aseguró que siempre ha tenido un interés particular por las cosas pequeñas que suelen ser entendidas como insignificantes, como los insectos y objetos pequeños, que han sido tema en sus trabajos anteriores.
De esta forma, se interesó por las cosas que no se pueden ver a simple vista y que son, por tanto, ignoradas.
“Es como dijo Santo Tomás: ‘hasta no ver, no creer’. La exposición metafóricamente está ligada a eso, a las cosas en las que la gente no cree o no se percata de que existen porque no las ve. Pero ahí están y yo las pinto”, afirmó Porras.
El pintor, quien también se desempeña como profesor y coordinador del departamento de Artes Plásticas en la EMAI, informó que esta exhibición es de suma importancia para él, pues hace varios años no exhibe su trabajo.
Porras es egresado de Licenciatura en Artes Plásticas con Énfasis en Pintura de la  Universidad de Costa Rica. Tras la obtención del título, dedicó sus esfuerzos a la enseñanza y hasta trabajó como director del centro educativo. Sin embargo, recientemente, afirmó que ha empezado a buscar opciones para mostrar y vender sus obras.
Por eso, aunque sostuvo que uno de sus intereses con esta muestra es que sirva como herramienta didáctica para sus estudiantes y para el público en general, también espera que le sirva para medir el nivel de aceptación de su trabajo y las reacciones que sus trazos generan.
Se considera a sí mismo un artista emergente, ya que solamente ha realizado cinco muestras individuales, una en el Museo de San Ramón y las demás en la Galería de la EMAI.
Además, ha sido parte de once exposiciones colectivas, entre las que se destacan Valoarte 2010 y la II Bienal organizada por Grupo ICE en la Galería Nacional, en el mismo año.
RESCATAR UNA TÉCNICA MILENARIA
La colombiana Margarita María Uribe es reconocida por el uso de la técnica de rollos o de  “cáscara de huevo”. Esta técnica proviene de los aborígenes latinoamericanos y en ella se usan anillos de arcilla que se van uniendo para formar la escultura.
De esa manera, dijo Uribe, las piezas son macizas pero muy delgadas y huecas por dentro, lo que hace de esta una técnica muy difícil y aumenta el valor simbólico de la obra.
En esta ocasión, mostrará diez piezas que abordan la temática del misticismo, la meditación y otros temas “espirituales”. Uribe explicó que todas las obras, a excepción de una que es abstracta, proyectan figuras humanas que hacen referencia, con elementos o con posturas, a estos temas.
Uribe es egresada del Instituto de Bellas Artes de Medellín, Colombia. Relató que vivió en París unos años estudiando la lengua y también pasó por las aulas de institutos de arte en la ciudad europea, pero decidió no culminar allí sus estudios, pues debía repetir toda la carrera.
Entonces, abrió un taller en París y empezó a impartir lecciones, más tarde volvió a Colombia y desde su propio espacio siguió trabajando. En 1990, por razones familiares, llego a Costa Rica y se enamoro del país. Desde entonces reside en Costa Rica y Colombia, de manera alternada; expone, realiza restauraciones e imparte lecciones en sus talleres ubicados en ambos países.
Uribe aseguró que una de sus mayores expectativas con esta exposición es darse a conocer de nuevo, pues la última exhibición que hizo en el país (hace veinte años, en la Galería Rodó) fue “todo un éxito”.
La escultora explicó que “en este momento la exhibición es más cultural que comercial, está en una escuela, que es un proyecto hermoso y apasionante, pero allí es menos probable que pueda vender las obras, así que espero poder exponer más”.
Comentó que a partir del 28 de este mismo mes tendrá una exhibición en su país natal, por lo que estará fuera de Costa Rica, pero que cuando regrese se encargará de conseguir más espacios donde exponer su trabajo.
“Además, deseo que sirva para contagiar el interés en esta técnica”, dijo Uribe, “una de mis pasiones es enseñar a cuanta gente pueda y quiera aprender esta técnica, que es milenaria y que es nuestra, no se la importamos a nadie, que nos pertenece”.
Sobre las reacciones que hasta ahora ha generado su trabajo, la ceramista comentó que le ha complacido ver cuanto interés ha generado su obra.
“La noche de la inauguración me preguntaron tantas cosas y me hicieron tantos comentarios lindos que eso me gustó más que si hubiera vendido la exposición entera esa noche”, finalizó.
Uribe ha participado en más de 35 exposiciones en Costa Rica, Colombia y Francia, al menos 12 de ellas individuales. Fue profesora en la Alianza Cultural Colombo-Francesa en Medellín y actualmente imparte clases de cerámica escultórica en sus talleres.