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La tierra prometida es una maldición

Masas desposeídas que crían perros para comer, que viven al margen de la riqueza desmesurada acumulada tras las murallas de zonas militarizadas y que deambulan en un mundo tan contaminado que mares, firmamento y la misma Luna no son más que relatos de leyenda para ellas.

Masas desposeídas que crían perros para comer, que viven al margen de la riqueza desmesurada acumulada tras las murallas de zonas militarizadas y que deambulan en un mundo tan contaminado que mares, firmamento y la misma Luna no son más que relatos de leyenda para ellas.
Esa es la realidad que anuncia “Fragmentos de la Tierra Prometida” —el nuevo libro de Fernando Contreras—, por medio de textos definidos como microrrelatos que son “semillas”, según explica el propio escritor al inicio del texto.
“Lo primero fue la forma del libro. Los microrrelatos son al mismo tiempo independientes y forman un mundo novelesco sin llegar a ser una novela; es como exprimir una novela y que queden los pilares de ese mundo novelesco, de manera que al lector le queda la labor de configurar ese mundo”, detalló.
Además, Contreras apuntó que los títulos de cada microrrelato forman un contrapunto, que hace referencia a un mundo paralelo relacionado con lo que llamó “la gran literatura y la gran música; me nutro de ello y es el telón de fondo y la banda sonora de nuestro mundo”. Por esa vía el libro, está plagado de referencias a trabajos de Julio Cortázar, Theodor Adorno, Pink Floyd, Ray Bradbury, John Lennon o George Orwell.
El escritor subrayó el hecho de que el contenido de los textos tiene que ver con la realidad política y social actual, y con “la gran preocupación de hacia dónde nos llevan las políticas neoliberales y de libre comercio”, por las cuales “hemos renunciado al principio de solidaridad que nos ha salvado y constituido históricamente en favor de un discurso de competencia extrema, que nos lleva a un desastre constatable no solo en las condiciones climáticas de desgaste ambiental, sino en la descomposición social”.
Para Contreras, el texto no es tan futurista y destacó que durante el proceso de finalización y edición del libro, algunos elementos han llegado a cumplirse, como el caso de la ciudad privada en Honduras, la cual tiene independencia del Estado. A principios de mes, el gobierno de Porfirio Lobo dio luz verde a un proyecto de comunidad cerrada que contará con sus propias leyes, sistema tributario, política de inmigración y policía.
UN ACTO POLÍTICO
“La ciudad privada en Honduras es solo un modelo; si esa es la tendencia, ¿cuál es el afuera?, ¿qué quedará del mundo? Este libro se enfoca precisamente desde los que quedaron afuera”, expresó.
Así, el autor de textos como “Los peor” o “El tibio recinto de la oscuridad”, dijo quedar con la inquietud de escribir una segunda parte, que se enfoque en la realidad desde adentro de esas zonas protegidas y militarizadas.
En ese sentido, aprovechó la oportunidad para lamentar que la Universidad Nacional (UNA) está cercando todo su campus y la UCR prácticamente lo ha hecho. “¿De qué estamos hablando cuando los espacios públicos se convierten en zonas vigiladas? ¿Cuántas veces es uno fotografiado o filmado cotidianamente? Estas ciudades se presentan como utópicas, pero yo no quiero vivir en un mundo aséptico hipervigilado”, reclamó.
A su parecer, el ser humano se adaptará  a todo, “excepto a lo absurdo y en tanto podamos inventarle un sentido a la vida, probablemente seguiremos luchando”. A eso apuntan los escasos fragmentos que tienen un halo de esperanza, puntualizó.
Sin embargo, aclaró que no se trata de un texto esperanzador. “En el mundo hay gente que vive para comer desperdicios y uno se pregunta cómo no pierden el sentido de la vida. Cuando el mundo pierde enteramente el sentido, la gente no aguanta. Hay personas a quienes les matan a toda la familia y siguen viviendo; no sé dónde está el núcleo duro del sentido para seguir haciéndolo, y no soy optimista ante estas cosas”.
Contreras añadió que con “Fragmentos de la Tierra Prometida” pretende también acercarse a lectores jóvenes. “Mi prioridad es dirigirme y tener relación con la juventud del país, la que enfrentará el desastre que hemos construido en los últimos 30 años; llegarles es un cometido político”.
Por ello aseguró que el libro es un espacio de convocatoria para el intercambio de ideas y la presentación, por lo tanto, también es “un acto político que busca el debate”.
El miércoles 12 se realizó una presentación en el miniauditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, y el 26 de setiembre a las 7 p.m. se realizará otra en el auditorio de la Facultad de Letras de la UNA. La próxima será en la sede de la UCR en Puntarenas, en fecha aún por definir.

  • Vinicio Chacón 
  • Cultura
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