Henrique Capriles, durante uno de sus últimos actos de campaña. (Hayuncamino.com)
A pocos días para que se realicen las elecciones presidenciales en Venezuela, todo parece apuntar a que el actual presidente Hugo Chávez logrará este 7 de octubre un triunfo que le otorgará su cuarto mandato consecutivo al frente del Poder Ejecutivo de ese país.
Ello a pesar de que, en las últimas semanas, algunas encuestas revelaron una reducción en la distancia entre el opositor Henrique Capriles y Chávez, y de que en sus actos de campaña, el candidato de la oposición ha logrado convocar a un creciente número de seguidores.
A lo largo de la campaña, las diferentes encuestas arrojaron resultados contradictorios. Mientras algunas encontraron una ventaja a favor de Chávez de hasta un 19 %, otras encuestadoras más bien presentan a Capriles arriba por poco más del 3 %.
De acuerdo con las últimas encuestas de campaña —publicadas el domingo 30 de setiembre— la mayoría de los estudios coincide en que Chávez triunfará con un margen favorable de entre 2 % y casi 20 %, mientras otros dan un empate técnico o vaticinan un triunfo de Capriles con 0,8 % a 5 % de diferencia.
Según un informe de la agencia EFE difundido por varios medios, las encuestas de las empresas Hinterlaces, IVAD, Datanálisis, Consultores 30.11, ICS y GIS XXI muestran un triunfo oficialista, mientras que Consultores 21, Predicmática y Datos Interdata más bien dan el triunfo a la oposición, y Varianzas prevé un empate técnico.
Mientras Capriles fundamentó su campaña en un intenso trabajo de recorrido del país y visitas a comunidades, Chávez recurrió más a los medios de comunicación desde que en julio —cuando inició la campaña—, su primer reto fue disipar las dudas y rumores sobre su estado de salud tras superar un cáncer.
Otro elemento llamativo de la campaña fue la ausencia de un debate cara a cara entre ambos, el cual fue solicitado por la oposición y negado por el presidente.
En declaraciones a la misma agencia de noticias, el director de la empresa encuestadora ICS Juan Scorza expresó que “hay una tendencia sólida, una brecha muy amplia, y eso dice que Chávez va a ser reelegido. Capriles es un excelente candidato, muy bueno, pero se enfrenta a uno mejor”.
Hasta el 7 de octubre se determinará si el proceso de propaganda polarizó a los 19 millones de electores que decidirán entre meter el acelerador de la llamada revolución bolivariana de corte socialista de Chávez y la reconciliación con el sector privado, la promesa de combinar la economía de mercado con un fuerte enfoque social que ha planteado en campaña Capriles.
Irónicamente, el candidato opositor ha dicho ser “inspirado” por el expresidente brasileño Luis Inácio Lula Da Silva, quien manifestó su apoyo a Chávez
GALLOS DE PELEA
Henrique Capriles Radonski, abogado de 40 años de edad, llega a las elecciones como dirigente del partido Primero Justicia —considerado de centro— y es candidato de la llamada Mesa de Unidad Nacional, que agrupa a alrededor de 30 partidos políticos de diversas tendencias.
Es familiar de los dueños de un poderoso grupo empresarial mediático denominado Grupo Capriles, que incluye periódicos, revistas, radios y portales de Internet. Su padre amasó una fortuna al representar en su país de la marca Kraft y otras iniciativas empresariales en el ramo de la alimentación. Su familia materna es dueña de Cinex, la cadena de cines más grande del país.
De acuerdo con información del Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona, Capriles emergió de las filas del Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), un partido de orientación socialcristiana y uno de los partidos históricos principales de Venezuela.
En 1998 se postuló como legislador de ese partido por el estado de Zulia. A pesar de que su partido recibió una aplastante derrota en esos comicios, esa circunscripción era un núcleo duro de los socialcristianos y Capriles logró elegirse. Un año después llegó a ser vicepresidente del Congreso y en el 2000 fundó Primero Justicia. Ese año logró un 62,7 % de los votos para convertirse en alcalde de Baruta, una comunidad integrada al Distrito Metropolitano de Caracas.
Cuando se dio el golpe de Estado en abril del 2002, Capriles participó en un incidente de asedio a la embajada de Cuba. Opositores al gobierno de Chávez sitiaron la delegación, pues se dijo que allí se refugiaban el vicepresidente Diosdado Cabello Rondón y otros dirigentes del Gobierno.
Capriles se presentó en la Embajada y entabló un diálogo con el embajador; no obstante, algunas versiones apuntan a que el entonces alcalde exigió inspeccionar la Embajada para asegurarle a la turba que nadie se escondía allí, lo cual provocó el disgusto del funcionario cubano.
Por esos hechos, en marzo del 2004, se dictó una orden de captura en su contra y Capriles se escondió durante dos meses, en mayo reapareció, fue detenido y trasladado a la sede de la entonces Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP). En octubre de ese año, se dictó un sobreseimiento de la causa justo a tiempo para que disputara la reelección de la alcaldía, que logró con un contundente 78,8 % sobre el candidato chavista.
En el 2008 Capriles logró elegirse gobernador del estado de Miranda como uno de los candidatos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la cual en las elecciones legislativas de setiembre del 2010 arrebató al bloque del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Partido Comunista de Venezuela (PCV) la mayoría calificada de dos tercios de los diputados 5,3 millones de votos, un 47,2 %.
Los pilares de la campaña de Capriles han sido la inseguridad ciudadana, la alta inflación y generar más empleo.
Chávez, por su parte, ostenta el poder desde 1999, año en el que logró la aprobación mediante referendo de una nueva Constitución para su país. En el 2000, fue ratificado en el poder con el 59 % de los votos.
En el 2001 inició su segunda mandato y al año siguiente se dio un intento de golpe de Estado en su contra. En el 2003, los opositores a su gobierno lograron convocar un referendo revocatorio de su mandato, el cual Chávez ganó. En diciembre del 2006, triunfó en las elecciones que le dieron el mandato hasta el año 2013 —con más del 62 % de los votos—. Poco después anunció la creación de un “partido único” —el PSUV— e inició una fuerte campaña de nacionalizaciones, que alcanzó entre otros al sector cementero.
Exactamente un año después, perdió un referendo que pretendía establecer la reelección indefinida en lo que calificó un “triunfo de mierda” de la oposición, según lo consignó la agencia Reuters. Sin embargo, por esa misma vía logró la aprobación de la iniciativa en el 2009, lo cual lo posibilitó para postularse de nuevo para las elecciones de este 7 de octubre. De ganarlas, Chávez concretaría 20 años en el poder.
Según reportes de la DPA, la última semana de campaña significó para Capriles un vertiginoso recorrido de diversas comunidades de cara a su acto de cierre, realizado el pasado domingo 30 de setiembre en Caracas.
Durante un acto de cierre de campaña en la región de Aragua, el candidato opositor aseveró que “lo que el Gobierno no hizo en catorce años, no lo va a hacer en los próximos seis”.
Según una nota de su sitio oficial fechada el 26 de setiembre, en un acto en la ciudad de Valencia, estado de Carabobo, Capriles llamó a Chávez un “pitcher de brazo cansado”.
Hugo Chávez, en la localidad de Falcón. (chavez.org.ve)
Por otro lado, Chávez en una visita a la región occidental de Falcón —que sufrió un incendio petrolero de la localidad de Amuay— alertó a sus partidarios en el sentido de que “no podemos cantar victoria, tenemos que redoblar el paso, las patrullas (grupos electorales), la táctica, la logística, que no se quede ni un voto popular sin ir a las urnas el 7 de octubre, para lograr la victoria perfecta. El 7 de octubre gana Chávez”.
Al mismo tiempo insistió en sus ataques a Capriles, a quien fustigó por su intención de que se realizara un debate entre ambos: “¿Quién va a debatir contigo muchacho? Eres un analfabeta político, un candidato de plástico, hecho en el marketing. Esa petición es una táctica de quien está en desventaja, es un signo de desespero y de ignorancia. Águila no caza mosca”.