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A un mes de las elecciones federativas estudiantiles es más notorio con banderas lo que vemos cuando toman decisiones en el Consejo Superior Estudiantil o en otras uniones estudiantiles oficiales: están divididos en demasiadas opiniones y solo unos o unas pocas tienen participación, voz y voto sobre lo concerniente a todos y todas.
Durante cuatro años me he dedicado a conversar con estudiantes de grupos culturales, deportivos, políticos y académicos de la Universidad de Costa Rica; con aquellos que su meta es dedicarse al estudio, con otra población que estudia y trabaja, otra sin tiempo, otra con muchas responsabilidades y una última que quiere trabajar en el Movimiento Estudiantil.
Las cuatro muy válidas, las cuatro con necesidades similares, las cuatro queriendo ser representadas, tener un espacio, sentirse respetadas y sobre todo ser informadas. Es aún más llamativo que a pesar de tener los mismos reclamos, llevamos más de ocho años sin ponernos de acuerdo.
En los últimos años se ha enaltecido la capacidad del pluralismo; para estas elecciones en octubre se avista aún más marcado, no precisamente lo más adecuado, ya que para el 2013 será la misma división al decidir algo, los vicios y diferencias se mantendrán, la competencia entre los órganos estudiantiles será tan ineficiente.
Se reproducirán las diferencias de los debates, como si sostener una posición ideológica fuese más importante que las necesidades de las y los estudiantes, como si pensar igual fuese prohibido porque las banderas son distintas o votar a favor de la contra me vuelva “saboteador o saboteadora”, como si gritarnos de esquina a esquina resolviera algo.
Por mi parte sí votaré, ya que este año pretendo no dejar que mi voz no sea representada, como estudiante pondré mi huella pero para poder decir luego “pónganse de acuerdo, esto se trata de 38 mil estudiantes no de los pocos reunidos”, para no tener que ver al Movimiento Estudiantil en pedacitos ya sea porque se sienten detrás del río, cruzando la calle o a miles de kilómetros de donde se deciden la posición del estudiantado en San Pedro.
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