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Los Yanquis de Nueva York estaban contra las cuerdas al cierre de edición. En la lucha por el título de campeón de la Liga Americana, los Tigres de Detroit le ganaron los dos primeros juegos en el Yankee Stadium, 6-4 el primero y blanqueada de 3-0 el segundo el pasado fin de semana, y la serie continuó el martes 16 en Detroit, donde los Bombarderos del Bronx, que tienen la mecha apagada, se las verían con el mejor lanzador hoy de la Gran Carpa, el derecho Justin Verlander de los felinos, ganador la temporada anterior del premio Cy Young y del JMV al jugador más valioso de la campaña.
La serie es a siete juegos y el que gane cuatro pasa a la Serie Mundial, de ahí lo complicado para los Mulos de Manhattan, que para mayores males perdieron por una fractura en el tobillo izquierdo, a su jugador ícono, ídolo y capitán Derek Jeter en el primer juego ante los Tigres.
Los discípulos de Joe Girardi están con los bates apagados y sus principales cañoneros se juntaron en el peor momento para olvidarse de bombardear: Alex Rodríguez, Robinson Canó, Curtis Granderson y Nick Swisher bateaban promedio inferior a 200 antes del juego del martes y desde luego que un equipo que basa su poderío en la caja de bateo no puede caminar bien con esta sequía de imparables.
Los Tigres tampoco han necesitado de los cañones de su binomio infernal que forman Miguel Cabrera y Prince Fielder y se bastaron para vencer a los Yanquis por partida doble en el excelente pitcheo de Doug Fister y Drew Smyly en el primer juego y del venezolano Aníbal Sánchez en el segundo.
El primer juego fue dramático porque los Tigres lo ganaban 4-0 a la altura del noveno episodio. En el cierre, llegó a lanzar su taponero estrella, José Valverde, con 45 rescates en la campaña regular, pero un par de cuadrangulares de Ichiro Suzuki y de Raúl Ibañez con un hombre en base provocó el delirio en el Bronx y los Yanquis empataron a cuatro carreras.
Fue en la décimo segunda entrada que los Tigres combinaron una base por bolas y tres imparables para hacer las dos carreras del triunfo.
El domingo anterior también se inició la serie por el título de la Liga Nacional y en el primer partido, sin mayores sobresaltos, el campeón mundial Cardenales de San Luis doblegó a los Gigantes de San Francisco 6 carreras por 4. El segundo juego en San Francisco era el pasado lunes.
DEPORTE REY
El béisbol es un deporte apasionante. Hay que saberlo y entenderlo. Mucho público lo siente lento, pero la estrategia es básica y primordial.
Los diez equipos que se clasificaron a la post-temporada, cinco en cada Liga, han ofrecido partidos dramáticos, memorables, intensos, realmente de comerse las uñas.
En la Liga Americana, se clasificaron los Yankees en la División Este; los Tigres en la Central y Los Atléticos de Oakland en el Oeste. Como comodines los Orioles de Baltimore y los Vigilantes de Texas.
En la Liga Nacional, se clasificaron los Nacionales de Washington en el Este; los Rojos de Cincinnati en la Central y Los Gigantes en el Oeste. Como comodines los Bravos de Atlanta y los Cardenales de San Luis.
Los comodines de cada Liga se jugaron un partido a vida o muerte para sobrevivir o despedirse de la temporada.
En la Liga Americana, los Orioles le ganaron a los Vigilantes 5 carreras por 1 y en la Liga Nacional, los Cardenales derrotaron a los Bravos 6 carreras por 3.
Se formaron entonces las series a cinco juegos entre los monarcas de cada División y el comodín vencedor, quedando los equiparamientos así.
Liga Americana: Yanquis contra. Orioles, y Tigres, Atléticos. Liga Nacional: Nacionales contra. Cardenales, y Rojos, Gigantes.
En cada serie se presentaron partidos electrizantes no aptos para enfermos del corazón. Por ejemplo la serie entre Orioles y Yanquis se fue a cinco partidos; Nueva York ganó el primero 7-2, perdió el segundo 2-3 y el tercero los Mulos lo ganaron 3-2 con un jonrón de Raúl Ibáñez en el décimo segundo episodio. Baltimore no se rindió y ganó el cuarto juego 2-1 en el décimo tercer episodio con un par de dobles. Finalmente, los Bombarderos ganaron el quinto juego sin apuros 3-1.
La serie entre los Tigres y Atléticos igual fue muy emocionante, porque Detroit se la acomodó 2 juegos por 0 con victorias 3-1 y 5-4. Sin embargo, Oakland los blanqueó 2-0 y acortó distancias.
El cuarto juego parecía decidido en favor de los felinos que lo ganaban 3-1 y ya la serie estaba definida, pero en el cierre de la novena entrada, los Atléticos ametrallaron a José Valverde —que días después fracasaría también ante los Yanquis— y le hicieron tres carreras para ganar 4-3 y empatar espectacularmente la serie (2-2). Con dos outs en la pizarra, Coco Crisp metió el imparable que le dio el triunfo a Oakland.
Detroit ganó el quinto juego 6-0 y se clasificó para medirse con los Yanquis. Ya dijimos que ganan esta serie 2 por 0 hasta el pasado domingo.
LOS INCREÍBLES CARDENALES
En el juego número seis de la Serie Mundial del año pasado, los Vigilantes de Texas, campeones de la Liga Americana, estuvieron a solo un strike de convertirse en campeones mundiales por dos ocasiones seguidas. ¡Un strike y eran campeones mundiales! Y no lo consiguieron.
Los Cardenales le dieron vuelta al resultado, ganaron el sexto juego y luego agarraron desmotivados a los texanos y le ganaron el sétimo, 6 carreras por dos para coronarse campeones mundiales. ¡Cómo es que estos Pájaros Rojos no se rinden!
Repasemos la serie con los Nacionales. Ganan los capitalinos el primer juego 3-2; vencen los Cardenales el segundo 12-4 y empatan la serie; aplastan a los Nacionales en el tercero 8-0 y se ponen arriba 2-1.
En el cuarto juego, San Luis traga ácido del que acostumbra lanzar. Con el juego 1-1 y cerrando la novena, Jason Werth la saca del parque y Washington gana 2-1 y empata la serie.
El quinto juego es para los Pájaros Rojos 9-7 y van ante los Gigantes, que dramáticamente se quitaron una desventaja de dos juegos frente a los Rojos y los derrotaron tres veces seguidas en Cincinnati. Ese quinto juego entre Nacionales y Cardenales fue de infarto.
Washigton vencía 7-5 a San Luis en la novena entrada, pero los Cardenales casi que repiten su hazaña de la última Serie Mundial y con dos outs en la pizarra, anotan cuatro carreras y dejan tendidos a los capitalinos en su estadio ante 47 000 espectadores. ¡Cómo no va a ser esto un deporte rey!
Agregue que los Rojos ya tenían cocinados a los Gigantes en el tercer partido, pero un error de su tercera base Scott Rolen, Guante de Oro en cuatro ocasiones, le dio vida a San Francisco, que luego le pasó por encima a la nueva Máquina Roja.
Ha sido una post-temporada de película. ¿Estaremos en puertas de una Serie Mundial entre Tigres y Cardenales? ¿Resucitarán los Yanquis? ¿Les pagarán los Gigantes a los Cardenales con la misma moneda que a los Rojos?
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