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Tono sesgado de prensa no impidió segunda reelección de Chávez

¿Quién es Ángel Sastre? El enviado especial del diario español La Razón a Venezuela. En un artículo, titulado “Chávez, ¿hasta cuándo?” estima que el presidente venezolano, en vez de “resolver los problemas de violencia e inflación que azotan Venezuela”, se propone “incrementar significativamente el control del Estado sobre la actividad económica, política y social”. Su diagnóstico es que el país se asoma, peligrosamente, al abismo.

¿Quién es Ángel Sastre? El enviado especial del diario español La Razón a Venezuela. En un artículo, titulado “Chávez, ¿hasta cuándo?” estima que el presidente venezolano, en vez de “resolver los problemas de violencia e inflación que azotan Venezuela”, se propone “incrementar significativamente el control del Estado sobre la actividad económica, política y social”. Su diagnóstico es que el país se asoma, peligrosamente, al abismo.
No obstante, no es el único diario español cuya cobertura de las elecciones venezolanas adquiere ese tono sesgado. El día mismo de las elecciones, otros títulos dejaron ver hasta dónde se pretendía llegar con las especulaciones que, para algunos, era parte de un plan bien orquestado para adelantar los intereses de la oposición en Venezuela.
El periódico El Mundo titulaba “Sombra de fraude sobre el 7-O”, haciendo referencia al 7 de octubre, día de las elecciones. Construido sobre especulaciones sobre diversos mecanismos de fraude e intimidación, el artículo terminaba con la siguiente afirmación: “Para saber si finalmente se respetará la voluntad popular expresada en las urnas, habrá que esperar a la noche electoral y al día después de unos comicios que pueden cambiar el rumbo de Venezuela”.
Al día siguiente, el también conservador diario ABC publicaba que “El primer sondeo a pie de urna da la victoria a Enrique Capriles”, el candidato opositor. Pese a la prohibición expresa de la ley electoral venezolana de publicar sondeos, decía el periódico español, “al parecer, el líder opositor obtendría un 51,3 % de los votos, mientras que el candidato oficialista conseguiría el 48,06 % de las papeletas”. Poco después quedó en evidencia que eso era pura ficción.
El manejo informativo incluía, entre otras cosas, el desplazamiento hacia Venezuela de algunos de los periodistas más importantes de cadenas como CNN en español, capaces de dar resonancia a cualquier información, por si hiciera falta.
Lo cierto es que, de acuerdo con el Consejo Nacional Electoral, con el 94,19 % de los votos escrutados, Chávez logró 7.860.982 (54,84 %), mientras Capriles, con 6.386.155, alcanzaba 44,55 %. Una diferencia de casi 1,5 millones de votos y de más de 10 %.
Alegar que se produjo un fraude en la elección es imposible debido a las  cifras anteriores —inesperadas para la oposición—, a la alta participación, superior al 80 % de los electores inscritos; y a la limpieza del proceso electoral.
EXPLICACIONES
Ante esta realidad, dirigentes políticos, académicos y los medios de comunicación buscaron explicaciones para los resultados electorales en Venezuela.
El periodista y académico chileno Wilson Tapia destacó que Chávez es un “fenómeno político”, una anomalía provocada por los viejos partidos venezolanos. “El reparto del poder entre Acción Democrática (Social Democracia) y COPEI (Democracia Cristiana) terminó por desacreditar a la clase política tradicional por su inoperancia y corrupción”, recordó Tapia.
En 1998, agregó, “Venezuela se debatía entre ingresos multimillonarios provenientes del petróleo que llegaban a unos pocos”, mientras casi 44 % de la población vivía en la pobreza. Un porcentaje ha bajado a 20,7 %, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“En 1998, el agua potable solo cubría al 80 % de los hogares venezolanos. Hoy, tal cobertura supera el 97 %. El alcantarillado también ha experimentado un incremento considerable. De alcanzar solo el 62 % de hogares en 1998, las cifras de 2011 lo ubican en el 90 %”.
Para la oposición, el abuso de los recursos del Estado es parte de las explicaciones del triunfo de Chávez. Sin embargo, el sociólogo español Juan Carlos Monedero, quien vivió en Venezuela y asesoró el Gobierno de Chávez, destacó otros aspectos, que más bien explican el fortalecimiento de la oposición, pese a su derrota.
Entre otras cosas, Monedero citó la cantidad de dinero para la campaña de Capriles, el hecho de que el 80 % de los medios de prensa sean de la oposición, el que la unidad de la oposición genera una sensación de alternancia en el poder que es mucho más atractiva para los electores, y los errores en los últimos años del Gobierno, “vinculados a los problemas estructurales de Venezuela”.
El economista costarricense de origen uruguayo, Claudio Ansorena, quien recientemente estuvo en Venezuela, recordó que, con la renta petrolera, el Gobierno financió “las distintas ‘misiones bolivarianas’, como Barrio Adentro (salud), Mercal (protección alimenticia), Robinson y Rivas (educación), Habitat (acceso a tierra y reordenamiento urbano), Agrovenezuela, Vivienda, Saber y Trabajo (empleo) y muchas otras que han calado en los sectores populares”.
La misión Barrio Adentro, por ejemplo, señaló Ansorena, “implicó la instalación en los barrios más humildes del país de 6 700 consultorios, 550 centros de diagnóstico, 578 salas de rehabilitación y 33 centros de alta tecnología. Entre 1999 y el 2011, la esperanza de vida se incrementó en 2 años, la mortalidad infantil de los menores de 5 años se redujo del 21 al 16 por mil y la desnutrición bajó del 5,3 al 2,9 %”.
DESAFÍOS
Si bien los cambios políticos y sociales explican probablemente gran parte del éxito de Chávez, la economía le presenta diversos desafíos. El petróleo es el responsable de más del 90 % del flujo de divisas extranjeras al país y cerca del 50 % de los ingresos estatales provienen de la industria del petróleo, la mayoría de la estatal PDVSA. Esto pone los planes del Gobierno en una posición vulnerable frente a fluctuación del precio del petróleo. Por otra parte, una inflación alta, que roza 20 % al año, tampoco ayuda.
La consultora Consensus Economics estimó que «una inflación sofocante y un gasto público creciente, unido a un control de cambios, han creado un creciente déficit fiscal». «Las autoridades dependen cada vez más de la deuda externa” para financiar sus programas, en gran parte de préstamos de China, que se estiman en 42 500 millones de dólares.
Agencia de calificación como Fitch estiman que «Sigue existiendo una considerable incertidumbre sobre la capacidad del Gobierno para contener el déficit fiscal y mantener al mismo tiempo el crecimiento económico y la lucha contra la inflación».
Sin embargo, preocupan más las consecuencias del triunfo de Chávez y el anuncio de la profundización del socialismo. “El mercado estaba esperando un resultado cerrado. Como los escrutinios se alejan de esto, esperamos una presión a la baja del precio de los bonos de deuda venezolanos y si el Presidente decide profundizar su socialismo del Siglo XXI, esperaríamos una rápida erosión de la capacidad de crédito en el mediano plazo”, dijo la firma Nomura en Nueva York.
NUEVAS ELECCIONES
Pero el triunfo de Chávez presenta no solo desafíos económicos, sino también políticos.
Franck Gaudichaud, coordinador del libro “El Volcán Latinoamericano”, destacó en una entrevista a TeleSur que “la Revolución Bolivariana está sirviendo de ejemplo a los grupos de izquierda de Europa que buscan un cambio por la crisis mundial”.
Ni Washington ni la Unión Europea ven con buenos ojos la política del Gobierno venezolano, empero su margen de maniobra contra el Gobierno de Chávez no es el mismo frente a un claro triunfo electoral, que si hubiesen podido lanzar dudas sobre esos resultados.
La oposición tendrá, por su parte, que mostrar si es capaz de mantenerse unida. Según La Vanguardia, diario de Barcelona, “la fórmula de la Mesa de Unidad Democrática que lideró Capriles es un conglomerado de grupos y grupitos con intereses, en ocasiones, contrapuestos, lo que puede comprometer su liderazgo tras la derrota electoral”.
El próximo pulso electoral será el 16 de diciembre, cuando se celebran elecciones regionales. Para la oposición, el desafío es enorme, dicen los medios, ya que Capriles solo ganó en 2 de los 23 estados del país, pese a que gobiernan en siete desde el 2008.
Por otro lado, Chávez tratará de recuperar las estratégicas gobernaciones de Miranda y Zulia, en manos de la oposición. En ambas triunfó en las elecciones del 7 de octubre. La apuesta más significativa está en Miranda, donde el hasta ahora vicepresidente Elías Jaua intentará sacar del gobierno del estado al propio Enrique Capriles, que aspira a la reelección.

  • Gilberto Lopes 
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