Abrir Noticia Guardar

Una amenaza real: atropello de animales silvestres

¿A quién le gusta ver animales atropellados sobre el asfalto? Casi siempre que vemos un animal con sus órganos expuestos cerramos los ojos o tratamos de esquivarlo para no aplastarlo más. Pero, ¿para qué si ya está muerto? A algunos les da pena, a otros les da asco y hay personas a las que ni les importa.

¿A quién le gusta ver animales atropellados sobre el asfalto? Casi siempre que vemos un animal con sus órganos expuestos cerramos los ojos o tratamos de esquivarlo para no aplastarlo más. Pero, ¿para qué si ya está muerto? A algunos les da pena, a otros les da asco y hay personas a las que ni les importa.
Hace un par de años colaboré en un monitoreo de animales silvestres atropellados
en la Carretera Interamericana Norte, el sector que divide el Área de Conservación Guanacaste, en dos áreas enormes de bosque. Fue ahí donde surgió la curiosidad de saber cuáles eran las especies atropelladas con más frecuencia, si esto tenía un efecto sobre las poblaciones naturales, y si era una amenaza real como lo es la deforestación y la cacería ilegal.
Fue así como empecé a ver animales silvestres atropellados en el recorrido que hacía diariamente de mi casa al trabajo y fue cuando decidí empezar a recolectar datos de lo que observaba. A pesar de ser un recorrido con paisajes deforestados, en algunos sectores había pequeños parches de bosques, quebradas y ríos.
Lo que encontraba más comúnmente eran osos hormigueros (Tamandua mexicana), zarigüellas o zorros pelones (Didelphis virginiana), mapaches (Procyon lotor). Sin embargo, al afinar la vista empecé a encontrar otras especies como nutrias (Lontra longicaudis), pizotes (Nasua narica) y manigordos (Leopardus pardalis), entre otros.
Algunos amigos que también vivían o trabajaban en la zona conocían de mis registros espontáneos. Un domingo que iba a la playa con unas amigas, recibí la llamada de un guardaparque. “Acaban de atropellar un jaguar (Panthera onca)”, dijo. Inmediatamente frené y pregunté: “¿Está seguro?, estoy un poco lejos de donde están” (aproximadamente a dos horas). Pero la curiosidad no iba a dejarme pasar un buen domingo y descansar, así que di vuelta y fui hasta donde estaban. No era un jaguar, pero sí un manigordo (Leopardus pardalis) macho enorme. Mis amigas no podían creer lo que estaban viendo; nunca habían visto un animal de esos en vida libre y venían a verlo atropellado.
Meses después, empecé a escuchar que la carretera por la que transitaba todos los días y donde encontraba esos animales muertos sería ampliada a cuatro carriles. A lo largo de ese tramo había sectores que se convertían en pequeños corredores para estos animales, pues unían fragmentos de bosques a ambos lados de la carretera. Me preocupó la noticia; sin embargo, no creí que fuera a ocurrir tan rápidamente.
Este año aumentaron los rumores y, de repente, nuestra presidenta ya estaba inaugurando el “Proyecto de Ampliación de la Carretera Interamericana Norte, sector Cañas-Liberia”. Al día siguiente ya estaba la maquinaria lista y empezó la fiesta. Yo no podía creerlo y decidí que lo que hasta entonces había sido para mí una recolección de datos casual, debía convertirse en una tarea constante y metodológica, como el monitoreo hecho años atrás (2009) en el Área de Conservación Guanacaste.
Al mismo tiempo que yo intensificaba el monitoreo, cortaban los árboles en el derecho de vía y en las márgenes de los ríos; dejaban todo al descubierto y esos minicorredores desaparecían.
Así empezaron mis dudas sobre los permisos ambientales del Proyecto. Aunque la SETENA aprobó la viabilidad ambiental y se presentaron los permisos de tala de árboles en las unidades correspondientes, es obvio que para un Proyecto de dicha magnitud un Formulario de Evaluación Ambiental D1 y una declaración jurada de compromisos ambientales no es suficiente.
¿Cómo es posible que en la matriz de evaluación del D1 se diga que “la afectación de flora y fauna es mínima o no hay”, cuando se tienen que cortar más de 2.000 árboles y diariamente mueren animales atropellados? Las obras de corta de árboles estuvo detenida casi un mes (razón desconocida); y hace unos días nuevamente han reanudado las acciones con algunas modificaciones de manejo, pues actualmente solo están cortando lo árboles “maderables o comerciales” y no han vuelto a tocar la zona de protección de los ríos. Quien lo desee, puede indagar más sobre este tema, antes de que este Proyecto se convierta en la Trocha #2.
Mi recolección de datos, por otra parte, rápidamente arrojó números importantes. En sólo tres meses de monitoreo se registraron más de 100 individuos atropellados de 40 especies distintas, entre ellas especies en peligro de extinción como manigordos, nutrias y congos (Alouatta palliata). Además, se han registrado atropellos de reptiles, anfibios y aves. Se reportan 4 individuos atropellados por kilómetro lineal.
También inicié una modesta campaña sobre animales atropellados, que promoví entre un grupo de usuarios de la carretera. Estas personas empezaron a darme reportes de sus avistamientos; algunos coincidían con los ya registrados y otros eran nuevos. El último fue el de un puma (Puma concolor) atropellado alrededor de las 10.30 p.m. cerca de la comunidad de Bagaces.
Creo importante mencionar que trabajo para un Centro de Rescate de animales silvestres en la zona; en el cual recibimos 20 animales anualmente impactados por infraestructura,  carreteras y cables eléctricos de alta tensión.
Entonces me pregunto: ¿es el atropellamiento de fauna una amenaza real que afecta a las especies silvestres?, ¿es necesario colocar pasos de fauna para la ampliación de cuatro carriles en una carretera que está extendiendo la superficie sin cobertura vegetal?, ¿deberían identificarse esos pasos de fauna previamente con un monitoreo piloto rápido en vez de sólo considerar estudios de otras zonas?, ¿es necesaria una campaña de concientización entre los usuarios de las carreteras que atraviesan los hábitats de especies silvestres en todo el país?

  • Esther Pomareda García
  • Opinión
Notas

Este documento no posee notas.