Abrir Noticia Guardar

Expresidente Óscar Arias dice que Laura Chinchilla desvió el norte que él le había dado al país

El exmandatario Óscar Arias culpó a la presidenta Laura Chinchilla de haber desviado el norte que a su juicio su administración dio a Costa Rica, se quejó del bloqueo a su proyecto de ley de generación eléctrica, y atribuyó a Luis Alberto Monge el inicio del cambio en el modelo económico que experimenta Costa Rica desde hace un cuarto de siglo.

El exmandatario Óscar Arias culpó a la presidenta Laura Chinchilla de haber desviado el norte que a su juicio su administración dio a Costa Rica, se quejó del bloqueo a su proyecto de ley de generación eléctrica, y atribuyó a Luis Alberto Monge el inicio del cambio en el modelo económico que experimenta Costa Rica desde hace un cuarto de siglo.
En una entrevista con UNIVERSIDAD, Arias habló además sobre los efectos del TLC con Estados Unidos y dijo no arrepentirse de la construcción de la carretera a Caldera. Se refirió a las tareas pendientes en Centroamérica, consideró normal el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela y comentó que le parece “simpático” que algunos piensen que Costa Rica caería en una dictadura si el Partido Liberación Nacional (PLN) vuelve a ganar las elecciones. Asimismo, se siente agradecido por el apoyo que este Semanario dio al Plan de Paz cuando lo lanzó hace 25 años. A continuación, un extracto del diálogo con Arias.
 
 
Se cumplieron 25 años de los acuerdos de paz para Centroamérica. ¿Cómo ve usted la situación de la región en la actualidad? ¿Hay una agenda pendiente?
-No es una situación fácil, porque son países demasiados pequeños, con economías muy débiles, con Estados también muy débiles, y son economías muy dependientes de su comercio con Estados Unidos y algunos con Europa. Ya llevan cuatro o cinco años  Estados Unidos y los países europeos de estar en crisis. Eso golpea a estas economías,  dada su dependencia comercial. El crecimiento ha sido bajo. Aparte de eso, sobre todo los países que sufrieron un conflicto militar, como Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, tienen una criminalidad muy elevada.
 
De hecho la parte norte, el Triángulo Norte es considerada la zona más violenta del mundo.
-El Triángulo Norte, San Pedro Sula, es la ciudad más violenta del mundo también. Tienen las maras, gente armada. La desmovilización de la guerrilla (en Centroamérica) dejó las armas en manos de esta gente. Mucha de la juventud que se fue a Los Ángeles formaron las pandillas allá, regresaron y es uno de los conflictos sociales más agudos que tienen esos países. Son países que le han dado muy pocas oportunidades a la juventud, no todo el mundo va a la escuela, la deserción es sumamente elevada. Me encantaría que pudiéramos convencer a esos gobiernos de reducir el gasto militar, ya que mi sueño de hacer de Centroamérica la primera zona desmilitarizada del mundo con el Plan de Paz en 1987, fue una de las cosas que no pude convencer a mis colegas.
 
Se han cumplido cinco años del referendo. Algunas personas se preguntan cuáles son los beneficios del TLC con  Estados Unidos. La pobreza se mantiene, lo mismo que el desempleo. ¿Fue sólo la apertura de las telecomunicaciones en el ICE y del INS?
-Lo que había que preguntarse es cómo estaría Costa Rica si no se hubiera aprobado el TLC. Todo eso que usted dice sería mucho peor. Lo que pasa es que el TLC se comenzó a implementar precisamente cuando comenzó la crisis mundial, que ha afectado mucho a los países de Centroamérica, cuyo comercio es fundamentalmente con Estados Unidos y con Europa. Ha aumentado la inversión extranjera, desde entonces.
 
Con la apertura, el ICE empieza a evidenciar algunas fallas, problemas financieros; algunos los atribuyen a la competencia a que se enfrenta. ¿Podría correr peligro esta institución?
-No. Se le olvida a usted que pasamos una ley de fortalecimiento del ICE, le quitamos todas las trabas que tenía. Lo que pasa es que se ha visto forzado a competir en telecomunicaciones, no así en generación eléctrica; el Gobierno echó marcha atrás con la ley de generación eléctrica que nosotros habíamos preparado, lo cual me parece triste y lamentable.
 
¿Esto fue parte del distanciamiento con la presidenta Laura Chinchilla?
-Bueno, a mí me  duele que si ella  no estaba de acuerdo nos lo hubiera dicho en aquel momento, cuando lo preparamos. Era la misma apertura que la que tuvimos en telecomunicaciones y seguros. No tiene sentido  que nosotros no abramos el mercado y que estemos quemando petróleo, generando electricidad a más de 35 centavos de dólar el kilovatio, encareciéndole a la gente humilde el costo de la electricidad, cuando el sector privado de fuentes renovables puede generar a un costo de 8 a 12 centavos. Eso es una locura.
 
Muchos sectores, adversarios suyos, incluso dentro de su mismo partido, como don Fernando Berrocal, lo acusan a usted, o a los hermanos Arias, de lanzar al país hacia una carrera neoliberal, desalmada, por así decirlo…
-Sin ninguna razón, porque no están diciendo la verdad. Posiblemente a los que me señalan a mí como el impulsor, de haber acabado con el modelo de sustitución de importaciones, se les olvida que eso comenzó dos años antes, en 1984, con Luis Alberto (Monge). Y que fue en 1985 que se bajaron los aranceles en la Asamblea Legislativa, cuando pasó la disminución más drástica de aranceles que ha tenido Costa Rica en toda su historia.
 
Don Luis Alberto lo ha criticado fuertemente a usted; se opuso al TLC. ¿Ahora vuelve al Partido Liberación Nacional?
-Fue Luis Alberto el que lo comenzó. Puede ser que se le haya olvidado. Ojalá en tu artículo se lo recordés.
 
Cuando se dio la campaña por el Sí y el No al TLC, los adversarios suyos al TLC decían y se preguntan por una frase suya, que los costarricenses andarían en BMW en vez de hacerlo en motocicleta. Siempre se lo siguen reseñando, y ahora se preguntan que ¿dónde están?
-¿Dónde están qué?
 
Los BMW.
-Vea, aprovecho esta pregunta suya para explicar eso. La apertura de la economía costarricense es la que nos permite crecer más y si no hemos crecido más es porque casualmente hemos aprobado estos TLC cuando se vino la crisis económica mundial  más severa de los últimos 80 años, desde 1929. Eso tiene que estar claro. ¿Cuál es la diferencia? Si una economía tiene un crecimiento per cápita del 10 %, como China, eso quiere decir que usted duplica el ingreso de cada persona en siete años. Si en una economía crece el ingreso por habitante al 2 % anual, este se duplica en 30 años; esa es la diferencia. Lo que yo dije en Cartago es: si crecemos como los chinos, el que tiene una bicicleta va poder pasar a comprar una motocicleta, el que tiene una motocicleta va a poder comprarse un Hyundai, y el que tiene un Hyundai va a poder comprarse un BMW, que es precisamente lo que han hecho los chinos.
 
Ahora que usted habló de proyectos y logros de su gobierno, se comentaba que usted le dejaba la “mesa servida” al gobierno de doña Laura o el que viniera. Hay gente que se replantea eso,  porque el país está en una situación difícil. ¿Parece que carece de rumbo?
-El eslogan de mi campaña fue “el barco necesita capitán”, porque no había rumbo. No voy a hablar si se perdió ese rumbo o no. Yo sí le impregné un rumbo a Costa Rica. En lo económico muy claro: profundizar la inserción de esta pequeña economía en la economía mundial. En lo internacional, impulsé proyectos que le dejaron una huella a Costa Rica en los foros internacionales, desde Naciones Unidas hasta otros foros regionales. Tratado sobre Comercio de Armas, Consenso de Costa Rica, etc.
 
Don Óscar, pero entonces ¿ese proyecto suyo se desvió con el actual gobierno?, ¿qué pasó?
-Sí se desvió; lamentablemente sí, se desvió.
 
En una ocasión se le atribuyó a usted haber tildado de “blandengue” a doña Laura.
-No, no es cierto, yo no  he dicho eso. Lo que sí dije en algún momento es que este gobierno no tenía claridad intelectual. Eso sí lo dije.
 
Le hago la pregunta porque doña Laura cuando fue candidata fue como una ungida suya.
-Yo tenía un compromiso con la mujer de este país y desde el principio dije que quería ser sucedido por una mujer. Me parecía muy extraño que Panamá hubiera tenido una mujer presidenta y Nicaragua también y Costa Rica no. Pero puse el ejemplo de la ley general de electricidad. Por complacer a los grupos de presión sencillamente se echó atrás con esa ley y hoy estamos pagando la electricidad mucho más cara, y la vamos a pagar mucho más cara en el futuro por complacer a grupos de presión.
 
Hay quienes creen que se trata con el proyecto suyo de favorecer intereses privados.
-Se trata de generar más inversión, porque el Estado no tiene recursos para hacerlo, no es de favorecer.
 
Volviendo al Gobierno, ¿entonces usted sí está convencido de que la mesa quedó servida?
-El país tenía un rumbo, le devolvimos la confianza al costarricense, al empresario, fortalecimos instituciones claves, como el ICE; aprobando la ley de fortalecimiento, le quitamos todas las amarras. En estos momentos Birrís está atrasado, Reventazón está atrasado, y Diquís está para las calendas griegas, y no se vale que el sector privado no pueda ayudarle a la sociedad costarricense a generar de fuentes renovables la energía que nosotros requerimos para tener un desarrollo más acelerado.
 
 
¿Qué piensa del triunfo de Hugo Chávez en Venezuela, fue una sorpresa?
-Para mí no. Siempre creí que ganaba Chávez. La gente más humilde de Venezuela reconoce el esfuerzo que ha hecho Chávez de llevarles programas sociales importantes a los sectores más deprimidos de la sociedad venezolana. Y así ha sido; con el precio del petróleo él ha aumentado el gasto social fuertemente. En Estados Unidos Roosevelt fue cuatro veces presidente y nadie dijo que Estados Unidos era una dictadura. Aquí nadie habla de una dictadura en Venezuela porque está ganando la cuarta elección. En cambio aquí están diciendo que es una dictadura si gana Liberación tres veces seguidas. Simpatiquísimo, no deja de ser simpático eso. Allá el 60 % del ingreso de PDVSA lo maneja el presidente; entonces los programas sociales se identifican con el presidente, no con el gobierno, y entonces para la gente era muy importante que Chávez continuara en el gobierno, porque podría pensar que otro presidente podría cambiarlos, aunque Capriles dijo que los mantendría y mejoraría. Pero la verdad es que la gente no tiene por qué creerle. Eso le aseguró la elección. Seguirá siendo autocrático el gobierno, hay mucha corrupción lamentablemente; Venezuela tiene una de las criminalidades mayores del mundo y es un país con una elevadísima inflación, con una infraestructura obsoleta, inadecuada, con problemas macroeconómicos. Pienso que va a continuar expropiando al sector privado.
 
El hecho de que se haya estrechado la brecha electoral entre Chávez y la oposición,  ¿no lo obligará a replantear algunas cosas?
-Puede ser. La ventaja para el país es que tiene una oposición unida y que Chávez podrá negociar con ellos, no con seis y ocho partidos, como aquí; eso le da gobernabilidad a Venezuela.

  • Ernesto Ramírez 
  • País
GuerrillaNational LiberationPartido Liberación Nacional
Notas

Este documento no posee notas.