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Celebrar la vida y obra del escultor y artista plástico Néstor Zeledón es la razón de ser del libro “Pasión escultórica”, el más reciente trabajo de María Enriqueta Guardia.
La publicación será presentada al público el próximo 14 de noviembre a las 7 p.m. en el Instituto de México. A partir de ese momento, será distribuido por la Universidad de Costa Rica, que financió la edición e impresión del libro.
María Enriqueta Guardia, editora y coordinadora de la publicación, comentó que la importancia de este proyecto radica en la relevancia del trabajo de Néstor Zeledón, a quien define como “uno de los más impresionantes e importantes escultores nacionales”.
Añadió que el libro se ideó para conmemorar la obra de Zeledón, también profesor Emérito de la Universidad de Costa Rica (UCR), justo antes de la gran exposición que se inaugurará el 4 de diciembre en el Museo de Arte Costarricense (MAC) y que estará allí hasta marzo.
“Los últimos 14 años Néstor ha estado como escondido, porque quiere hacer arte, hacer de su taller un pequeño museo; no le interesa vender”, reveló Guardia.
Sin embargo, indicó que la exposición está formada por más 70 esculturas y casi 80 dibujos, la mayor parte de ellos nunca expuestos.
Las 276 páginas de “Pasión escultórica” recogen opiniones diversas que discuten sobre la vida y el trabajo de Zeledón. Además, ofrecen al lector imágenes a todo color de las esculturas, los bocetos, los dibujos y los procesos de trabajo del reconocido artista.
En el proyecto, participaron la Rectoría, la Vicerrectoría de Acción Social, la Dirección de Extensión Cultural y la Escuela de Artes Plásticas de la UCR. La edición estuvo a cargo de Guardia, quien fue asistida por Erika Knöhr y Erika Henchoz.
El trabajo de fotografía fue realizado por Jeyson Arce, Rodrigo Madrigal, Randall Chaves, Dietrich Fuchs, Mauricio Madrigal, la Pinacoteca Costarricense Electrónica y Jeffry Gibs. Este último estuvo a cargo el diseño, la diagramación y la producción gráfica.
CUATRO MIRADAS, UN LIBRO
El libro arranca con una breve presentación de la exrectora Yamileth González, quien autorizó el año pasado la realización del proyecto. En esta asegura que “el libro recoge cuatro miradas distintas que se acercan a su vida y a su obra (la del escultor) para decir lo que, en sus versiones, significa la persona, el autor, la fuerza creativa que produce una obra extraordinaria de enormes dimensiones”.
Después, se ofrece una biografía ilustrada del artista, en la que se describen año con año los detalles de la vida del escultor, junto a los hechos de la vida artística nacional y los acontecimientos políticos que tuvieron lugar simultáneamente en Costa Rica y el mundo.
El siguiente apartado es un análisis de la xilo-biografía que el artista talló entre el 2011 y 2012. Ese apartado, cuyo título es “Relieve autobiográfico”, resume las explicaciones que da el escultor a su tríptico autobiográfico. Seguidamente, se desarrollan los cuatro capítulos principales, cada uno con distinta autoría.
El capítulo I, escrito por el historiador del arte y crítico Efraín Hernández, se titula “Zeledón: Del acento en la forma al mundo social” y hace un análisis histórico de la obra de Néstor Zeledón.
En la segunda sección “Nestor Zeledón: Entre el drama y la contención”, Ileana Alvarado –también historiadora del arte– aborda las representaciones del ser humano que ofrece la obra del artista, agrupándolas en dos líneas diferentes: expresionismo evidente y expresionismo contenido.
En el capítulo tercero, Gerardo Martí, escultor y artista plástico, profundiza en el hombre detrás del artista y ofrece así un análisis de la obra de Zeledón desde la que Martí considera es su visión del mundo.
El último de los apartados principales es el que le da nombre a la publicación y fue escrito por María Enriqueta Guardia, también editora del libro. “Pasión escultórica” es un texto que utiliza un lenguaje más literario para analizar la obra del escultor y las representaciones que ofrecen sus esculturas sobre la búsqueda existencial, lo divino, lo humano, lo erótico, lo político y otros temas.
La autora de este último apartado aseveró que el texto se diferencia por ser menos académico y tradicional, además de incluir diversas opiniones y análisis sobre la obra del reconocido artista.
“Yo no quería que fuera una visión solo mía; por eso incluí la voz del mismo Néstor y de otras personas que lo conocen a él y a su trabajo”, dijo.
El libro finaliza ofreciendo al lector un catálogo ilustrado con más de 600 imágenes de las obras de Zeledón. En esta sección, los trabajos fueron agrupados de acuerdo con la década en que fueron realizados (desde 1950 hasta 2010).
Sobre el libro Guardia opina que “resume de manera bastante amplia, la vida y obra artística de Néstor. Cuidé mucho aspectos como el académico y el diseño, ya que quería que fuera claro, interesante, estético y moderno”.
“Creo que la Universidad se pone con esta publicación, una flor en el ojal”, concluyó.
El artista
Néstor Zeledón Guzmán nació el 7 de enero de 1933 en Guadalupe, Goicoechea; es hijo del también escultor Néstor Zeledón Varela. Aprendió sus primeras artes en el taller de su padre y en el del maestro imaginero Manuel Zúñiga.
Cursó sus estudios en la Escuela Pilar Jiménez y en el Colegio Omar Dengo. En 1950 ingresó a la Facultad de Bellas Artes de la UCR, de donde se graduó ocho años más tarde como licenciado en artes plásticas.
En 1961 fue parte de la fundación del Grupo 8, junto a Rafael Ángel Felo García, Luis Daell, Harold Fonseca, Hernán González, Manuel de la Cruz González, Guillermo Jiménez y César Valverde.
Este colectivo, bajo la máxima “La belleza clásica está muerta porque ella es la negación del espíritu de nuestro siglo: estática, quieta, muda”, comenzó a rescribir el camino del arte plástico costarricense.
En 1963 Zeledón comenzó a trabajar como profesor en la misma Facultad, donde se hizo cargo de la Cátedra de Escultura, y en 1977 empezó a impartir lecciones de escultura en la Universidad Nacional. Dos años más tarde fue ascendido a catedrático en ambas casas de enseñanza.
En 1983 se pensionó de la enseñanza y desde entonces dedica la totalidad de su tiempo a esculpir, tallar o dibujar refugiado en su taller, ubicado en Barva de Heredia.
Como artista, su trabajo ha sido reconocido con diversos galardones. En 1967 recibió su primer Premio Aquileo J. Echeverría en la rama de escultura, distinción que le fue otorgada por segunda vez en 1971. En 1976 fue merecedor del mismo premio, pero en la rama de dibujo.
En 1992 fue premiado con el más alto galardón que da el Estado costarricense: el Premio Nacional de Cultura Magón, en reconocimiento a la labor de una vida en el campo de la cultura.
Sus últimas exposiciones se llevaron a cabo en Taiwán en 1993 y en Costa Rica en 1992.
Hace tan solo cuatro años, Zeledón fue nombrado Profesor Emérito de la Universidad de Costa Rica, institución de la que fue parte hasta su retiro. El mismo año, también se le nombró Hijo Predilecto del Cantón de Barva, Heredia.
Algunas de sus obras más reconocidas son: “Maternidad” (ubicada en la CCSS), el monumento a Cleto González Víquez, “Los amantes” (ubicada en el edificio Numar), el “Cristo de hierro”, y “Yo protesto” (elaborada en 2008 como crítica ante la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos).
Con 79 años, Zeledón continúa esculpiendo y dibujando en su taller, donde guarda las obras en las que ha trabajado durante estos años y algunas de gran tamaño (hasta de 5 metros), las cuales pronto se exhibirán en el Museo de Arte Costarricense por espacio de tres meses.
“Cualquier quisiera tener, a los 79 años, la fuerza vital y artística de Néstor”, resumió María Enriqueta Guardia.
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