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Para José Merino

(1º de mayo del 2010, carta de una compañera de lucha)

(1º de mayo del 2010, carta de una compañera de lucha)
Hoy  1º de mayo un día más del trabajador que estamos celebrando, trabajo de masas que debe ser más arduo y seguirlo siendo, porque, precisamente, la falta de trabajo remunerado justo, la pobreza y la mafia que se apodera de este país van en aumento.
Hoy además le damos la despedida como diputado a nuestro compañero José, despedida de ese edificio y de su labor oficial como diputado, porque en nuestros corazones nunca va haber una despedida para un compañero que ha hecho una labor encomiable, justa y transparente por las mayorías de este país y todos los que podemos decir que somos tus amigos y compañeros de lucha nos sentimos honrados, orgullosos de que esa curul haya sido dada  a un hombre con esas características.
Compañero José cuánto ha sido la renuncia o el costo que representó tu labor legislativa hacia ti, tu familia, tu especial compañera, Patricia, y tus hijos Alejandra, Maricarmen, Bruno y tus nietas, no lo podemos retribuir, porque ese es el problema con el tiempo, que pasa y no se devuelve. Pero sí te prometemos retribuirte todo el esfuerzo tuyo y de tu familia con más luchas sociales y más trabajo revolucionario y seguir tu ejemplo como persona, dirigente, padre, compañero, como un civil honrado y todo esto nos debe llenar de orgullo de que tú eres un dirigente que nos transmite energía de revolucionarios.
Como dice una estrofa de Serrat: “todo está listo: el agua, el sol y el barro, pero si falta usted no habrá milagro”, estas palabras las digo en una forma emotiva, poética, porque no es prohibido serlo para un revolucionario, aunque sabemos por nuestras convicciones que no somos ni debemos ser indispensables para personas, mucho menos para procesos sociales, pero en verdad, de seguro que todos tenemos un poco de tristeza y vamos a extrañar a un ciudadano de la patria a un hijo de Mora y Cañas que nos defendía en ese Poder de la República y estoy segura que José además de nuestro dirigente y amigo ya ocupa un lugar bien merecido en la historia de este país. La lucha continúa. José, gracias por tu labor.

  • Nidia Rivera González (Educadora)
  • Opinión
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