Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
América Central carga una enorme deuda en materia de prevención de la violencia contra la niñez y la adolescencia. Se trata de una región donde cada año mueren 80.000 niños por estas circunstancias, la mayoría a manos de sus propios padres o familiares más cercanos.
Las denuncias sobre la débil atención que los Estados ponen para enfrentar este grave problema afloraron durante una cumbre de la Federación Iberoamericana de Defensores y Defensoras de los Habitantes, realizada en San José los días 25 y 26 de octubre.
“En la región, uno de cada tres niños carece de vivienda, uno de cada cinco no tiene acceso al agua potable, y uno de cada siete está marginado de los servicios de salud. Miles de niños sufren de abuso físico en sus propios hogares, en las escuelas y en las calles, y 80.000 mueren cada año a manos de sus propios padres”, dijo a UNIVERSIDAD la Defensora de los Habitantes de Costa Rica, Ofelia Taitelbaum.
El problema de la violencia contra la niñez y la existencia de flagelos como la trata de niños, los abusos sexuales, las agresiones por Internet, la pornografía infantil, son un problema mundial, y muchas veces invisibilizado”, alertó Marta Santos Pais, Representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños.
Santos Pais dijo que según cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), a nivel global cada año más del 85% de los niños con edades comprendidas entre los 2 y los 14 años sufre castigos físicos y psicológicos. (Ver nota aparte: La situación es dramática en América Central, dice representante de UNICEF).
“Infelizmente la violencia sigue siendo socialmente aceptada, mirada como un tabú social, muchas veces asociada a la disciplina considerada necesaria para que los niños crezcan como ciudadanos responsables”, denunció la representante de la ONU.
Para el caso centroamericano, el defensor de los habitantes de El Salvador (ver recuadro: Radiografía de la violencia…), Óscar Humberto Luna, dijo que es necesario adoptar políticas regionales de prevención contra la niñez y la adolescencia.
“En nuestro caso, se trata de un problema regional y afecta como un todo en tanto las políticas de los Estados no están dirigidas a enfrentar el flagelo de la violencia”, dijo Luna a UNIVERSIDAD.
Citó el caso de su país, donde se ha puesto en marcha una ley de defensa de la niñez, pero “no hay recursos financieros para aplicarla”.
Otros nuevos flagelos castigan a los niños y adolescentes en la región centroamericana, como es el narcotráfico, que realiza reclutamientos forzados y utilizan a muchos menores de edad para que consuman drogas o sirvan de expendedores.
Representante de la UNICEF
La situación es dramática en América Central
La asesora regional de la UNICEF, Nadine Perrault, denunció que la situación de violencia contra la niñez y la adolescencia en América Central es “dramática”. Dijo que prácticamente sólo Costa Rica tiene una legislación que penaliza el castigo corporal contra los niños.
A continuación, un extracto del diálogo sostenido con UNIVERSIDAD.
¿Cuáles son los principales problemas de la niñez y la adolescencia en América Central?
– El tema principal es la violencia. No es sólo la violencia que vemos en la calle, sino en todas partes, incluso en la escuela y los hogares. Solamente Costa Rica es el único país que tiene por ejemplo una ley que prohíbe el castigo corporal en todos los ámbitos. La violencia que existe en los hogares, en las escuelas, en los sistemas de justicia juvenil y en las comunidades y la calles es alarmante.
¿Cómo graficar esa violencia, existe la trata de niños, tráfico de órganos, etc.? ¿Cuáles son los temas más sensibles?
– La trata, la explotación sexual es un tema muy delicado, también la afectación por el crimen organizado, los homicidios. Por ejemplo, los jóvenes varones, los adolescentes, son los más afectados por esta situación.
En el pasado, al margen de las tendencias ideológicas, se hablaba de la incorporación de niños o adolescentes a grupos armados como la guerrilla, a bandas paramilitares. ¿Qué pasa ahora, con la existencia, por ejemplo, de las maras en algunos países del norte centroamericano?
– Es un fenómeno mucho más preocupante. Muchas veces estos son forzados. Y esto es una forma de violencia terrible contra estos adolescentes que no tienen oportunidad de tener una vida libre dentro de sus comunidades, con sus compañeros. Son forzados a entrar y algunas veces utilizados para perpetrar atrocidades, crímenes, extorsión y secuestro de personas.
¿Esto tiene que ver con las situaciones económicas, entre otras causas?
– Por supuesto. La pobreza, las grandes disparidades que hay en los países, entre los que tienen recursos y las grandes poblaciones marginadas.
¿Existen cifras o estadísticas, en el caso de Centroamérica, sobre niños o adolescentes en esta condición?
– De violencia, no se puede decir cuántos la sufren, porque hay una invisibilización. No hay un esfuerzo para obtener evidencias y datos creíbles en materia de violencia, de cuántos niños la están sufriendo, o por ejemplo cuando se habla de trata de niños o adolescentes. Y eso es una debilidad también de los Estados, de no poner énfasis en el monitoreo de este problema, para tener una evidencia más precisa de lo que está pasando.
Centroamérica ha avanzado en sus condiciones de paz, pero persisten las mismas condiciones de violencia, desigualdad, inequidad. Hay quienes señalan que la aplicación de políticas neoliberales ha aumentado estas brechas sociales. ¿Cómo golpea esto a la niñez?
– Definitivamente no hay como una inversión en políticas para la niñez en materia general. Los países que tienen planes de acciones integrales para la niñez no tienen los recursos financieros suficientes para poder promoverlos. Así que existe la necesidad de alcanzar un compromiso de mirar la niñez y tomar acciones muy comprensivas, muy holísticas, en todos los ámbitos, no sólo en materia de protección de violencia
– ¿Es la pobreza y la exclusión la forma más gráfica de la violencia contra la niñez y la adolescencia en Centroamérica?
– Claro, también la discriminación de algunos grupos, como la población afrodescendiente y los propios indígenas. Todo esto tiene una repercusión en los que estamos viviendo ahora, con el crecimiento de la violencia en Centroamérica.
Radiografía de la violencia contra la niñez y la adolescencia en América Central
Así ve Perrault a la región:
PANAMÁ:
Tenemos un país que en los últimos años está adoptando políticas que son muy represivas en contra de la niñez. En los dos últimos años hizo una reforma de su ley en materia de justicia penal juvenil para bajar la edad de la responsabilidad penal y para remover algunas garantías. ¿Cuáles niños son los más afectados? Los niños de los barrios pobres, marginalizados de las zonas urbanas, los afrodescendientes, y los de los pueblos indígenas.
COSTA RICA:
Costa Rica es un país que uno ve como un ejemplo en la región. Pero cuando uno camina y mira lo que hay detrás de esta apariencia, uno ve también que hay grandes disparidades entre los que tienen y los que no tienen acceso. Se ha ampliado la brecha. Los que tienen cada día son más ricos y la apariencia de crecimiento económico del país no refleja la totalidad de la población.
NICARAGUA:
Nicaragua es un país también que pienso que su situación geográfica, esa cercanía con países como Honduras y El Salvador, que tienen este problema de violencia tan grande, está también afectado. El país, en sí mismo, tiene también problemas de disparidades. Es el país de Centroamérica que tiene el nivel de desarrollo más bajo (junto a Honduras).
HONDURAS, EL SALVADOR, GUATEMALA:
Aquí hay que poner juntos a Honduras, El Salvador y Guatemala. Son países sobre los que existe una enorme preocupación por el impacto de la violencia armada en el desarrollo y las capacidades de los niños, en su derecho a vivir en una sociedad en paz.
Existen enormes brechas, inequidades, pobreza y exclusión social. Por eso hay que ponerlos juntos.
Este documento no posee notas.