Abrir Noticia Guardar

Néstor Zeledón Guzmán: Vida, vigor y arte

Néstor Zeledón Guzmán

Néstor Zeledón Guzmán
Pasión Escultórica
María Enriqueta Guardia
Ensayo
EUCR
2012
 
El escultor Néstor Zeledón Guzmán es uno de los artistas nacionales con más amplia trayectoria, más de 6 décadas de trabajo continuo que llega hasta el presenta año, cuando desde su taller en Heredia o en Guanacaste mantiene su búsqueda constante en la formas y la materia.
Es por eso que este extraordinario libro, cuidadosamente preparado por la investigadora del arte María Enriqueta Guardia, es un gran homenaje a esa carrera abundante y generosa.
 
Mientras se prepara una exposición de homenaje en el Museo de Arte Costarricense para este mes de diciembre, la aparición de este hermoso volumen permite una aproximación gráfica y de análisis de la obra y vida de este gran artista nacional.
En sus 280 páginas de formato 9.5 X 12 pulgadas se ofrece un conjunto de reproducciones y fotografías de las obras de Zeledón de impecable calidad.
Piezas de arte público, en el taller, dibujos, bocetos, procesos de elaboración, todos materiales que permiten una gran aproximación al artista, su trabajo y su pensamiento.
El libro inicia con la referencia a esa enorme pieza compuesta por tres paneles de más de 318 x 80 cm que el artista llama una xilo-biografía. Se trata de un relieve en madera en el cual registra pasajes y momentos de su vida. Así nos introduce directamente en la vida del creador contada por el mismo a partir de cada uno de los tres paneles.
Como prefacio, el libro nos ofrece una línea del tiempo donde tenemos un recorrido biográfico de Néstor Zeledón desde su nacimiento en 1933 hasta el presente, con hitos ilustrados que fueron clave en la trayectoria del artista, y a la vez indica otros eventos artísticos nacionales y hechos políticos nacionales e internacionales que coincidieron en esas fechas.
Luego, el historiador del arte Efraín Hernández ofrece un cuidadoso ensayo donde ubica al maestro Zeledón en la historia del arte costarricense. Con ilustraciones de piezas que se ubican en la trayectoria del artista para comprender mejor su obra y procesos.
Así, se comprende la importante etapa no figurativa relacionada con la pertenencia al denominado Grupo 8, que al inicio de la década de 1960 promovió una renovación en el arte plástico nacional.
También de esos años está una de sus obra públicas más conocidas, el homenaje al expresidente Cleto González Víquez. “Esta enorme escultura, realizada en escala monumental y tallada en el lugar a medida que se colocaban las piedra, representa la patria que sostiene a su hijo predilecto. La alegoría presente en la poderosa figura femenina asciende con fuerza 12 metros para proteger el retrato del héroe nacional con su imponente corpulencia”, destaca Hernández.
Así el historiador nos pasea por la muy variada producción artística de Zeledón, sus distintos momentos, obras y creadores con que su trabajo se puede relacionar y sus cualidades en lo figurativo y no figurativo que cultiva a lo largo de toda su carrera.
Hernández lo ubica como un creador “fiel a sus convicciones, más allá de las tendencias dominantes en el mundo artístico”, cualidad que le otorga autenticidad a sus propuestas.
La temática social es esencial en la obra de Néstor Zeledón, tanto en sus esculturas como en sus dibujos, rama en la que también recibió el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría, además de las 2 veces que lo recibió en escultura.
La curadora Ileana Alvarado indaga en la obra de Zeledón con un ensayo titulado “Entre el drama y la contención” que constituye el segundo capítulo del libro
Ahí Alvarado analiza la tendencia expresionista que subdivide en evidente y contenida.
“una que proyecta a través del cuerpo toda la fuerza de los sentimientos y, la otra, apenas sugiriéndola. Ambas aproximaciones obedecen a perspectivas distintas del artista por abordar el problema humano; la evidente está, en parte, muy relacionada con el ‘ideario político’ del autor y, la otra, con su preocupación por explorar lo más íntimo de los sentimientos”.
Como ejemplo de ese expresionismo la escultura columnar +El árbol del triunfo es un particularmente llamativa. Dice la curadora: “…es una obra ambiciosa, tanto por su formato (481 x 90 x 90 cm) como, también, por su forma columnar, dado que las columnas se han utilizado, en el nivel de historia del arte y por parte de diferentes culturas, como símbolo de poder”.
Y agrega: “…el autor expresa que la escultura representa +“todo el sufrimiento de los seres humanos para llegar a una meta”, sufrimiento visible por los gestos expresionistas de las manos, tanto de aquellas que luchan por ascender, como de las que han fracasado en su ascenso. A lo alto se yergue una mano, con la palma hacia el cielo, en señal de triunfo, aunque, quizás, es tan solo un ser que encontró su propio límite”.
En el tercer apartado del libro, Gerardo Martí nos ofrece una visión más personal de Néstor Zeledón y su obra. Habla de la actitud, del contexto y de la obras. “Su pasión, porque Néstor es pasional, sensualiza las formas y hasta las sexualiza: unas llenas de gracia, otras de ternura, otras de humor.”, dice Martí.
En el capítulo IV la editora del libro, María Enriqueta Guardia, presenta la semblanza de un creador y ser humano que ha insuflado pasión a la materia inerte.
“Voz grave, recia figura, mirada azul claro, intensa y penetrante; se le siente sincero, intuitivo, sensible, enérgico, seguro de sí mismo, ese gran conversador y apasionado ser humano, ese es Néstor Zeledón Guzmán, el escultor”, así introduce la autora este apartado que es el resultado de una extensa investigación de la vida y obra del artista.
Aquí ha recuperado textos, opiniones de otros, comentarios, entrevistas anécdotas, reseñas en periódicos, discursos, todo para ofrecer una semblanza que aproxima y deja conocer con profundidad a este creador que ha logrado transmitir su intensidad vivencial a su obra.
En este parte lo tenemos hablando de sí mismo, de su trabajo, de su proceso, de cómo ha hecho algunas de sus piezas más conocidas, de sus penares y alegrías, de sus andanzas.
En esta meticulosa indagación, Guardia logra el retrato más completo del creador y su obra y uno de los más completos que se haya hecho a un artista nacional.
Acompañado de fotografía personales, reproducciones de obras, bocetos, fotografías del taller y lugares predilectos y del mismo artista, esta visión conjunta nos lleva por los motivos, inquietudes y recurrencias de Néstor Zeledón, esencialmente humano en su trabajo y su actitud.
Su costumbrismo, su abstraccionismo, su expresionismo, su erotismo, su denuncia, su sensualidad, sus temáticas, todos aspectos de esa incansable búsqueda cuyo legado es una inapreciable obra intensa y diversa.
La parte final de este libro lo constituye un bello catálogo de 60 páginas con reproducciones a lo largo de los años del trabajo de artista.

  • Manuel Bermúdez 
  • Los Libros
Notas

Este documento no posee notas.