La nueva red de Internet llegó a Costa Rica y a las universidades estatales con el nombre de RedCLARA (Cooperación Latino Americana de Redes Avanzadas), disponible desde octubre pasado en la Universidad de Costa Rica (UCR), en la Universidad Nacional (UNA), Universidad Estatal a Distancia (UNED) e Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
Álvaro de la Ossa, especialista en computación, se remontó a la década de los 60 para recordar cómo la red Internet nació en centros de investigación universitarios de Estados Unidos y Europa, para convertirse en una herramienta de uso académico. Luego, 20 después, esta tecnología se comercializó y se abrió al público en general.
Desde finales de la década de los 90 —primero en Estados Unidos y la Unión Europea, y luego en otras regiones del mundo—, se ha realizado esfuerzos para crear una red de Internet que tenga ese mismo enfoque: el uso exclusivamente académico, para conectar continentes, países, universidades y centros de investigación.
Las redes avanzadas en todo el mundo son una Internet completamente nueva, que usa la misma arquitectura de la Internet conocida Construir esta red ha sido caro, así que para reducir gastos y agilizar el proceso se crearon redes regionales. Por ejemplo, está la Internet2 en Estados Unidos, GÉANT en Europa, TIEN en Asia, CKLN en el Caribe y así otras en todas las regiones del mundo. RedCLARA es la red de Latinoamérica que conecta los países de la región con el resto del mundo.
Al inicio del proyecto, RedCLARA recibía la mayoría del apoyo financiero de parte de la Unión Europea; paulatinamente, se han ido reduciendo estos fondos y será a partir del próximo año que la región y cada país deberán asumir los costos.
En Costa Rica, el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) lidera y financia el proyecto, y sus universidades socias (UCR, UNA, TEC y UNED) aportan infraestructura y personal capacitado.
“Esperamos que más adelante otras instituciones como hospitales, escuelas, colegios e instituciones autónomas puedan sumarse a RedCLARA”, comentó de la Ossa, quien es el director del Programa “Red Avanzada de Investigación y Educación” del CONARE.
Explicó que el proceso ha seguido varias etapas y en sus primeros años, el énfasis se puso en crear la infraestructura. Un cable de fibra óptica, que viene desde México y llega hasta Panamá, conecta al Istmo con Suramérica.
La siguiente etapa consistió en crear los servicios que pudieran ser aprovechados por las personas, con fines académicos. Es así como este año RedCLARA publicó un portal para dicho fin.
La actual tercera etapa es la de dar a conocer la red y su portal, para que haya interacción entre los usuarios. “No basta con solo interconectar gente, sino poner en uso los servicios en esa red”, acotó de la Ossa.
“FACEBOOK ACADÉMICO”
Al tener una infraestructura propia, el ancho de banda es mayor que la Internet comercial, y así se van a poder enviar archivos muy pesados y en poco tiempo. Además, el portal brinda una serie de servicios como correo electrónico, videochats y videoconferencias, creación de blogs, “wikis”, subir fotos y videos, crear grupos y comunidades, que el experto denomina como un “Facebook académico”, todo lo anterior con fines exclusivamente académicos.
Otra ventaja importante es la creación de comunidades y grupos con usuarios de otros lugares de la región y del mundo, lo que puede enriquecer aún más el intercambio académico.
Cualquier persona, ya sea estudiante, investigador, profesor o funcionario, puede crearse un perfil en el portal de RedCLARA (http://www.redclara.net/) y así hacer uso de los servicios y la red. No obstante, para conservar el objetivo académico, el perfil se puede crear únicamente con un correo institucional.
El portal de Red CLARA se puede ver usando la Internet comercial, pero las personas no pueden utilizarla a menos que estén en las instalaciones de una de las cuatro universidades estatales o en el CONARE.
Luis Loría, funcionario del Centro de Informática de la UCR, detalló que la idea es “interconectar con las demás universidades y empezar  a impulsar la creación de servicios locales; la red es una cosa de ‘yo consumo, pero yo creo’. Puedo colaborar y me pueden colaborar a mí”
De igual manera destacó la importancia de compartir y de que los materiales que las personas vayan a tener en la plataforma, tengan alguna licencia de uso libre, por ejemplo la de “Creative commons”.