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La construcción de viviendas ha crecido, aunque no precisamente son habitadas en su totalidad. (Foto: archivo)
Costa Rica ha experimentado una serie de cambios en materia de vivienda en los últimos años, y como una muestra de ello se dio un crecimiento en la cantidad de viviendas, disminuyó el número de ocupantes por hogar, aumentó el porcentaje de casas en estado regular y muchas familias construyen sin permisos.
Estos datos fueron suministrados por el Informe Nacional Situación de la Vivienda y Desarrollo Urbano 2011 de la Fundación Promotora de Vivienda (FUPROVI), que se dio a conocer a finales de noviembre.
“Dicho análisis tiene como objetivo ser un aporte para el conocimiento de la realidad costarricense en materia de vivienda y una forma de buscar soluciones a los principales problemas del sector”, explicó Eloísa Ulibarri, directora ejecutiva de la FUPROVI.
En el año 2011 se mantuvo la tendencia de recuperación de la construcción de viviendas, iniciada en el 2010; aunque no se llegó a la dinámica de los años 2007 y 2008, sí se presentó un importante crecimiento, tanto en la cantidad de viviendas y en los metros cuadrados de construcción total.
Las construcciones habitacionales tipo apartamento y condominios, también mostraron un aumento relativo en su participación del total de construcciones para uso residencial, mientras que en el 2010 era del 12.1 %, para el 2011 alcanzó el 15.2 %.
Por otra parte, en la Gran Área Metropolitana (GAM) se ubica el 52.6 % de las viviendas del país; es decir, continúa siendo la zona con mayor concentración de población y casas.
Mientras tanto, la población creció en 491.534 personas, o sea, cerca del 12 %, mientras que la vivienda se incrementó en 325.732, para un incremento del 31.5 %.
Por otra parte, existe en el país una cantidad de viviendas construidas que no están ocupadas, ya sea para venta o alquiler, pero al parecer no hay demanda, posiblemente, relacionada con que las personas no tienen acceso al precio que se pide.
“Además, el tamaño de las familias por vivienda ha variado significativamente, pues de forma general hemos reducido media persona por hogar. Por ejemplo, las viviendas con un habitante es del 11.2 %, de dos personas representan el 19.4 %, con tres miembros es de 23.3 %, y con 4 miembros de 22.8 %. En el año 2000 esas características correspondían a 7.9 %, 15 %, 20.2 % y 22.5 %, respectivamente”, detalló Ulibarri.
Es decir, en la actualidad 11 de cada 100 viviendas son habitadas por una sola persona; hoy mucha gente vive sola, por diversas razones, ya sea porque se fracciona el hogar, o porque deciden irse a vivir aparte; antes lo normal era que hubiera varias personas por vivienda.
Lo anterior indica claramente que los hogares se han hecho más pequeños y por ende, el tamaño de las viviendas también se ha reducido; ante esto las autoridades de la FUPROVI hacen un llamado a cambiar ciertas estrategias, pues consideran que ya no se puede pensar igual que hace 10 años, con respecto al déficit habitacional y las necesidades de vivienda del país.
La conformación del sector vivienda ha cambiado mucho en los últimos años, sobre todo para visualizar el tamaño de la construcción y conformación de las viviendas.
REDUCE HACINAMIENTO
Un dato positivo es la disminución del hacinamiento en las viviendas que se encuentran en estado regular o bueno, lo que significa de paso que la calidad de las viviendas ha mejorado, según los índices con que se miden.
Se dice que existe hacinamiento cuando hay tres o más personas en una misma habitación; entonces, con la reducción de la cantidad de personas por hogar, el nivel de hacinamiento también ha bajado.
No obstante, la cantidad y porcentaje de las viviendas en mal estado no disminuyó, aunque sí creció el número de casas en buen estado y regular. Si la cantidad de viviendas malas no creció ni decreció, quiere decir que, o se construyeron viviendas con un estado regular, o las buenas pasaron a ser regulares.
Esto es una problemática, ya que en Costa Rica el tema de la prevención y mantenimiento de los hogares no se toma en serio, lo que significaría que a mediano plazo la existencia de viviendas se podría deteriorar severamente y aumentar el faltante de casas.
Un dato sumamente interesante que destacó el estudio de la FUPROVI, es que muchas familias están construyendo sus viviendas sin los permisos respectivos; de hecho, de 325.732 viviendas que se construyeron, solamente se solicitaron 258.998 permisos.
Esto implica que únicamente el 79.5 % de las casas cuentan con los permisos correspondientes.
Ante esta situación, la entidad hizo un llamado a las municipalidades, para que entiendan que no pueden renunciar a una de sus principales labores como administradores y responsables de sus territorios y del uso que se les da.
“Planificar, controlar y supervisar la construcción, particularmente la de viviendas, es una obligación fundamental de los gobiernos locales, para garantizar el buen uso del territorio y una casa adecuada, de forma que se garantice la protección del ambiente, ciudades funcionales y calidad de vida para su habitantes”, añadió Ulibarri.
Esto, porque en los últimos años la experiencia de los efectos producidos por los eventos de la naturaleza, como terremotos, derrumbes e inundaciones, ha demostrado que es posible mitigar sus efectos con un correcto registro de las construcciones.
“Es fundamental que el sector alcance un enfoque integrador, para realizar un mayor y mejor trabajo investigativo, desde las instituciones, universidades, organizaciones no gubernamentales y técnicos en general, y así tener un mapeo claro de la realidad nacional en materia de vivienda”, enfatizó.
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