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Especialistas alertan sobre riesgo de uso de maíz transgénico en el país

Para los participantes del foro, se carece de un estudio que indique el nivel de riesgo de contaminación de la semilla criolla. (Foto: archivo)

Para los participantes del foro, se carece de un estudio que indique el nivel de riesgo de contaminación de la semilla criolla. (Foto: archivo)
“¿Transgénicos para qué?”, se pregunta Jaime García, profesor de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR), a la vez que responde que estos deben ser aceptados o no, en función de la realidad nacional.
Junto a García, otros tres académicos e investigadores discutieron la conveniencia o no, así como las implicaciones de la posible aceptación de la solicitud de la empresa estadounidense D&PL Semillas Ltda., de la internacional Monsanto, de sembrar entre una y dos hectáreas de maíz genéticamente modificado en el país.
Los otros participantes del foro, organizado por estudiantes de las carreras del área de agroalimentarias, fueron Felipe Arauz, decano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias; Federico Albertazzi, investigador del Centro de Investigaciones en Biología Celular y Molecular (CIBCM) de la UCR; y Alex May, presidente de la Comisión Técnica Nacional Asesora en Bioseguridad del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
La exposición en el foro de este último generó mucha expectativa, ya que la empresa Monsanto, de acuerdo con la normativa, hizo la solicitud de introducir maíz transgénico a la Comisión Técnica Nacional Asesora en Bioseguridad.
Una vez concluida su ponencia se le consultó a May sobre la posible resolución de la comisión, a lo que respondió que “lo hemos tomado con mucha responsabilidad, y analizado todos los aspectos e información técnica”.
Al cierre de la presente edición, el viernes 30 de noviembre, se desconocía el resultado de la comisión, puesto que se daría a conocer este lunes 3 de diciembre.
Diversas organizaciones ambientales se manifestaron por redes sociales y demás plataformas en Internet, alertando sobre los riesgos de un resultado positivo para la empresa extranjera. Además, se organizó una caminata desde Guanacaste hasta San José en las sedes del MAG  (ver nota aparte).

MÁS QUE UN DEBATE CIENTÍFICO
Para Felipe Araúz, el debate no solo debe de centrarse en los aspectos técnicos y biológicos —aunque sean de gran relevancia—, sino también en los socioculturales y económicos.
“Existe la importancia del efecto que tendría el tema cultural de indígenas y campesinos”, reflexiona Araúz. Para el decano, no hay nada que garantice que si un agricultor siembre por error maíz transgénico, no sea demandado por la empresa dueña de esa variedad que se creó a partir de modificaciones en laboratorio.
Araúz explicó que,  según la legislación internacional, la empresa dueña de la variedad tiene el derecho de demandar al productor que la siembre, aunque sea de manera errónea.
Por otro lado, dentro de los cuestionamientos socioculturales realizados por el académico, el maíz criollo, al cual se le pretender otorgar el grado de patrimonio cultural para el país, perdería ese valor agregado si se llegara a contaminar biológicamente.
Para Albertazzi, es importante estudiar el caso de otros países como Colombia y Brasil, que dijeron sí al maíz transgénico, mientras que, como lo señaló Jaime García, Perú dio una moratoria de diez años al cultivo de maíz transgénico.
Albertazzi resaltó que “lo que se sabe de la diversidad genética (del maíz) es muy poco”. “¿Es Costa Rica un centro de diversidad de maíz?”, se preguntó.
Como resaltaron los participantes del foro, no existe estudio que indique el nivel de riesgo, así como las medidas que hay que tomar al pie de la letra para eliminar o reducir el riesgo de contaminación, ya que cada caso con sus características es distinto.
García se refirió al estudio “Global Environmental Outlook-3” para decir que “la posibilidad de que genes modificados pasen descontroladamente de una especia a otra es un riesgo real”.
Sumado a las implicaciones socioculturales, económicas y de biodiversidad, están los posibles riesgos que tendría el consumo de especies genéticamente modificadas por parte de humanos.
Araúz señaló que no se debe de satanizar ni glorificar la tecnología, “en la agricultura no hay varita mágica, ni los plaguicidas lo han sido”, aseveró.
 

 
Unidos contra los transgénicos
Cuando surgió la noticia de que la empresa Monsanto quería sembrar maíz transgénicos en el país, la academia, grupos ambientalistas y la ciudadanía en general no se quedaron de brazos cruzados sin alertar sobre las implicaciones de dicha solicitud.
Entre las acciones tomadas, está la caminada de cerca de 200 kilómetros desde Guanacaste hasta San José que realizaron varias personas. La caminada llegó a San José el domingo 2 de diciembre al Ministerio Agricultura y Ganadería (MAG) en Sabana Sur, donde se ubica la Comisión Nacional de Bioseguridad.
A la camina se sumó el rechazo de parte del Colegio de Ingenieros Agrónomos. De acuerdo con un comunicado de prensa emitido por Kioscos Ambientales de la Universidad de Costa Rica (UCR), el colegio “llama a anteponer la razón para que no se pongan en peligro nuestras semillas criollas”.
Además, en el mismo comunicado, se destacó la resolución del Consejo Institucional del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) que se pronunció en contra de la liberación de maíces transgénicos en Guanacaste.
En esa misma línea, la Escuela de Biología de la UCR emitió un pronunciamiento donde alertaba sobre el riesgo para las variedades locales de maíz de cruzarse con variedades transgénicas.
Conjuntamente con dicho pronunciamiento, el Laboratorio Audiovisual de Documentalismo Investigativo (LAUDI) de la UCR, adscrito a la Escuela de Biología, lanzó la semana pasada un video de animación en 2 dimensiones (2D), que con datos científicos busca alertar —pero de manera jocosa— los riesgos ya señalados del maíz transgénico.
LAUID trabajó en conjunto con el grupo ambientalista “Bloque Verde” en la elaboración del material audiovisual.
“Bloque Verde nos avisa de la urgencia del tema, nosotros consultamos con la Dirección de la Escuela de Biología para saber si hay lineamiento al respecto, y nos contestan afirmativamente, averiguamos los contenidos básicos de interés de ambas instancias y se crea el trabajo, más o menos en una semana”, comentó Hannia Rodríguez, Productora de LAUDI.

  • Emanuel García Jiménez 
  • Universitarias
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