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Crisis es la predicción para el mundo en el 2013

Un escenario de crisis espera al mundo en el 2013.

Un escenario de crisis espera al mundo en el 2013.
Se cierra el año y las miradas se vuelven hacia el 2013, un escenario internacional descrito con una sola palabra: crisis.
A finales de noviembre, el expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y actual jefe de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias, destacó, en San José, la gravedad de la crisis económica europea. Si acaso, afirmó, “se saldrá en una década”.
Mientras que Estados Unidos podría retomar un crecimiento moderado el año que viene, aunque el proceso de endeudamiento y déficit fiscal del país parece imparable. Para hacer frente a su deuda, que en noviembre superó los $15 billones (15 millones de millones), tendría que reducir su déficit público en $1.2 billones, recortando los gastos del Estado.
“El déficit comercial de Estados Unidos aumentó desde los años 80 —con Ronald Reagan— de $50 o $60 mil millones, a $300.000 millones. El déficit público también aumentó en una cuantía similar, porque los dos déficit se combinan”, decía el economista brasileño, Theotonio dos Santos, en una entrevista publicada en setiembre pasado.
Esos procesos, lejos de estar en vías de solución, parecen agravarse, haciendo difícil prever el inicio de una salida a la crisis. Europa vive un proceso de manera distinta, pero atraviesa, del mismo modo, una crisis profunda.
“El euro es un polvorín que va a explotar”, estimó Alexis Tsipras, el líder de Sryza, el segundo partido en el parlamento griego. “El euro, tal como lo conocemos, es inviable”, afirmó, por su parte, Alberto Montero Soler, profesor de economía aplicada de la Universidad de Málaga (España) y presidente de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS).
CENTRO DE GRAVEDAD
La gravedad de la crisis está clara, pero no sus consecuencias, que se prestan para diversas interpretaciones. Se discute el papel y la importancia de Estados Unidos en el contexto internacional.
Quienes defienden la idea de su decadencia señalan, entre otras cosas, datos como el de su importancia en la economía mundial: “Si en el año 1945 su economía representaba el 50 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, a la altura del 2000 se constreñía al 31 %, y en el 2011 se trocaba en un ya pálido 21.1 %”, una cifra que seguirá cayendo en la medida en que el crecimiento norteamericano sea menor que el promedio mundial.
Quizás por eso el primer ministro singapurense Lee Hsien Loong, dijo, en setiembre pasado en una conferencia en China, que “el centro de gravedad de los negocios mundial ha girado hacia el este”.
Pero agregó otros dos elementos: el primero es que, en su opinión, “Estados Unidos seguirá siendo la superpotencia dominante en un futuro previsible”. Lo segundo es la profunda relación entre la economía china y la norteamericana (muy distinto a la época de la Guerra Fría, entre Estados Unidos y la Unión Soviética), por lo cual concluyó que “es del interés de China sostener el orden internacional”.
Los dos países iniciarán el año nuevo con nuevos Gobiernos. El de China, con un recambio de dirigentes, en un proceso que comenzó en el congreso del gobernante Partido Comunista, en noviembre, y que seguirá en los primeros meses del próximo año, cuando asuman sus cargos los nuevos presidente y primer ministro.
En Estados Unidos, si bien Barak Obama seguirá ocupando la Casa Blanca, su segundo mandato se dará en medio de nuevas circunstancias internacionales y de desafíos económicos internos, lo que difícilmente permitirá que su segunda administración sea un calco de la primera, estiman los analistas.
NUEVOS ESCENARIOS
Entretanto, si en algún lugar del mundo los nuevos escenarios políticos abren grandes interrogantes, es en Oriente Medio. Mientras políticos y periodistas especulan con la idea de “primavera árabe”, los analistas más cuidadosos se plantean un escenario distinto, quizás más realista.
Joschka Fischer, ministro de relaciones exteriores de Alemania, y dirigentes del Partido Verde se preguntaron en setiembre pasado si les esperaba un abismo otoñal en esa región.
“Suenan tambores de guerra aún más ruidosos en Oriente Medio. Nadie puede predecir la dirección en la que el presidente y la mayoría parlamentaria islamistas suníes de Egipto orientarán el país”, dijo Fischer al recordar que en Siria se libraba una batalla por la hegemonía regional.
La crisis más reciente en Palestina, resuelta por ahora con una nueva tregua, es solo otro escenario de un conflicto que pareciera no poder prolongarse indefinidamente, sobre todo después de los cambios políticos en Egipto, pues el presidente egipcio Mohamed Mursi advirtió a los que “estaban llevando a cabo esa agresión, que ellos nunca se impondrían al pueblo de Gaza. Nosotros no dejaremos Gaza sola”.
También habrá que ver las repercusiones que pueda tener en Medio Oriente la admisión de Palestina como Estado observador en la Organización de Naciones Unidas.
Egipto enfrenta dos desafíos que podrían tener grandes repercusiones: volver a la península de Sinaí, de donde retiró sus tropas desde los acuerdos de Campo David en 1979; y reabrir el paso de Rafah, el único acceso a Gaza no controlado por Israel, pero que Egipto mantuvo cerrado desde el 2006.
CRISIS EUROPEA
Por otro lado, en Europa, la naturaleza de la crisis es objeto de los más variados análisis. Mientras que en países como Grecia se toman medidas para recortar la deuda, la de España crece aceleradamente como consecuencia de las mismas medidas económicas, hundiendo el país en una severa crisis social.
“Todos los datos muestran que las políticas de austeridad, que promueven recortes del gasto público (incluyendo el gasto público social) y la reducción de los salarios —la llamada devaluación doméstica— han sido un fracaso, y han creado un enorme daño a la mayoría de las clases populares”, escribió el economista español, Vicenç Navarro.
Los objetivos de esas políticas no son otros que convertir la Europa social en la Europa liberal, y para conseguirlo y vencer las resistencias populares, han creado una gran recesión, imponiendo tales políticas, opinó.
Los resultados parecen insostenibles para España. Con casi 5.7 millones de desocupados (un 25 % de la población activa), la pobreza crece también sin cesar.
En Grecia, la situación es todavía más dramática. Un diario español editorializaba en agosto pasado diciendo: “Más de dos años después de que Grecia fuese intervenida, las medidas de ajuste no han dado sus frutos”.
“Creo que estas medidas de austeridad destruirán a Grecia. La gente ya no tiene ni para comer y nos están recortando cada día el salario, las pensiones y las prestaciones sociales. Y luego dedican el dinero del Estado a los bancos», se quejaba Yannis Messentzis, cuyo salario ha caído un 35 % en los últimos dos años.
En medio de la crisis, la troika, integrada por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, aprovecha para imponer un programa de privatizaciones que contempla hasta las islas griegas. La crisis severa se extiende también a Portugal, Italia y otros países europeos.
AMÉRICA LATINA
Ahora bien, en América Latina el triunfo del presidente Hugo Chávez en las recientes elecciones presidenciales de Venezuela despejó uno de los escenarios políticos más importantes en la región, sin haber eliminado las tensiones políticas en el país, que volverá a las urnas en diciembre y marzo, para elecciones regionales y locales, respectivamente.
En Colombia se desarrolla un proceso de negociaciones entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), cuyo resultado es difícil de predecir. Pero su sola realización implica un cambio profundo con respecto a las políticas del Gobierno anterior, encabezado por Álvaro Uribe.
Con decenas de altos funcionarios presos o sometidos a la justicia por vínculos con los paramilitares y el narcotráfico, Uribe está consciente de que no puede sobrevivir políticamente sin un clima de guerra y los miles de millones de dólares facilitados por Estados Unidos para sostener ese conflicto.
Finalmente, México vio el retorno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder. Ocupando el segundo lugar en crecimiento económico en la región, tanto en 2012 como en 2013, el PIB de México crecerá 3.8 % y 3.3 % respectivamente, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Aunque en 2014 su desempeño no será igual, seguirá entre los mejores de América Latina.
El presidente Enrique Peña Nieto asumió con una propuesta de cambios importantes en su política exterior, como introducir los temas económicos y desarrollar con prioridad su relación con Estados Unidos, en lugar de los temas fronterizos y de seguridad. Al mismo tiempo, anunció su interés de volverse hacia América Latina, un escenario relativamente abandonado en los últimos dos gobiernos conservadores del PAN.

  • Gilberto Lopes 
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