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Mutación de la universidad pública

El plan Bolonia –ya en Costa Rica– busca eliminar el antiguo modelo de la educación pública de calidad, para convertirla al modelo de las universidades privadas, a las que solo pueden tener acceso algunos pocos. La visión capitalista no ve más salida que subir los costos económicos a la educación, al menos que las universidades financiadas por el Estado Benefactor, dependan cada vez menos de él para funcionar.

El plan Bolonia –ya en Costa Rica– busca eliminar el antiguo modelo de la educación pública de calidad, para convertirla al modelo de las universidades privadas, a las que solo pueden tener acceso algunos pocos. La visión capitalista no ve más salida que subir los costos económicos a la educación, al menos que las universidades financiadas por el Estado Benefactor, dependan cada vez menos de él para funcionar.
 
Según el ‘Boletín Oficial de la Junta de Andalucía’ (nº 146, 2007) el Real Decreto establece:
“Las universidades deben financiarse más por lo que hacen que por lo que son, centrando la financiación más en los resultados pertinentes que en los insumos […] Esto supone una diversificación proactiva de sus fuentes de financiación mediante la colaboración con empresas […], fundaciones y otras fuentes privadas. […] Las universidades deben ofrecer planes de estudio, métodos docentes y programas de formación o readiestramiento innovadores que, a las capacidades más propias de la disciplina, sumen otras de carácter más amplio relacionadas con el empleo […] Incluso se pretende ir más allá de las necesidades del mercado de trabajo y estimular una mentalidad emprendedora entre los alumnos”.
Los argumentos a favor de la educación mercantil, afirman que los movimientos estudiantiles anti-Bolonia, lo que hacen es manipular las opiniones de los alumnos. El caso es prácticamente el mismo cuando en Costa Rica el sector neoliberal-empresarial acusa a los profesores de izquierda de ‘lavarles el cerebro a los alumnos’. Lo que significa, para estos reaccionarios, que dichos alumnos –a nivel universitario- son pobres idiotas que no tienen opinión propia para juzgar la situación en la que están inmersos.
Respecto a la mercantilización de la universidad pública, José Luis Pardo ha denunciado que lo que las autoridades políticas no dicen “es que bajo ese nombre pomposo se desarrolla en España una operación a la vez más simple y más compleja de reconversión cultural destinada a reducir drásticamente el tamaño de las universidades -y ello no por razones científicas, lo que acaso estuviera plenamente justificado, sino únicamente por motivos contables- y a someter enteramente su régimen de funcionamiento a las necesidades del mercado y a las exigencias de las empresas, futuras empleadoras de sus titulados; una operación que, por lo demás, se encuadra en el contexto generalizado de descomposición de las instituciones características del Estado social de derecho y que concuerda con otros ejemplos financieramente sangrantes de subordinación de las arcas públicas al beneficio privado a que estamos asistiendo últimamente[“](La descomposición de la Universidad: http://elpais.com/diario/2008/11/10/opinion/1226271612_850215.html).
La elitización de la educación es cada vez más exacerbada. Los nuevos parámetros exigirán, de los nuevos estudiantes, que sus familias tengan cada vez mayores recursos económicos, para poder mantener a un estudiante que se dedique de lleno a sus estudios sin la necesidad de trabajar, pues, ahora, con la nueva estructura educativa, se hace incompatible que una persona pueda estudiar y trabajar para pagarse él mismo sus estudios, debido al aumento de horas presenciales obligatorias, especialmente a nivel de posgrado.
Respecto a la profesionalización del estudiante “según sus críticos, en el proceso de Bolonia la universidad se concibe como productora de individuos válidos para introducirse en el mercado laboral europeo (Ley de Financiación de las Universidades públicas de Andalucía).[ ]No se trata ya de desarrollar y transmitir conocimiento o incluso conocimiento con aplicación social sino de formar trabajadores. (Tuning Educational Structures in Europe). []En este sentido cualquier aplicación social del conocimiento va a tener que ser impulsada por empresas privadas y, por tanto, presumiblemente motivada por intereses privados” (Proceso de Bolonia: http://es.wikipedia.org/wiki/Proceso_de_Bolonia#cite_note-48).
En términos de discurso, se habla de una educación mixta, que comprende  la garantía del Estado Nación y la ayuda del sector empresarial. Pero lo que claramente se busca –so pena de que nos tachen de ingenuos- es  la metamorfosis de universidades públicas en universidades privadas.
 

  • Víctor Alvarado Dávila (Filósofo)
  • Opinión
Spain
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