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Publicación científica muestra riqueza biológica de la Isla del Coco

Desde aspectos geológicos hasta aspectos económicos y sociales, pasando por la descripción de nuevas especies marinas —muchas de ellas propias del lugar—, recoge un suplemento especial de la Revista de Biología Tropical dedicado al Parque Nacional Isla del Coco, ubicado en el océano Pacífico costarricense.

Desde aspectos geológicos hasta aspectos económicos y sociales, pasando por la descripción de nuevas especies marinas —muchas de ellas propias del lugar—, recoge un suplemento especial de la Revista de Biología Tropical dedicado al Parque Nacional Isla del Coco, ubicado en el océano Pacífico costarricense.
Este es el segundo suplemento de dicha revista que se destina a la divulgación científica de las investigaciones marinas en la Isla del Coco y los montes submarinos adyacentes, realizadas en los últimos años por especialistas del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Este parque nacional sobresale a escala mundial por su fauna marina, tanto por su diversidad como por su abundancia. Este santuario natural, de mucha importancia económica para el país por su atracción turística, fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
 
Si bien la Isla del Coco se encuentra bajo un régimen de protección, enfrenta serias amenazas ante la pesca ilegal, especialmente de peces grandes, que son los que contribuyen a mantener el equilibrio en los ecosistemas marinos.
“Se están produciendo cambios que amenazan la riqueza biológica de la Isla del Coco”, advirtió Álvaro Morales Ramírez, director del CIMAR, quien al mismo tiempo celebró el recién creado Viceministerio de Aguas y Mares, perteneciente al Ministerio del Ambiente, Energía y Mares de Costa Rica.
Morales explicó que las primeras investigaciones realizadas por este centro universitario abordaron temas de la diversidad biológica y aspectos oceanográficos de la Isla del Coco, descubierta en 1526.
Posteriormente, “con un enfoque interinstitucional, se le dio continuidad a este esfuerzo”, dijo Morales, y se realizaron seis expediciones con la participación de un grupo multidisciplinario de la UCR y de la Universidad Nacional (UNA). En este trabajo conjunto, se contó con el apoyo financiero del Consejo Nacional de Rectores (CONARE).
También, han colaborado con el CIMAR el Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM) y la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ).
Morales destacó las relaciones interinstitucionales que la UCR ha logrado desarrollar con diversos países y entidades nacionales, como el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y organizaciones no gubernamentales. Con ellos “nos unen muchos esfuerzos y proyectos”, señaló.
Mencionó que también se han efectuado actividades de intercambio de experiencias e información acerca de los cambios y necesidades en las zonas costeras y en las reservas naturales.
LAS INVESTIGACIONES
Jorge Cortés Núñez, editor científico del suplemento dedicado a las investigaciones en la Isla del Coco, explicó que la publicación reúne 24 artículos científicos, a 50 autores y 21 instituciones de cinco países.
Entre los trabajos publicados, hay uno que explica el origen de los nombres geográficos más representativos de la isla y su origen histórico, escrito por Ronald Díaz, Eric Alfaro y Alexia Ugalde.
Asimismo, del oceanógrafo físico Omar Lizano se incluye un trabajo sobre los rasgos morfológicos alrededor de la Isla del Coco y de sus montes submarinos vecinos, Las Gemelas, una cima situada a 165 metros de profundidad que apenas los científicos están conociendo.
Otro artículo publicado se refiere a la biomasa de peces, en el cual se demuestra que si se protege bien un sitio, la naturaleza responde y las poblaciones se recuperan, aseguró Cortés.
Hasta el momento se han contabilizado 1688 especies marinas, de las cuales 45 son endémicas. Igualmente, se ha identificado varias especies de fitoplancton y de zooplancton.
Los estudios han incluido tanto a las poblaciones de aguas someras, como de aguas profundas (más de 50 metros).
Los investigadores Tito Maldonado y Eric Alfaro realizaron una revisión y comparación de escenarios del cambio climático en la Isla del Coco, con proyecciones de la temperatura al año 2080, lo que permite entender qué podría suceder en el futuro.
Otro de los estudios que destacó Cortés es el realizado por Mary Luz Moreno Díaz, investigadora del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible de la UNA, acerca de las actividades económicas del parque y los posibles efectos de la variabilidad climática.
La investigación mostró que el parque genera al año $8.3 millones de ingresos. La mayoría de los turistas que lo visitan lo hacen con el fin de bucear.
Además, se concluyó que ante un posible cambio de la temperatura del agua, alrededor del 30 % de los turistas dejaría de visitar el sitio.
El suplemento de la Revista de Biología Tropical fue dedicado a las personas que han luchado por la conservación de la Isla del Coco, entre ellas el expresidente de la República Rodrigo Carazo Odio, creador del parque nacional en 1978, así como Fernando Cortés, Joaquín Alvarado, Michel Montoya, Carlos Manuel Uribe y el personal del Área de Conservación Marina Isla del Coco.
La empresa Undersea Hunter apoyó con el financiamiento de la publicación y proporcionó material fotográfico.

  • Patricia Blanco Picado 
  • Universitarias
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