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Cinco movimientos políticos, estructurados en numerosos grupos, organizaciones y personalidades, se dan por separado a la tarea de diseñar una plataforma político-ideológica común, que permita consolidar su añorada “gran coalición” o convergencia nacional, que luche por proponer un nuevo modelo de gobierno a la sociedad costarricense.
El inicio de año se convirtió en un verdadero hervidero en los sectores que adversan al Gobierno y al Partido Liberación Nacional (PLN), especialmente después de que el aspirante a la precandidatura presidencial por esta agrupación, Rodrigo Arias, desistió de sus pretensiones debido al poco respaldo que le daban las encuestas y a alegados problemas financieros.
PAC y PUSC dan importante paso
El primer paso en esta lucha contra el tiempo, lo dieron en el ámbito institucional el Partido Acción Ciudadana (PAC) y el Partido Unidad Socialcristiana (PUSC), cuyas dirigencias acordaron, el 10 de enero, iniciar acciones destinadas a integrar una alianza político electoral.
Otro movimiento promovido inicialmente por el expresidente del Banco Central, Jorge Guardia, y conocido como “Coalición hacia el 2014”, realizó un día después otro encuentro de acercamiento de fuerzas y grupos de oposición, entre los que participaron el Movimiento Libertario, las dos tendencias internas del PUSC -Renacer Socialcristiano y Convergencia Calderonista-, agrupaciones de origen campesino y formaciones políticas cantonales, entre otras, y personalidades como el ambientalista Freddy Pacheco y el excandidato presidencial por el PLN, José Miguel Corrales.
Por otro lado, el denominado Grupo de Río Segundo, impulsado desde octubre por el presidente del Partido Alianza Patriótica, Mariano Figueres, prepara para finales de enero una nueva reunión, a la que convocará a otras agrupaciones políticas, con el propósito de convencerlas de la necesidad de construir una gran coalición y un nuevo proyecto político de carácter “progresista” que derrote al “modelo neoliberal” que, a juicio de ese movimiento, han promovido los últimos gobiernos del PLN.
La pregunta que flota en el ambiente político costarricense es: ¿“Existe realmente posibilidad de que una oposición tan atomizada, con posturas ideológicas y proyectos políticos disímiles, logre aglutinarse en un bloque que represente una real alternativa política e ideológica en el país?
“La oposición en Costa Rica perdió tiempo valioso en el 2012 para aglutinarse, especialmente después del fallido experimento de la alianza parlamentaria; pero, aún es posible que se consolide un proyecto, si sus integrantes renuncian a sectarismos e intereses político-partidistas. Sólo así y con una propuesta novedosa y atractiva, lograrán enfrentar y detener a Araya y al PLN”, comentó a UNIVERSIDAD el politólogo Francisco Barahona.
En medio del mar de dudas e incertidumbre, tanto el PAC, amparado en una proclama de principios y bases programáticas plasmada el 5 de diciembre por su Asamblea Nacional, como el PUSC, apoyado por su comité ejecutivo y su presidente Gerardo Vargas, acordaron crear tres comisiones, que se reunirán semanalmente, para dar forma a su proyecto de coalición.
PIEDRAS EN EL ZAPATO
Las “piedras en el zapato” no dejan de incomodar en este proceso de negociaciones, tanto en las del PAC-PUSC, como las de otros movimientos que procuran una gran convergencia nacional.
La gravitación -en forma directa o indirecta- del presidente del Movimiento Libertario, Otto Guevara, salpicado por un escándalo por presunta defraudación en reportes financieros de su agrupación al Tribunal Supremo de Elecciones, y del fundador del PUSC, Rafael Ángel Calderón, cuya imagen resultó seriamente deteriorada por el caso Caja-Fischel, se convierten en factores de desunión en los planes de los sectores opositores.
Guevara y Calderón irrumpieron en el escenario político nacional hace dos meses, al anunciar una alianza de cara a los próximos comicios. Sin embargo, en diciembre el primero de ellos dijo que postergaría sus planes para facilitar los esfuerzos de constituir una coalición.
Aunque ambos bajaron el perfil ante la opinión pública, sus influencias no están ocultas en uno de los movimientos que buscan la unidad de fuerzas: la Coalición hacia el 2014. Calderón tiene allí como enlace al exministro de Educación, Marvin Herrera, mientras Guevara mueve sus alfiles con la figura del secretario general del Movimiento Libertario, Danilo Cubero.
“Ni Calderón ni Guevara estarán en una coalición”, dijo en forma tajante a UNIVERSIDAD la presidenta del PAC, Elizabeth Fonseca.
“No se le puede decir a alguien que no participe”, declaró Freddy Pacheco. La posición del PAC, a cuyo líder -ahora en labores académicas en Estados Unidos, Ottón Solís- le atribuían sus oponentes comportamientos intransigentes -especialmente en materia de alianzas-, puede convertirse en un obstáculo para un eventual acercamiento con la otra iniciativa, comentaron otros asistentes al encuentro del 10 de enero.
De hecho, el viernes 11 no se observaron representantes o dirigentes del PAC en el encuentro de la coalición, en el que Cubero presentó un documento denominado “Nuestras Similitudes”, con un listado de 13 principios y valores y un plan de gobierno compuesto por siete ejes temáticos, que propugna, entre otros puntos, una reforma del Estado, aborda el problema de la seguridad ciudadana, habla sobre desarrollo social, ambiente y política anticorrupción.
OTRO ESFUERZO MÁS
Como parte del mismo espectro, el Grupo de Río Segundo prepara para finales de enero la convocatoria a otro encuentro de personalidades, grupos de la sociedad civil y representantes de partidos políticos, informó el presidente de Alianza Patriótica, Mariano Figueres.
“Al contrario de lo que muchos piensan, nunca como antes hay posibilidad de constituir una alianza y proponer un nuevo modelo político al país, participativo, inclusivo y construido desde las bases”, declaró Figueres a este Semanario.
Figueres, con Alianza Patriótica, fue uno de los primeros en proponer -en lo que sería después el Grupo Río Segundo- un esfuerzo por crear una concertación nacional, que devuelva a Costa Rica “las raíces y el proyecto que el modelo neoliberal le ha arrebatado”.
El grupo, que atrae a sectores que estuvieron vinculados al “No al TLC”, lanzó el “Manifiesto de Río Segundo”, un documento de 14 puntos en el que propone la creación de una “alternativa democrática” y una “revolución ética”.
FRENTE DE ACCIÓN UNITARIA
Siempre en la dirección de diseñar una plataforma programática y una coalición electoral, desde diciembre se formó el Frente de Acción Unitaria (FAU), que a comienzos de ese mes lanzó una propuesta de proyecto de país, denominado “Gente viviendo con dignidad”.
Se trata de un legajo de 27 páginas, en el que un grupo de personas vinculadas a organizaciones sindicales, sociales, magisteriales y ambientales, lanzaron un llamado a “la convergencia y la acción ciudadana por la refundación de una Costa Rica renovada”.
Se trata de un proyecto nacional que consiste en “caminar con nuestros propios pies y pensar con nuestra propia cabeza”, dijo Dennis Cabezas, uno de los líderes de la Central del Movimiento de Trabajadores Costarricenses.
La iniciativa nació al alero del movimiento por la defensa de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Sobre la mesa está además la Agenda Nacional, que si bien no es un proyecto directamente vinculado con los esfuerzos opositores, es un esfuerzo de un grupo de profesionales y empresarios encabezado por el abogado Jaime Ordóñez. Se trata de una propuesta de reformas estratégicas en 20 áreas temáticas para “la Costa Rica del futuro”.
“La oposición tiene que aliarse, para triunfar; no le queda otra salida”, dijo el líder libertario Otto Guevara.
Mientras tanto, Corrales, quien estaba retirado de la política, expresó que acudiría a un llamado de amigos suyos de lanzarse al ruedo, siempre que exista una coalición.
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