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Las autoridades del PAC y del PUSC acordaron impulsar una alianza opositora con un programa de centro ideológico, durante una reunión la semana anterior en el restaurante Antojitos en San Pedro de Montes de Oca. (Foto: Katya Alvarado)
El abrupto abandono de Rodrigo Arias el pasado 4 de enero de la carrera por la candidatura presidencial del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN) para el 2014 -dejando libre el camino al alcalde de San José, Johnny Araya- causó euforia no solo en las tiendas oficialistas, sino también entre la atomizada oposición.
Viendo el anuncio como la derrota y la desbandada del poder arista en la política nacional, diferentes partidos, movimientos y personas particulares, aceleraron el proceso de reuniones para ver cómo hacer viable una propuesta opositora, de cara a las próximas elecciones.
Varios encuentros se dieron la semana pasada, conscientes los grupos de que el tiempo apremia y van cuesta arriba en los intentos para encontrar un liderazgo y una propuesta común, que devuelva la confianza a más de la mitad de los costarricenses que dice en las encuestas estar cansados por el rumbo del país y no quieren otro gobierno liberacionista más, pero no tienen por quién votar.
El pasado jueves 10, los comités ejecutivos del Partido Acción Ciudadana (PAC) y la Unidad Social Cristiana (PUSC), durante una reunión acordaron crear una comisión programática, otra de contactos y otra comisión operativa para dar pasos concretos hacia la formación de una alianza opositora.
La idea es proponer un programa con una ideología de centro, que aglutine a diversos sectores de la oposición, según explicó Elizabeth Fonseca, presidenta del PAC.
El presidente del PUSC, Gerardo Vargas, dijo que en las conversaciones con el PAC han encontrado una coincidencia ideológica y programática que quieren desarrollar.
“Pronto los costarricenses se darán cuenta que hemos sido muy serios en prepararnos para ese momento”, aseveró.
La oposición debe presentar una alternativa ante el desgobierno liberacionista, dijo Vargas, quien consideró que aunque Johnny Araya pueda aparecer con una ventaja por estar identificado ya como candidato de Liberación, lo cierto es que tiene un camino difícil.
“Está lejos del 40% que se necesita y no veo por dónde va a crecer para llegar a eso. Además, le va a costar darles explicaciones a los costarricenses por lo que ha hecho Liberación en los últimos gobiernos”, manifestó.
A su vez, conocidos y no muy conocidos dirigentes del PUSC, Movimiento Libertario (ML), Unión Nacional, grupos sociales y particulares, colmaron el viernes 11 el salón de la Federación Nacional de Asociaciones Voluntarias en barrio Amón, donde lanzaron llamados a integrar un solo bloque opositor sin exclusiones.
Entre los presentes en esa reunión de la llamada “Coalición hacia el 2014”, estuvo la exdiputada del PUSC, Nury Vega, quien había asistido a la reunión con el PAC; Marvin Herrera, de la tendencia Convergencia Calderonista, cercana al expresidente Rafael Ángel Calderón; y Roberto Suñol, precandidato por la tendencia Renacer Socialcristiano.
Danilo Cubero, diputado y secretario general del ML, delegado del presidente libertario Otto Guevara para las conversaciones de coalición, leyó un análisis de las diferentes propuestas programáticas de los sectores de oposición, en el que destacó “múltiples coincidencias”.
Estamos muy contentos porque cada día se suma más gente”, aseguró por su lado el catedrático y biólogo ambientalista Freddy Pacheco, uno de los gestores de la iniciativa, en la que también estuvo inicialmente el economista Jorge Guardia, Guevara y Calderón, aunque decidieron no participar directamente.
Según Pacheco, el retiro de Rodrigo Arias ha generado entusiasmo, porque contrario a lo que algunos dicen, Araya no tiene el camino despejado.
En Costa Rica, la gente quiere un cambio, y para ello se necesita un frente común, porque ningún partido, incluyendo al PLN, puede ganar una elección solo. Recuérdese que a Johnny Araya las encuestas lo ubican con un 18 % de intención de voto en el ámbito nacional y ocupa un 40% para ganar, apuntó.
De acuerdo con el exdiputado José Miguel Corrales, presente en la mencionada cita, a la oposición le ha faltado un elemento aglutinador y “la desbandada de los Arias” es ese elemento que faltaba y ha causado efervescencia.
Por su parte, el historiador y catedrático Óscar Aguilar Bulgarelli opinó que la unidad ya está hecha en la base, en las casas, cuando cerca de un 60 % del país dice (en las encuestas) que no quieren votar por Liberación, que están hartos de lo mismo y no hay por quién votar.
Los que no han logrado acuerdos son grupos y grupitos de poder; lo que se busca es anteponer intereses particulares y hacer la amalgama que dé confianza a la gente, de que los que tomen en las manos ese proyecto político “van a hacerlo con honestidad y que se acabe el chorizo”, señaló.
El socialcristiano Marvin Herrera recordó que históricamente la oposición ha entrado en crisis de divisiones que la han hecho perder, pero cuando se une gana las elecciones.
“Pareciera entonces que la oposición tiene que sufrir estas divisiones para entender que debe unirse para ganar las elecciones. Creo que estamos en un momento histórico de esos, y que ya la oposición está entendiendo, pues todavía hay algunos forcejeos. Pero como aquí se ha dicho, vamos a hacer un esfuerzo para que los dos movimientos de partidos políticos nos unamos en un solo bloque”, afirmó el exministro de Educación.
Precandidatos por la unión
En palabras de Roberto Suñol, aspirante a la candidatura por la tendencia Renacer Socialcristiano, en la base los costarricenses no quieren tener más al PLN en el gobierno, pero “si no tenemos una unidad absoluta no vamos a ganar las elecciones”.
Para la exdiputada Epsy Campbell -quien dice estar esperando a que culminen procesos internos en el PAC para anunciar oficialmente su precandidatura- son importantes los intentos que se están haciendo para generar un proceso de alianza en la oposición.
Aunque lo ve difícil, cree que es posible llegar a un acuerdo para vencer al PLN, que “de todos modos es el Liberación Nacional más pequeño de la historia, y ha demostrado que es un poder para beneficiar solo a unos sectores y lo hace cada vez de manera más corrupta y descarada”.
Mientras tanto, el diputado Juan Carlos Mendoza -precandidato del PAC, igual que el también diputado Claudio Monge y el historiador Luis Guillermo Solís- se declaró optimista con toda la efervescencia que hay en sectores sociales, productivos y políticos, en procura de lograr un gran acuerdo nacional para una coalición, que debe tener como eje un programa común.
“Estimo que a marzo deberíamos tener ya muy avanzado ese proceso. Creo que tenemos los insumos del caso, con propuestas como la que hizo el Foro de Acción Unitaria, la que hizo el grupo de Río Segundo, o la del grupo Agenda Nacional”, comentó.
Contra el tiempo
Contrario al optimismo de los dirigentes políticos de oposición, el sociólogo José Carlos Chinchilla consideró que esta va contra el tiempo para la lograr una alianza y lo que no haga en los próximos dos meses ya no lo logrará.
Recordó que los partidos están en los procesos internos de renovación de estructuras para cumplir los requisitos del TSE, y tienen por delante una negociación para nombrar los precandidatos y pareciera que el tiempo no alcanza.
“Creo que este es un mes de negociaciones fuertes y el mes entrante son las decisiones; si a mitad de febrero no tienen algo claro va a ser difícil que lo logren”, advirtió.
Por otro lado -como un punto a favor de la oposición- cree que el PLN con Johnny Araya no va a crecer. Araya figuraba como el candidato de oposición a los Arias dentro del PLN, lo que le generó simpatías dentro y fuera, pero una vez que Rodrigo Arias se retiró pierde ese carácter y se convierte en el candidato a vencer por algunos sectores. Por eso considera que no va a crecer y las encuestas dirán si crece o no.
El empresario Román Macaya, quien meditó la posibilidad de presentar su precandidatura en el PAC y luego se retiró de la actividad partidaria, opinó como observador que “el trabajo de la oposición es un trabajo cuesta arriba”.
A su parecer, la oposición requiere de un gran acto político que capte la imaginación de los costarricenses. Hasta ahora lo que se ha visto es a posibles aspirantes a las precandidaturas haciendo un trabajo de hormiga, con entrevistas y conversaciones por redes sociales.
Si la oposición quiere tener posibilidad en la próxima elección, se tiene que dar ese gran acto político, que se constituya en un parteaguas de donde salga un líder que va a conducir; “si eso no se da, francamente lo veo muy cuesta arriba”, puntualizó Macaya.
Agregó que eso además tiene que estar respaldado por una agenda muy en sintonía con el sentir nacional, para que tenga una posibilidad real la oposición.
En su criterio, en el PLN hay una gran motivación por todas las renuncias de precandidaturas que ha habido (Antonio Álvarez, Rodrigo Arias y Fernando Berrocal), por lo que no va haber un pleito interno; pero, cualquier cosa puede pasar de aquí a las elecciones, para las que todavía quedan muchos meses.
La diputada Patricia Pérez, a quien se menciona como posible precandidata del ML, ve difícil una unificación de las fuerzas de oposición, y si se diera tendría que ser en torno a temas y no a personas, como en su criterio está ocurriendo en este momento. “Si la gente no cede espacios y piensa en los problemas del país verdaderamente, y no acomodándose los unos y los otros, creo que la gente que tiene interés en resolver los problemas del país va a tener poca participación, expresó.
Entretanto, Clara Barrios, docente de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, también considera difícil que pueda haber una coalición opositora con la suficiente consistencia y con un proyecto debidamente consolidado para el 2014.
No obstante, espera que se logre una propuesta de oposición, porque si no, no habría escenario alternativo al PLN, lo que resultaría increíble, dice Barrios, tras advertir que ella no oculta su posición, contrario a los analistas que dicen ser objetivos.
Aunque Liberación Nacional ha demostrado que es una maquinaria electoral cien por ciento afinada, por otro lado Johnny Araya es un candidato desgastado, porque tiene 20 años de estar en la Municipalidad de San José y ha sido cuestionado dentro del propio ayuntamiento y fuera de él.
“Me parece que sí podría haber un cambio si los costarricenses nos ponemos de acuerdo, e incluso no tanto fijándonos en los partidos, sino que podríamos pensar en una oposición de grupos comunales”, aseveró.
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