El nuevo helicóptero MD600N es el único de los que tiene la Fuerza Pública en servicio; otros con más de 30 años están en mantenimiento. (Foto: Ministerio de Seguridad Pública)
Ante la urgencia de contar con los aparatos para el rescate y la vigilancia aérea, el Gobierno decidió negociar directamente con Estados Unidos (EE.UU.) la compra de dos helicópteros MD600N.
La primera aeronave fue recibida en diciembre pasado y la segunda será entregada en mayo próximo.
¿Y por qué no se gestionó la adquisición de los helicópteros de gobierno a gobierno como parte de los programas de ayuda estadounidense para la lucha antidrogas, en vez de pagar los $7.6 millones (¢3.750 millones) que costaron esos aparatos y con tantas necesidades en el Ministerio de Seguridad Pública (MSP)?
No es que no se ha hecho la gestión, sino que el gobierno de EE.UU. enfoca dónde quiere que se utilicen los fondos que está donando, y el interés primordial de ellos en este momento es colaborar en la lucha antidrogas por la vía marítima.
Esta es la explicación que dio Marcela Chacón, viceministra del MSP, a propósito de denuncias públicas  sobre un supuesto sobreprecios en esos helicópteros, que hizo el exministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal.
Cuando aún estaba en campaña por la precandidatura presidencial del gobernante Partido Liberación Nacional y antes de darle la adhesión al precandidato Johnny Araya, Berrocal aseguró que los helicópteros que se compraron eran naves de lujo, no apropiadas para labores policiales y de rescate de la Fuerza Pública, por lo que había algún descontento entre personal de la Sección Aérea.
Es un “negocio tigre” que debe investigarse, afirmó el exministro, tras señalar que el vicepresidente de la República Luis Liberman y el ministro Mario Zamora debían dar explicaciones por la mala negociación que hicieron.
Tras declaraciones de un vocero de la embajada estadounidense, en el sentido de que el precio incluía el cobro de cerca de $500 000 (¢250 millones) por helicóptero en concepto de asistencia técnica, Berrocal criticó que le hubiera pagado ese dinero a EE.UU., como si el país más poderoso del mundo lo necesitaría.Además, por más tecnología que se les pusiera a las naves, no  se puede creer que por cada aparato se hubiera pagado $3.3 millones. Si fue así, lo que se facilitó fue un “negocio tigre” a una empresa privada norteamericana, escribió el exministro en un artículo de prensa.
Consultado al respecto, el vicepresidente Liberman aseveró que “don Fernando anda inventando cosas”. Después del huracán Thomas (2010) “no podíamos seguir pasando las vergüenzas de tener que pedir prestados los helicópteros cada vez que teníamos problemas”.  Entonces se le pidió al MSP negociar la adquisición de estos aparatos  dentro del marco de la ley que permite la compra directa de país a país, y eso fue lo que hizo el Ministerio. “¿Cuánto pagaron? Yo me enteré el día que lo pagaron; ellos lo negociaron; yo no tuve nada que ver con eso”, alegó Liberman.
DE GOBIERNO A GOBIERNO
Zachary Hyleman, subjefe de la oficina del representante de Defensa de la Embajada de EE.UU., coincidió en que fue una compra de gobierno a gobierno. Se hizo a través del Programa para Ventas Militares (FMS en inglés), del Departamento de Defensa. Por medio de este programa los gobiernos pueden hacer compras de cualquier  tipo de equipo −aunque no sea militar−, para aprovechar la experiencia del gobierno de EE.UU. al hacer la compra, explicó.
Hyleman dijo que el primer contacto lo hizo el vicepresidente Liberman, quien pidió ayuda al Comando Sur para adquirir los helicópteros, durante una visita que hizo al país en el 2011 el general Douglas Fraser, jefe de dicho comando.
De acuerdo con el funcionario, no participó ningún intermediario privado, y dijo que él trabajó directamente con el ministro Zamora, la viceministra  Chacón y con el coronel Oldemar Madrigal, jefe de la Sección Aérea del MSP.
Por la parte norteamericana trabajó un equipo en el que participó el Comando Sur y el departamento de servicios de seguridad al exterior, que incluía pilotos y mecánicos, el cual hizo un estudio de las capacidades del Servicio de Vigilancia Aérea de Costa Rica para mantener helicópteros y de la utilización que se les daría.
Ellos presentaron una lista de opciones de helicópteros y fue la decisión del Ministerio comprar este modelo, porque era la mejor alternativa por el precio y las capacidades de los aparatos, relató Hyleman.
El precio fue de un poco más de $6 millones (¢3000 millones) por los helicópteros propiamente dichos, más el cobro de la asistencia técnica. En caso de que esta no se llegara a utilizar en su totalidad, el dinero será devuelto.
Aseguró que entidades del gobierno de EEUU, incluida la Guardia de Fronteras, utilizan estos helicópteros, y otros gobiernos los están comprando, como Brasil, que acaba de adquirir 20 aparatos.
Esto en alusión a una investigación hecha por la Oficina General de Cuentas (GAO, en inglés)  para un congresista estadounidense, que registró el descontento que había entre pilotos y mecánicos de la Policía de Fronteras por la adquisición de un lote de helicópteros MD600, que consideraban inseguros, difíciles de maniobrar y caros de mantener, entre otras críticas.
Miguel Aguilar, empresario de helicópteros que representa a la casa fabricante en el país, recordó que lo anterior sucedió en el 2002, luego de un accidente de uno de los aparatos, lo cual asustó a los pilotos. Pero, el accidente fue por impericia de los pilotos, quienes luego aprendieron el manejo correcto del aparato, y la Policía de Fronteras sigue utilizando los diez helicópteros que compró, según afirmó.
Defendió que en la compra que hizo el gobierno de Costa Rica no hubo intermediario privado, y él participó en representación de la fábrica.
El Gobierno decidió adquirir los helicópteros a través de FMS, porque es la manera más cristalina de comprar una máquina de estas cuando no se tiene el conocimiento. Ellos se hacen responsables de la fabricación, la recepción, el entrenamiento de mecánicos y pilotos, y del seguro mientras vuelan y prueban el helicóptero en EE.UU., acotó.
Aguilar sostiene que aunque el modelo básico para uso civil pueda costar alrededor de $2.6 o $2.7 millones, es un error hablar de un precio fijo, porque cada aparato se acondiciona de acuerdo con las necesidades del cliente, y el precio depende de eso.
NECESIDAD
La viceministra Chacón declaró que los helicópteros MD600N fueron recomendados por el Departamento de Defensa de EE.UU. Ellos mandaron un listado de opciones dentro del rango presupuestario que tenía el MSP, que se envió al Servicio de Vigilancia Aérea, donde el equipo técnico del director Oldemar Madrigal emitió un criterio que recibió el ministro y con base en él se decidió la compra, dijo.
Estos helicópteros son de la misma casa a la que pertenecen los MD500 que tiene la sección aérea del MSP y llevan 30 años de estar volando. Los pilotos y los mecánicos ya tienen experiencia en ese helicóptero, por lo que la transición resulta mucho más sencilla para ellos, adujo.
“Los helicópteros son una necesidad urgente; no quisiera que hubiera otro terremoto o inundación, y que mientras estamos pidiendo un helicóptero a un gobierno amigo −todo el tiempo que tarda en llegar− la gente nuestra esté debajo de escombros”, insistió.
En su opinión, “no se puede ser tan mezquinos de pensar que la policía tiene que seguir recibiendo equipo de segunda categoría; hay que tener las herramientas idóneas para poder cumplir con las diferentes misiones que tenemos”.