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Los jugadores de la Selección Nacional cuando celebraban el título de la Copa UNCAF, tras vencer 1 por 0 a Honduras el pasado domingo 27 de enero en el Estadio Nacional.
Dos buenas noticias se desprenden del torneo de la Unión Centroamericana de Futbol (UNCAF). En primer lugar, la Selección Nacional conquistó el pasado domingo el título de campeona centroamericana y le ganó la final a Honduras, defensora del título, 1-0. En segundo, en 450 minutos de acción, la retaguardia de la Tricolor solo permitió una anotación, hecha por Guatemala en el tercer juego del Grupo A.
Belice, Nicaragua, El Salvador y Honduras se quedaron en blanco, gracias al extraordinario trabajo del portero Patrick Pemberton, escogido como la figura del torneo, y de la zona defensiva de la Tricolor, bien parada por el centro con Michael Umaña y Giancarlo González.
En ediciones pasadas, se comentó las informaciones previas del torneo: la UNCAF era una especie de pastel para Costa Rica, que acomodó el calendario a su gusto, en un grupo sumamente fácil (compuesto por Belice, Nicaragua y Guatemala).
Se suponía, y así se dio, que habría más equilibrio en el Grupo B, con Honduras, El Salvador y Panamá, tres selecciones que empataron todos los partidos entre ellas, clasificándose los catrachos en el primer lugar porque anotaron dos goles, mientras que cuscatlecos y canaleros fueron a un sorteo para definir el segundo lugar, que se lo dejaron los salvadoreños.
El resultado de esta rifa impidió que se enfrentaran en el torneo Costa Rica y Panamá, precisamente las dos selecciones que el próximo 6 de febrero abren la hexagonal —eliminatoria en procura de tres campos y medio al mundial en Brasil—. El no haber enfrentado a Panamá disgustó mucho al entrenador nacional, Jorge Luis Pinto, que deseaba este compromiso como parámetro.
Reconocidas las facilidades que le ofrecía al seleccionado anfitrión la modestia del evento, hay rescatar que Costa Rica no se hundió, fue de menor a mayor, jugó la primera fase ante la hostilidad de su afición. Esta última exigió un mejor fútbol y más presencia ofensiva, aunque tuvo que reconocer (sin mucho entusiasmo) que el equipo de Pinto mejoró mucho ante El Salvador y jugó un primer tiempo de fútbol moderno frente a Honduras en la final, lo mejor del certamen.
Ahora, si se hace mención al buen trabajo de la zona defensiva de la Tricolor, se debe cuestionar lo que se hizo en la parte ofensiva, tan tímida y raquítica como lo retrata la misma estadística. En ninguno de los cinco partidos pudo Costa Rica anotar dos goles, a pesar de enfrentar a representativos de poco poder. Es más, esta edición de la UNCAF pasará a la historia como una de las más pobres ofensivamente hablando, pues solo en dos de sus 15 juegos se metieron dos goles o más.
LA CORONA MOTIVA
Separando la modestia de la competencia, lo flojo de los rivales de Costa Rica, el pésimo horario del torneo, que atrapa a los técnicos de las selecciones sin poder contar con los legionarios por no ser fecha Fédération Internationale de Football Association (FIFA, por sus siglas en francés), además de que la mayoría de los actores vienen de disfrutar su receso de vacaciones y están fuera de ritmo, no se puede negar que la conquista del título por Costa Rica oxigena positivamente su presencia en la hexagonal.
El solo hecho de superar en la clasificación a Honduras y Panamá, dos rivales de esta hexagonal, es buena señal para los nuestros. Los tres equipos jugaron en idénticas condiciones, sin sus estrellas que militan en el exterior.
Quedó la sensación de que Panamá no es tan fuerte como lo pintan los propios analistas deportivos costarricenses y que a Honduras se le pueden restar puntos como se hizo en el juego final. Iniciar la hexagonal como campeones centroamericanos es un punto a favor de Costa Rica
Otro muy interesante fue mirar en la UNCAF rostros nuevos de algunos futbolistas, quienes sin ser habituales en las convocatorias del entrenador aprovecharon la oportunidad y parecieron preparados para tener presencia en la eliminatoria.
Los dos Rodríguez, Ariel y Osvaldo, fueron protagonistas y titulares en la formación de Pinto; el lateral Juan Diego Madrigal tuvo muchos minutos; un poco menos Delber Cameron y Luis Miguel Valle.
Tuvieron un magnífico torneo el portero Pemberton, los defensores Umaña, González y Christopher Meneses; el mediocampista Celso Borges y, en los juegos de cierre, Rodney Wallace.
Alvaro Saborío indiscutible como ariete, alternó con Randall Brenes, Jairo Arrieta —máximo goleador del torneo con dos “pepinos”, promedio bajísimo—, y Cristian Lagos que solo jugó un partido y le anotó a los pinoleros.
Como bien lo expresó el timonel del seleccionado, más de diez jugadores que se presentaron en la UNCAF engrosarán la lista definitiva de futbolistas que arrancarán la eliminatoria en Panamá y que se anunciaría a inicios de la presente semana.
AVENTURA DE HOMBRES
No se hace complicado presagiar que en la lista de Jorge Luis Pinto estarán los porteros Pemberton, Keylor Navas y Daniel Cambronero; los defensores Salvatierra, Umaña, González, Meneses, Salazar, Roy Miller, puede que Johnny Acosta, Cristian Gamboa, Heiner Mora y Bryan Oviedo.
En el mediocampo, Celso Borges, Ariel Rodríguez, Osvaldo Rodríguez, Yeltsin Tejeda, Rodney Wallace, Bryan Ruiz, Michael Barrantes, Cristian Bolaños, Nelson Monge y quizá Pablo Gabas; en ataque, Álvaro Saborío, Randall Brenes, Cristian Lagos, Jairo Arrieta, Joel Campbell y algún otro nombre sorpresivo por ahí.
Tampoco hay muchas dudas de una eventual formación titular para enfrentar a Panamá, con un 4-5-1. De portero Pemberton o Navas; defensores Gamboa, Umaña, González y Oviedo (Meneses); mediocampo Borges, Barrantes, Ariel Rodríguez, Ruiz y Bolaños; y atacante: Álvaro Saborío.
Desde luego que según se presentan las características de cada partido, el estratega de la Tricolor puede pasar rápido a un 5-3-2, jugando con líbero y dándole a Saborío otro compañero de ataque.
Por ahora, digamos que el campeón de Centroamérica abre la hexagonal en Panamá, una afirmación que no se podía expresar hace una semana.
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