Las declaraciones de la señora Elizabeth Odio Benito, exjueza de la Corte Penal Internacional, en la edición del Semanario UNIVERSIDAD del 5 diciembre del año pasado, ignoran que la situación actual es producto de las administraciones del PLN y PUSC durante los últimos 25 años.
Doña Elizabeth fue Segunda Vicepresidenta y Ministra de Ambiente y Energía en el gobierno de Miguel A. Rodríguez (1998-2002). Además, fungió como Ministra de Justicia en las administraciones de Rafael A. Calderón (1990-1994) y Rodrigo Carazo (1978-1982), época en la que fue Procuradora General de la República.
Todas esas administraciones, supeditadas a políticas del Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, preparaban el terreno para la aprobación del CAFTA, el cual violenta otros tratados internacionales ratificados por Costa Rica y cuya cereza es coronada con el Plan Puebla Panamá, hoy denominado Proyecto Mesoamérica.
La desigualdad, la pobreza y la violación de Derechos Humanos generan violencia que se construye mediante procesos a los largo de décadas, en los que intervienen funcionarios públicos de altos cargos públicos como la señora Odio Benito.
Coincidimos con ella que aunque la “democracia está en crisis” y “se antepone el interés individual”, “aún estamos a tiempo de hacer cambios”.
Ojalá sus palabras se hagan realidad, y con sus buenos deseos logre borrar los ingratos recuerdos que tenemos los ecologistas, por sus actitudes, desplantes, indiferencia y falta de diálogo frente a demandas y denuncias cuando enfrentamos luchas como el Combo ICE en el año 2000.
A cargo del MINAE ella no favoreció diálogos con el sector ambiental y más bien respaldó el COMBO que afectaba al sector energético, ecológico, económico y social, pues pretendía derogar varios artículos de las leyes Forestal y de Parques Nacionales, para favorecer la apertura de las Áreas Silvestres Protegidas y la ocupación de Territorios Indígenas.
La directriz institucional que impidió a los y las funcionarias del MINAE sumarse al movimiento popular contra el COMBO ICE, fue un duro golpe para el movimiento sindical y quizá anticipo de la ley mordaza que hoy horroriza a la exjerarca ambiental.
Las barreras que los gobiernos establecen con las personas obligan a protestas singulares como las que tuvimos que hacer a favor de la causa indígena, frente al restaurante Le Chandelier en barrio Los Yoses, durante un almuerzo de la entonces Ministra del Ambiente.
En otra oportunidad, interrumpimos su discurso de cierre en un congreso internacional sobre los bosques en el hotel Corobicí, a través de una pancarta para impedir la tala de miles de árboles en la península de Osa.
Las deficiencias institucionales de las que habla doña Elizabeth enmarcan su falta de atención y apoyo desde el MINAE para terminar con la crueldad en el trato de los animales en cautiverio en los zoológicos nacionales, permitiendo la continuidad del contrato de la Fundazoo, escuchando sólo la versión de esa fundación y decepcionando a técnicos, científicos y ONG.
Señala la exjueza internacional que “siempre ha habido corrupción en los diferentes niveles, público y privado”,  lo que nos recuerda el Decreto 26750 suscrito por José María Figueres y René Castro en 1998, para eximir a la empresa MKJ Xploration, mejor conocida como Harken,  de la presentación del estudio de impacto ambiental en la etapa de prospección petrolera.
Ese Decreto permitió el 12 de agosto de 1999, a Miguel A. Rodríguez y a doña Elizabeth, otorgar un contrato por 20 años en un área de 5600 kilómetros cuadrados correspondiente a la licitación petrolera # 1-97.
Declara la exfuncionaria pública que “cada quien defiende lo que cree que le interesa defender y no oye los intereses de otros grupos”; como recordándonos que siendo Ministra del Ambiente autorizó la mina Bellavista, ignorando la opinión del pueblo y expertos que anticiparon el colapso sucedido en octubre 2007.
Ojalá que la “cirugía profunda” de la que habla la exjueza internacional, la realicen personas con experiencia y con una nueva conciencia inspirada en costarricenses como Juanito Mora, Cañas, Pancha Carrasco, Carmen Lyra, e indígenas como Pablu Presbere y otros, a favor del respeto a la soberanía, de la democracia, de los recursos naturales y territorios indígenas.