El Parque Nacional Rincón de la Vieja es Patrimonio Natural de la Humanidad (Foto: archivo).
Abrir el Parque Nacional Rincón de la Vieja a la explotación geotérmica, por parte del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), plantea la disyuntiva de si se debe permitir un cambio de uso en una porción de esa área protegida o modificar sus límites, para generar allí electricidad.
Tal es el dilema que actualmente enfrentan los diputados de la Comisión Especial Permanente de Ambiente de la Asamblea Legislativa −donde se tramita la iniciativa bajo el expediente 17.680−, el Área de Conservación Guanacaste (ACG) −que administra el Parque y forma parte del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC)−,  el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el propio ICE.
La decisión que finalmente quede plasmada en dicho proyecto de ley tendrá implicaciones más allá de este caso particular, pues −aunque todas las fuentes consultadas coincidieron en que debe verse cada caso por aparte− lo cierto es que sentará un precedente sobre cómo explotar los recursos energéticos en parques nacionales.
Ese proyecto propone que poco más de 1.000 hectáreas (ha.) del Parque Nacional sean desafectadas y queden en control del ICE, lo cual se le repondría con un área de igual o mayor tamaño, luego de que estudios técnicos demuestren la idoneidad biológica, además de un pago de dinero que alcanzaría los $600 000 por año durante 30 años.
Desde el MINAE, la viceministra de Ambiente, Ana Lorena Guevara, se mostró cauta al respecto, aunque subrayó que la modificación de límites del parque implicaría la sustitución del área que quedaría en manos del ICE y que el ACG mantendría la posibilidad de establecer conjuntamente  protocolos de manejo de la zona afectada (ver recuadro).
UNIVERSIDAD buscó también la posición del ICE sobre el tema. Bajo instrucciones de la oficina de prensa institucional, se enviaron oportunamente varias preguntas a esa dependencia y aunque al cierre de edición por teléfono informaron que las respuestas estaban siendo revisadas, no se contó con ellas a tiempo.
“MANEJADO POR ESPECIALISTAS”
El volcán Rincón de la Vieja fue establecido como parque nacional en octubre de 1973 y de acuerdo al sitio en Internet del ACG (www.acguanacaste.ac.cr) abarca una extensión de 14.300 ha.
La ubicación del proyecto geotérmico es lo que ha generado preocupación en el ACG, ya que el sitio apuntado en el plan original luego fue modificado, de manera que la propuesta actual afectaría los sectores Las Pailas y Santa María, en los cuales se concentra la actividad turística.
Alejandro Masís, director del ACG, expresó que consideran positiva la idea de un proyecto geotérmico con ciertas consideraciones, en vista de que “no se trata de una finca cualquiera”, sino de un sitio que ha sido parque nacional durante 40 años y es Patrimonio Natural de la Humanidad, por lo cual “merece un tratamiento especial, y debe ser manejado por los especialistas del SINAC”.
Masís detalló que el 85 % del área pretendida por el ICE está cubierto por bosque en su mayoría primario y protege valiosos cauces de ríos. Además, llamó la atención porque la construcción de un proyecto geotérmico implica obras de infraestructura como caminos e introducción de maquinaria.
Por ello, el ACG propone que en lugar de una segregación, el sitio siga siendo parte del parque y se le otorgue un “permiso especial” al ICE para establecer la explotación geotérmica. En su opinión, la segregación sería “un precedente nefasto” y “estaríamos ante una imposición política en contra de los criterios técnicos. Siento que mucha gente está de acuerdo en que se segregue y simplemente el ICE haga lo que quiera y que olvidemos 40 años de conservación de la biodiversidad”.
Por su parte, el diputado José María Villalta −quien forma parte de la mencionada comisión legislativa−  comentó que la geotermia es una actividad “que debemos promover, porque se trata de un tipo de energía rentable más limpia y barata, y mucho menos impactante en el ambiente que la hidroeléctrica, donde vemos proyectos tan conflictivos como el de Diquís o Pacuare”.
Sobre la manera de implementar un proyecto de explotación energética, el diputado advirtió del riesgo de romper con el principio de que los parques nacionales son para salvaguardar la naturaleza, ya que   otorgar un permiso para llevar a cabo una actividad extractiva en esos territorios “es un precedente muy peligroso, porque se rompe con esa exclusividad de los parques”.
Desde su perspectiva, la única es mediante una modificación de límites: “es un mecanismo permitido por la Ley y que implicaría que el área que se va a usar se excluye del parque y en su lugar se le adiciona un área del mismo o mayor tamaño y valor ecológico”.
Villalta aclaró que no se propone una mutilación del parque, sino un cambio de límites “siempre y cuando sea viable”. Calificó la posición del ACG como “más peligrosa”, dado que la concesión de un permiso de uso dentro del parque es “abrir un portillo; el día de mañana pedirán permisos dentro de parques nacionales para actividades que podrían incluir desde la generación hidroeléctrica hasta la minería”.
 

 
Ana Lorena Guevara, viceministra de Ambiente:
Buscamos un modelo equilibrado



La viceministra de Ambiente Ana Lorena Guevara atendió personalmente consultas de UNIVERSIDAD sobre la idea de explotar energía geotérmica en el Parque Nacional Rincón de la Vieja.



¿Qué necesidad hay de llevar a cabo este proyecto de explotación de energía geotérmica?

-Estudios preliminares muestran un potencial importante en Costa Rica y se trata de una fuente mucho más estable a lo largo del tiempo que la hidroeléctrica.

El país debe encontrar un modelo que permita aprovechar la energía geotérmica de fuentes volcánicas que se encuentran en parques nacionales. Este proyecto de ley es claro en que no cabrá la posibilidad de una desafectación o cambio de límites en el Parque, hasta que no haya estudios técnicos que demuestren que el sitio puede ser compensado con otras áreas o de alguna otra manera. Tenemos dos grandes necesidades: la de mantener servicios ecosistémicos de los parques nacionales y zonas protegidas en general, y la necesidad energética.



El ACG ha dicho que el proyecto podría tener un impacto en la actividad turística.

-Así como buscamos un modelo equilibrado entre conservación y demanda energética, también el concepto turístico puede ser modificado. Dentro de los protocolos de manejo que se establezcan, el ACG le puede decir al ICE cómo manejar los senderos dentro del territorio planteado para la geotermia. Además, cualquier cosa que se haga podría ser parte de la atracción turística. Desde el punto de vista de los corredores biológicos, se busca que no se afecte a las especies de fauna.



¿Es lo más adecuado la segregación del terreno o más bien mantenerla bajo la administración del ACG?

-Con cualquiera de los dos modelos se sientan precedentes importantes y ninguna de las dos decisiones va a ser fácil.

En primer lugar, si hay una desafectación y se cambiaran los límites del parque, el proyecto mismo plantea la posibilidad de compensar con áreas similares, de manera que cambiaría sus  límites en base a los estudios técnicos.

Por otro lado, en este momento en las áreas silvestres protegidas sólo se permiten usos de investigación, capacitación, turismo  o ecoturismo y recientemente las torres de telecomunicaciones.

Con un permiso de uso, el ACG mantiene la administración del área del proyecto, pero ello también se puede compensar a través de la medida prevista en el proyecto de ley, a través de unos protocolos de actuación conjunta acordados entre el ICE y el ACG.

Hay que considerar cuáles son las ventajas y desventajas para el ICE según los costos en tiempo y recursos para la inversión. Buscamos un diseño modelo en el que dos necesidades pueden ser complementadas y encontrar un punto de equilibrio.

Si el país toma esta importante decisión, debería estudiar caso por caso sin generalizar y hacerlo con una empresa pública, pues median intereses del país en ambiente y desarrollo. En ambos casos hay un riesgo importante y se debe tener en cuenta la relación costo-beneficio, y sobre todo que se trata de dos entidades públicas que deben encontrar la forma de solventar las necesidades del país. Lo más importante es que Costa Rica vaya hacia un modelo  que muestre al mundo que es posible desarrollarse de la mano con la naturaleza.