Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Representantes de municipalidades que se declararon cantones libres de transgénicos y organizaciones aseguran que continuarán en la lucha.
Hasta ahora no existen estudios −aceptados internacionalmente− que establezcan que los productos genéticamente modificados no sean seguros, sostiene Adrián Vargas, representante de la empresa Monsanto, cuyas semillas serán sembradas en Chomes de Puntarenas por la firma D&PL Semillas Lda.
Semanas atrás la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad del Servicio Fitosanitario del Estado (CTNBio) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) autorizó la siembra de tres tipos de maíz transgénicos en Chomes de Puntarenas; sin embargo, diversos sectores se han opuesto a la decisión y una acción de inconstitucionalidad tiene detenido el avance del cultivo.
La compañía D&PL Semillas Ltda. solicitó el permiso para sembrar tres variedades genéticamente alteradas, específicamente el maíz amarillo Yieldgard II, resistente a lepidópteros; el maíz amarillo Roundup Ready, tolerante al glifosato; y el maíz amarillo CCR, tolerante al glifosato y al gusano de raíz Diabrotica.
El objetivo de dicha empresa es lograr la siembra de ensayos de maíz con semillas de la empresa Monsanto, en un terreno que no supera una hectárea, para producir las semillas y exportarlas a su país de origen.
Los sectores que se han organizado para evitar la siembra de maíz y productos transgénicos en general, han emprendido una lucha con diversas instancias legales y sociales, mientras que la compañía asegura que cumplen a cabalidad con los requerimientos que exige cada país donde solicitan permisos.
A continuación se ofrece un extracto de la entrevista con Adrián Vargas.
Con la reciente aprobación para la siembra de tres tipos de maíz transgénico, quisiéramos conocer cuáles son las características fundamentales de este tipo de maíz.
−Son maíces genéticamente modificados, para resistir el ataque de ciertos insectos y tolerar la aplicación de herbicida. Estos son cultivados por agricultores de 29 países, quienes −por los beneficios ambientales y económicos que ofrecen los cultivos GM− optan por esta alternativa tecnológica.
¿Cuál es el objetivo de esta siembra (investigación, cultivo u otros)?
−Las autorizaciones son básicamente para multiplicación de semillas y exportación del producto. De este modo, el producto de las cosechas, de los materiales aprobados para siembra, será exportado a otros mercados; esto en concordancia con las normas vigentes sobre el tema en Costa Rica.
¿Durante cuánto tiempo se llevaría a cabo la siembra?
−El ciclo del cultivo es cercano a 120 días.
Ante la acción de inconstitucionalidad presentada por algunos sectores y la suspensión del permiso, ¿cuál es la posición de ustedes?
−Es una posición de respeto hacia la autoridad y a la espera que se dé la resolución por parte de la Sala IV. En Monsanto seguimos rigurosamente los requisitos impuestos por las regulaciones de los distintos países en donde solicitamos permisos para sembrar nuestras tecnologías. Estamos evaluando la acción presentada para hacerle llegar a la Suprema Corte nuestros argumentos.
¿Qué medidas tomarían en caso de no poder realizar la siembra?
−Verificar las causas de la negativa, apegarnos a la ley y trabajar en equipo, para brindar cualquier información que las autoridades requieran.
Hay sectores que plantean una serie de preocupaciones con respecto a esta siembra, sobre todo de polinización y afectación de tipos de maíz criollos. ¿Qué respuesta tienen ante dichas dudas?
−A la fecha no existe ningún estudio con rigor científico, aceptado internacionalmente por expertos, en donde se establezca que los productos genéticamente modificados no son seguros. De acuerdo a declaraciones de la FAO y de EFSA en Europa, para los productos aprobados en esa región, los productos genéticamente modificados son tan seguros como sus homólogos convencionales.
La polinización del cultivo de maíz es abierta, pero los estudios que se han hecho en varios países del mundo demuestran que casi el 100 % del polen de este cultivo cae dentro de los 50 metros de distancia de la planta que lo emite. Como resultado de esto, las regulaciones existentes de certificación de semilla de maíz establecen distancias de 50 metros de separación de otras siembras de maíz, para garantizar la pureza de la semilla producida.
Esta es una medida que puede evaluar la Comisión de Bioseguridad de Costa Rica, en caso de que lo considere necesario de ser así y se compruebe que existen materiales criollos en los alrededores de donde se planean sembrar los maíces biotecnológicos. Hay que diferenciar lo que son variedades comerciales que se han comercializado tradicionalmente en Costa Rica, de maíces verdaderamente “criollos” que sean nativos del país.
Por otro lado, es bueno aclarar que el hecho de que haya flujo de polen de un maíz a otro, no significa que se produzca un cambio en la genética de estos. Las plantas de maíz intercambian polen de manera natural, pero siguen manteniendo sus características a través del tiempo. El cambio de la genética de una variedad de maíz solo se consigue mediante un largo proceso de cruzas y retro-cruzas dirigidas por un profesional especializado en fitomejoramiento. Esto no ocurre de manera natural en el campo. En el campo solo se dan intercambios temporales de características entre variedades, pero estas solo pueden ser fijadas de manera permanente en la nueva planta mediante el proceso descrito anteriormente.
¿Cuentan con estudios de factibilidad, para garantizar que no se dará contaminación?
−Las evaluaciones de seguridad propias y de terceros con reconocimiento académico y científico respaldan la seguridad de nuestros productos. El uso creciente de las tecnologías que desarrollamos para el sector agrícola por más de 16.7 millones de agricultores de 29 países, nos indican que vamos en el camino correcto y que nuestro compromiso de proveer soluciones tecnológicas a los agricultores del mundo −que contribuyan a producir más con menos− avanza satisfactoriamente.
¿Cuál es el compromiso de la empresa con las comunidades donde se sembraría?
−Nuestro compromiso con los agricultores a nivel mundial es proveer soluciones y tecnologías que contribuyan a producir más con menos recursos y consecuentemente, mejorar su calidad de vida. En este caso específico, nuestro compromiso está enmarcado en el cumplimiento de las leyes y normas establecidas en Costa Rica para este tipo de siembras.
¿Tienen otras solicitudes pendientes para sembrar maíz transgénico?
−Actualmente no.
¿Qué opinan de las protestas que se han generado alrededor del tema?
−En Costa Rica hay libertad de expresión. Somos respetuosos de estas libertades. Al respecto queremos resaltar que la seguridad de los productos que comercializamos está respaldada, no solo en estudios propios, sino en análisis e investigaciones de seguridad de numerosas organizaciones científicas (academias de ciencias), entidades competentes de gobiernos de países como Europa, Argentina, Estados Unidos, Canadá, Japón, Colombia, Brasil) e instituciones internacionales como FAO, OECD, ILSI.
Aumentan cantones libres de transgénicos
Diversos sectores organizados en contra de la producción transgénica, se han organizado y han logrado que 34 municipios del país se declaren cantones libres de transgénicos, y en una actividad realizada el pasado 9 de febrero emitieron un manifiesto conjunto.
En dicho pronunciamiento reafirmaron el derecho nacional a definir el modelo de desarrollo agrícola para los territorios de los cantones, y por ello mantendrán sus campos agrícolas libres de transgénicos, mediante las herramientas que el Estado social de derecho les confiere, con acciones directas no violentas.
Además, hicieron un llamado a los demás cantones, para defender su patrimonio agrícola cultural.
Los cantones declarados libres de transgénicos por provincia son:
Cartago: Paraíso, Oreamuno, Turrialba y Alvarado.
Guanacaste: Santa Cruz, Nandayure, Hojancha, Nicoya y Abangares.
Heredia: San Isidro, Belén, Santo Domingo y Barva.
Limón: Talamanca.
San José: Moravia, Aserrí, Desamparados, Santa Ana, Montes de Oca, Tibás, San José, Dota y Pérez Zeledón.
Alajuela: San Ramón, Palmares, Grecia, Naranjo, Alajuela y Guatuso.
Puntarenas: Aguirre, Garabito, Esparza, Buenos Aires y Coto Brus.
Este documento no posee notas.