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El nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Sociales, ubicado en la Finca 2, albergará a aproximadamente 6000 estudiantes. (Foto: cortesía de la OEPI)
Casi todo está listo: fondos, diseño, planos, permisos institucionales, calles, inclusive su propia torre de parqueos. Por esa razón, la construcción del nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica (UCR) se iniciará a mediados del próximo mes de abril, según cálculos de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI) de esta universidad.
Dichas obras son las primeras de una serie de construcciones denominada “Megaproyectos”, que incluyen otras edificaciones nuevas para las facultades de Ingeniería y Derecho, así como la Vicerrectoría de Investigación, entre otras.
Estas se construirán por medio de un fideicomiso suscrito entre la UCR y el Banco de Costa Rica por $80 millones (¢40 552 millones al tipo de cambio de ¢506).
“La UCR nunca ha crecido tanto como lo va a hacer con estos proyectos”, aseguró el arquitecto Omar Chavarría, coordinador del equipo de arquitectos encargados del diseño y miembro de la comisión que sigue de cerca este plan constructivo.
“Va a ser la obra de mayor magnitud de construcción en este país; tiene un importante carácter institucional”, expuso ilusionado Francisco Enríquez, decano de la Facultad de Ciencias Sociales.
El pasado 15 de febrero finalizó el plazo para concursar y más de 20 empresas constructoras se interesaron por ejecutar el proyecto; no obstante, solo 7 calificaron para disputarse el contrato único de construcción de estas instalaciones.
Actualmente, está por finalizar la construcción de una torre de aparcamiento —para 500 vehículos del futuro edificio—, que se inició en diciembre anterior. Estos parqueos son un requisito de la Municipalidad de Montes de Oca, para autorizar el inicio de la mencionada facultad.
“NO ES HACER EDIFICIOS POR HACER EDIFICIOS”
Chavarría aseguró que existe un interés por parte de la OEPI y de la Rectoría, por trasladar la vida universitaria a esta nueva finca, y no solo tener un complejo de edificios.
“Nuestra actividad pretilera tenemos que buscar cómo trasladarla a la Finca 2”, comentó Chavarría, al exponer sobre la necesidad de que la comunidad universitaria se sienta identificada con esta área y no solo con el Pretil de Estudios Generales, a la hora de desarrollar actividades culturales y de otro tipo.
Por otra parte, hizo ver que la OEPI analiza con mucho cuidado el impacto vial y urbano que obras constructivas de este tipo, provocarán en el cantón.
En su opinión, las autoridades municipales deben tomar en cuenta este impacto para trabajar en medidas relacionadas con el transporte público, vías de accesos, e inclusive, la cantidad de comercios que se generarían alrededor de las nuevas instalaciones.
Solo el edificio de Ciencias Sociales implica 24 000 metros cuadrados de construcción y una inversión de aproximadamente ¢12 650 millones; este es un proyecto diseñado en la Escuela de Arquitectura (ver recuadro).
Se espera que a mediados de marzo esté definido cuál compañía construirá las obras, y que una vez firmado el contrato se inicie la construcción. Se contempla un plazo de año y medio a dos años para completar la edificación, por lo cual para el 2015, los estudiantes, funcionarios y docentes de Ciencias Sociales podrán estrenar casa.
Mientras se construye el nuevo edificio, los universitarios que utilizan las instalaciones actuales -frente a la Plaza 24 de Abril-, pueden estar tranquilos ante eventos sísmicos, ya que hay estudios técnicos que respaldan el buen estado de la estructura del inmueble, aseguró el decano Francisco Enríquez, e incluso, se planea construirle escaleras de emergencia.
Edificio con sello de la UCR
El diseño de lo que será la nueva Facultad de Ciencias Sociales, ha sido el proyecto más ambicioso desarrollado en conjunto por profesionales y estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la UCR.
Según el arquitecto Omar Chavarría, en el diseño participaron más de 30 diseñadores, entre profesores muy experimentados con amplios conocimientos en el campo, y arquitectos jóvenes con ideas innovadoras y creativas, sin dejar de lado estudiantes avanzados de la carrera, quienes colaboraron en todo el proceso
Chavarría destacó que las primeras etapas del diseño estuvieron encabezadas por arquitectos como Jafet Segura, José Manuel Boschini, Manuel Morales, José Villarreal y él mismo; además, se contrataron estudiantes avanzados para el proceso.
También se incorporaron en áreas específicas —de acuerdo a su experiencia y especialidad—, profesores de la Escuela como Jacqueline Gillet en mueblería interna, Emily Vargas en iluminación, y William Cordero en el diseño del auditorio de las futuras instalaciones, entre otros profesionales.
Chavarría describió el proyecto como innovador y muy austero, pensado en la funcionalidad de sus espacios, para aprovechar recursos como iluminación y energía eléctrica.
“El hecho de que el edificio esté distribuido en una forma de equis (X), hace que la luz natural entre por todos lados, ahorrando electricidad. También su distribución permite que se pueda cerrar solo una parte del edificio, sin paralizar las demás actividades; por ejemplo, se puede cerrar el área de oficinas y la parte de aulas seguirá disponible”, detalló.
La edificación contará con 8 ascensores, no tendrá un sistema convencional de escaleras de emergencia, sino que se pensó en salidas que hagan fácil la evacuación, de acuerdo con las reacciones naturales que tienen las personas ante una situación de emergencia, es decir, salir por los lugares más conocidos por los usuarios, explicó Chavarría.
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