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Urlich Teichler, experto alemán: Universidades requieren mayor comprensión del “mundo del trabajo”

Ulrich Teichler, especialista en seguimiento de graduados, considera que se requiere de un análisis más profundo de lo que sucede con los egresados de las universidades al ingresar al mundo del trabajo. (Foto: Javier Córdoba)

Ulrich Teichler, especialista en seguimiento de graduados, considera que se requiere de un análisis más profundo de lo que sucede con los egresados de las universidades al ingresar al mundo del trabajo. (Foto: Javier Córdoba)
Las universidades necesitan avanzar en sus sistemas de seguimiento de graduados, hacia una compresión más integral de lo que pasa con sus egresados, una vez que ingresan al mundo del trabajo.
Este es el criterio del especialista Ulrich Teichler, del Centro Internacional para la Investigación de la Educación Superior (INCHER) de la Universidad de Kassel (Alemania), quien visitó recientemente el país para participar del taller regional “Seguimiento de Graduados de América Central”, organizado por el Sistema de Estudios de Posgrado (SEP) de la Universidad de Costa Rica.
Teichler conversó con UNIVERSIDAD sobre los retos que tienen los sistemas de educación superior, para comprender mejor lo que pasa con sus estudiantes una vez qué se gradúan, y cómo las competencias aprendidas son útiles o no en el mercado de trabajo.

 
ENTENDER EL MERCADO
Ulrich Teichler está relacionado con el tema del seguimiento de graduados desde sus inicios en Alemania, allá por 1968.
Según relató, este tipo de investigaciones surgieron ante el creciente interés de los jóvenes por acceder a una carrera universitaria, y la preocupación del Gobierno de que el crecimiento de graduados fuese mayor a los requerimientos del mercado laboral.
La preocupación de las autoridades tenía que ver con no producir un “proletariado académico”, que habiendo recibido una formación universitaria, tuviese que dedicarse a actividades menos retributivas y no relacionadas con su campo de estudio.
Teichler comentó que los estudios de graduados pueden ayudar a que se maneje mejor esa constante “tensión” entre lo que creen las empresas que necesitan, y lo que las universidades ofrecen a los estudiantes como posibilidad de formación.
El experto comentó que llega un momento en que esta tensión y los nuevos requerimientos del mercado laboral, llevan a que las carreras evolucionen en las competencias que desean formar en sus estudiantes, al punto de que pueden nacer nuevas disciplinas.
Un ejemplo es lo que pasó con los ingenieros eléctricos, que con el desarrollo de las “tecnologías de información” tuvieron que adaptar sus habilidades, hasta que nació la carrera de electrónica como una disciplina aparte.
A su parecer, son este tipo de cambios los que se deben profundizar en los análisis que realizan las universidades a la situación de sus graduados, más allá de simplemente conocer cuánto ganan o si están desempleados.
“Se necesita un diálogo activo entre graduados, profesores, empleadores y estudiantes de las carreras, para estimular una reflexión sofisticada del mundo del trabajo, más allá de ver los datos que brinda el mercado laboral”, comentó el académico.
INVESTIGACION VARIADA
Diana Arce, quien trabaja en el SEP de la UCR, sobre este tema comentó que en Costa Rica existe un alto grado de respuesta de los graduados a las encuestas planteadas en los estudios, cuyos porcentajes varían entre 85 % y 92 %.
La idea con este taller regional es crear “redes” entre las instituciones de educación superior, pues existe un interés creciente en este tipo de estudios, que son solicitados muchas veces en los procesos de acreditación.
Teichler aclaró que, si bien este tipo de estudios puede hacerse cada año, se debe procurar que los esfuerzos no se realicen en una sola dirección, ya que es posible que en un seguimiento de año a año, no se noten cambios importantes en la situación de los graduados de determinadas áreas.
Para el experto, se pueden alternar las disciplinas que son analizadas cada año, y también recomienda que se elaboren estudios longitudinales: que den seguimiento a la evolución de los graduados en el mercado de trabajo a lo largo del tiempo.
“Se puede consultar al graduado a los 2 o 3 años, para conocer cómo fue su inserción al mercado laboral; volverlo a consultar a los 5 años, para saber cómo le han sido de utilidad las competencias que aprendió; y luego a los 10 años de graduado, para saber cuáles competencias le han servido o no para llegar hasta donde está”, aseguró.
Mientras tanto, Arce piensa que estos estudios se deben realizar permanentemente, pero procurando que cada año se puedan variar los énfasis del estudio y tener siempre nueva información de relevancia para la toma de decisiones.
Según ella, además de la profundización de los análisis del mundo laboral que propone Teichler, se debe tener cuidado con la forma en que se interpretan los datos, pues no siempre los números reflejan la situación real de los graduados.
“No es solo importante decir que estas personas no están trabajando, sino decir por qué no están trabajando. Hay carreras, como gerontología, en las que hay muchas personas que están estudiando eso, pero no están trabajando porque no quieren, porque es gente  mayor que estudia para el cuidado de los papás; no son económicamente activos, pero no están desempleados; siempre hay que tener cuidado con las interpretaciones”, indicó Arce.
En opinión de Teichler, las universidades deben tener cuidado con la forma en que llevan a cabo las actualizaciones o la educación continua de sus graduados, dado que en muchos lugares se ha cometido el error de dar cursos que están desvinculados de la formación, a los estudiantes que apenas se inician.

Universitarios padecen poco desempleo
En Costa Rica, uno de los estudios más recientes sobre seguimiento de graduados es el que realizó el Observatorio Laboral de Profesiones del Consejo Nacional de Rectores (CONARE), el año anterior.La investigación “Seguimiento de la condición laboral de personas graduadas 2000-2007 de las universidades costarricenses” analizó la situación de 13.193 personas graduadas, de un total de 146.325 egresados de todos los centros de estudio superior del país (públicos y privados).Este estudio encontró que del grupo de graduados analizados, un 93 % está trabajando actualmente (82 % tiempo completo y 11% menos de tiempo completo). En el restante 7 %, un 5 % no trabaja por diversas razones, pero solo un 2 % busca trabajo y no ha podido encontrarlo.Esta cifra es muy baja si se compara con el dato de desempleo del año 2010, que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) llegó al 7.3 % de la población.Al revisar los resultados por disciplinas de estudio, el desempleo más bajo se presenta en Ciencias de la Salud con un 0.96 %, seguido por Ingenierías con un 1.66 %, Ciencias Económicas con 1.95 % y Educación con 1.96 %.Las áreas con más alto desempleo son Ciencias Básicas (3.11 %), Artes y Letras (2.58 %), Recursos Naturales (2.48 %) y Ciencias Sociales (2.42 %). En todos los casos el desempleo más alto no es ni la mitad del desempleo nacional que se mostró en el 2010.El estudio detalla que 28 de las 96 disciplinas estudiadas tiene un 0 % de desempleo, mientras que solo 5 de ellas registra una falta de trabajo para más del 5 % de sus graduados.Estadística, Archivística, Farmacia, Artes Musicales, Enseñanza del Francés, Medicina y Microbiología, forman parte de las carreras sin desempleo. En el caso de Diseño de Interiores (11.81 %), Biología (10.76 %), Periodismo (7.12 %), Administración (6.08 %) y Terapia Física (5.02 %), son las cinco carreras de mayor desempleo.

  • Javier Córdoba 
  • Universitarias
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