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Cambios climático y socioeconómico podrían ampliar brecha en el istmo

La brecha socioeconómica existente entre los países centroamericanos podría aumentar a finales del siglo XXI debido a cambios en el clima, lo que produciría una región con mayor desigualdad social.

La brecha socioeconómica existente entre los países centroamericanos podría aumentar a finales del siglo XXI debido a cambios en el clima, lo que produciría una región con mayor desigualdad social.

Estas proyecciones forman parte de un estudio realizado por los investigadores Dr. Hugo Hidalgo León y Dr. Eric Alfaro Martínez, como parte del trabajo sobre clima, variabilidad y cambio climático que desarrollan en el Centro de Investigaciones en Geofísica (Cigefi) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El objetivo de los especialistas era contrastar variables climáticas con variables socioeconómicas a lo largo de diferentes períodos del siglo XXI, con el fin de determinar qué variable constituye en el futuro el peligro o el elemento más diferenciador en las condiciones de vida de la población de América Central.
Esta investigación  resulta innovadora al tomar en cuenta tanto factores climáticos como indicadores sociales en un mismo análisis.
 
Para poder hacer proyecciones sobre cómo cambiará el clima en la región centroamericana, se utilizaron modelos numéricos que simulan el clima global, llamados Modelos de Circulación General (MCG).
Los MCG consisten en representaciones matemáticas de las leyes físicas y de los procesos que gobiernan el clima terrestre, lo que permite obtener datos de las variables climáticas en diferentes escenarios con condiciones determinadas. Los modelos toman en cuenta tanto las fuerzas naturales, como las fuerzas antropogénicas que influyen en el clima.
Los MCG tienen una resolución espacial muy gruesa (del orden de los cientos de kilómetros); sin embargo, muchos de los procesos que se estudian ocurren en escalas espaciales más finas (del orden de decenas de kilómetros o menos), por esa razón los MCG deben ser reducidos y ajustados a una escala menor por medio de métodos estadísticos o dinámicos. El cambio de escala de los modelos por el método dinámico se realiza en un equipo computacional de alto rendimiento conocido como cluster.
En el estudio se utilizaron los datos sobre cambios en la precipitación y la temperatura de la región centroamericana durante tres lapsos: un escenario histórico (de 1950 a 1999), mediados del siglo (del 2000 al 2049) y finales del siglo (del 2050 al 2099).
Una vez que se obtuvieron estos datos, se contrastaron con información y estimaciones de variables socioeconómicas de cada país centroamericano, como el Producto Interno Bruto per cápita (PIB), el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el total de población. Algunas de las proyecciones se obtuvieron de datos de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
CAMBIOS EN LLUVIA Y TEMPERATURA
Entre los resultados de la investigación se observó que el impacto del cambio climático en las condiciones de vida de los habitantes de la región será mayor a finales del siglo XXI.
Se prevé asimismo una disminución de la lluvia en países como Guatemala, Belice, Nicaragua y Honduras, mientras que en Panamá y Costa Rica será menor. Para este mismo periodo también se calcula que América Central se calentará entre 1º C y 2º C.
Guatemala y Nicaragua son los países que mostraron el mayor calentamiento de la región, a la vez que son los que tienen las condiciones de vida más adversas en los tres horizontes de tiempo analizados.
En contraste, Costa Rica y Panamá serán los países que tendrán las condiciones más favorables en la región; sin embargo, si su IDH no mejora para fin de siglo, el cambio climático podría generar una situación socioeconómica desfavorable.
Para el período 2050 y 2099 se proyecta que habrá mayores diferencias en el PIB entre los países centroamericanos del norte y los del sur. Como resultado, América Central será una región cada vez más polarizada. Solo Costa Rica y Panamá serán capaces de mejorar las condiciones de vida de su población independientemente de la influencia del cambio climático, mientras que Guatemala, Belice y Nicaragua presentarán un panorama contrario.
Las deficiencias socioeconómicas constituyen un factor que contribuye a exacerbar los impactos de la variabilidad y el cambio climático, a la vez que los factores climáticos también pueden acentuar las deficiencias socioeconómicas.
“Como producto del cambio climático hay impactos sobre las comunidades, los cuales se asocian con la exposición y la vulnerabilidad. Estos a su vez se relacionan con factores sociales”, explicó Hidalgo.
El istmo está expuesto a impactos climáticos relacionados con el aumento de la influencia de fenómenos como El Niño y La Niña, lo cual incrementa la vulnerabilidad de los sectores más pobres frente a fenómenos como inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra. A estos factores se le suman la presión demográfica, el crecimiento urbano sin planificación, la migración rural, una infraestructura y servicios deficientes, lo cual reduce la capacidad de recuperación ante los efectos de dichos fenómenos.
“La sociedad está acostumbrada a lidiar con cierta variabilidad en el clima. Por ejemplo, hay algunas estaciones lluviosas o de verano atípicas. Sin embargo, el problema surge cuando estos cambios son muy extendidos en el tiempo y se salen de los rangos con los cuales se está acostumbrado a lidiar. Cuando los cambios se salen de dicho rango, se puede producir un impacto social”, señaló Alfaro.
Las proyecciones de cómo se comportará el clima en el futuro junto con el análisis de los indicadores socioeconómicos son una herramienta útil para el desarrollo de planes de prevención de riesgo y para la disminución de la vulnerabilidad ante futuros desastres.
 

 
Impacto en Costa Rica

Como parte de la investigación desarrollada en el Cigefi, también se identificaron cuáles regiones de Costa Rica son las más vulnerables ante futuros peligros asociados a los cambios en el clima. Para el estudio también se tomaron en cuenta como variables climáticas los cambios en la precipitación y en la temperatura.

En las variables sociales se utilizaron los datos del Índice de Desarrollo Social (IDS), el cual brinda datos sobre el acceso de la población de cada cantón a derechos sociales básicos como empleo, participación social, salud y educación.

De acuerdo con el IDS, los cantones fronterizos con Nicaragua y Panamá son los que tienen los indicadores sociales más bajos.

La investigación reveló que para finales del siglo XXI, en el Pacífico Norte y el Valle Central los cambios en la precipitación van a tener una gran influencia en la vulnerabilidad de la región. En el Pacífico Sur las variables sociales serán más determinantes que el clima, mientras que en el Caribe y el Caribe Norte habrá una mezcla entre los factores sociales y los cambios en la temperatura.

Los investigadores destacaron que casi la mitad de la población costarricense vive en el Valle Central, lo cual aumenta la demanda de agua en esta área. Por lo tanto, los cambios en la precipitación podrían afectar de forma negativa las condiciones de vida de los habitantes, pues la escasez de agua impactaría al sector agrícola, la generación de energía hidroeléctrica y las reservas para el consumo humano.
Otro efecto visible sería la alteración de los ecosistemas, lo que pone en peligro la actividad turística.

Según Hidalgo y Alfaro, el impacto futuro del cambio climático depende sobre todo de las acciones que se tomen en el presente, por lo que se requieren medidas de mitigación y adaptación a largo plazo.
 


El clima: un tema de estudio complejo

El clima se puede definir como las condiciones meteorológicas de una región, registradas durante un período que se considera representativo, idealmente de 30 años. El clima, en su componente atmosférico, está constituido por variables como viento, humedad, presión atmosférica, precipitación y temperatura.

El cambio climático se refiere a una alteración del clima en una región determinada en un tiempo definido. Las variaciones en el clima pueden tener causas naturales como las erupciones volcánicas y las influencias solares. Sin embargo, también pueden ser provocadas por el ser humano, lo cual se conoce como cambios antropogénicos.

El efecto humano de mayor impacto en el clima es la modificación de la atmósfera por las emisiones de gases de efecto invernadero producto del transporte y la actividad industrial.

Debido a la variedad de factores que influyen en el cambio climático, una forma de estudiarlo es mediante los Modelos de Circulación General (MCG). Si bien los MCG son una herramienta útil, presentan un grado de incertidumbre que se asocia con la modelación de ciertos procesos físicos y químicos, así como al desconocimiento de cómo serán las emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro.

“Se habla de escenario climático y no de pronóstico climático, pues lo que en realidad brindan los modelos es una proyección a futuro de los cambios climáticos que probablemente podrían experimentarse ante una supuesta emisión de gases. El nivel de incertidumbre es tal que no permite afirmar que es un pronóstico”, enfatizó Alfaro.

  • Anna Georgina Velásquez Vásquez
  • Crisol
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