Caracas– El presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó hoy que derrotó un golpe de Estado promovido por sectores fascistas y acusó al líder opositor Henrique Capriles Radonski de haber provocado un brote de violencia que dejó siete muertos, tras cuestionar el resultado de las elecciones.
Maduro afirmó que ante los sucesos violentos no permitirá una marcha que convocó Capriles para mañana en Caracas con el objeto de exigir al Consejo Nacional Electoral (CNE) el recuento de los votos de las elecciones celebradas este domingo.
«No se permitirá la marcha al centro de Caracas, no permitiremos que vayan a llenar de sangre las calles de Caracas. Si me quieren derrocar, aquí estoy, con el pueblo, en la calles», dijo Maduro.
Durante la visita a un centro médico en el estado central de Miranda, Maduro acusó a la oposición de promover una ola de hechos violentos para atacar a sedes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), centros médicos atendidos por cubanos y las residencias de funcionarios del gobierno.
Afirmó que la violencia dejó cinco muertos y que se están verificandos otras tres, además de decenas de heridos. La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, había confirmado antes que los muertos eran siete.
En una respuesta inmediata, Capriles escribió un mensaje en su cuenta de Twitter en el que acusó al gobierno de provocar la violencia como respuesta a su petición de recuento de votos.
«El ilegítimo (Maduro) y su gobierno ordenó que exista violencia para evitar el conteo de los votos. Ellos son los responsables», afirmó Capriles, quien pide contar «voto a voto». «Los que están conmigo, su camino es la paz; los que quieran violencia, bien lejos con nosotros», agregó.
Maduro lamentó los hechos que dejaron víctimas mortales y afirmó que ocurrieron por los ataques de «hordas fascistas organizadas».
«La derecha hizo una guerra en lugar de una campaña electoral. Ahora ha desatado los demonios de la violencia y el odio. Tenemos que lamentar a cinco personas que han sido asesinadas por turbas fascistas, dos de ellos defendiendo un CID (centro médico atendido por cubanos) que iba a ser quemado por estos fascistas», afirmó.
Asimismo, hizo responsable a «quienes han llamado a la violencia»  por un «capricho del burgués».
«Han vuelto a la locura, a llamar a la violencia, al odio. Su plan es un golpe de Estado. Ha fracasado un llamado a una huelga general indefinida que estaban preparando, pero hoy reina la paz», recalcó.
Maduro reiteró que el único responsable de los hechos es Capriles por su «capricho de burgués». Alegó que el mismo día de las elecciones se hizo una revisión del 54 por ciento de los votos en las auditorias que «resultaron impecables».
«Nosotros tenemos las actas completas y los resultados son impecables. Ellos lo saben. El cogollo (cúpula) de la burguesía lo que tiene son ambiciones desmedidas. Ayer se volvieron locos, organizaron planes para atacar al pueblo en la calle sólo por ser chavista. Hoy puedo decir que hemos derrotado un golpe de Estado», recalcó.
Igualmente, Maduro insistió en que la suya fue una victoria «legal y constitucional, que fue avalada por todo el mundo».
Afirmó además que se quedó corto cuando comparó a la oposición venezolana con los nazis de los años 30.
«Nosotros vamos a actuar legalmente contra quienes atacaron la casa de la presidenta del CNE (Tibisay Lucena). ¿Eso es democracia o fascismo? ¿Eso se parece a Hitler o a Cristo redentor? ¿A la misericordia de Cristo o a los que exterminaron el pueblo judío y quisieron exterminar a Europa?», cuestionó.