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En una extenuante jornada de Corte Plena, el voto en blanco dominó la decisión de los 22 magistrados quienes, luego de cinco rondas consecutivas de votaciones, no lograron escoger un nuevo presidente para la Corte Suprema de Justicia.
Ninguno de los dos candidatos: Zarela Villanueva de la Sala Constitucional y José Manuel Arroyo, de la Sala Tercera, lograron reunir la cifra mágica de los 12 votos de conceso que les hubiera permitido acceder a la silla que quedó vacante con el fallecimiento del magistrado Luis Paulino Mora, el pasado 17 de febrero.
A lo largo de las 5 rondas de votación, las papeletas en blanco y la candidatura de la magistrada Villanueva compitieron en una carrera, cabeza a cabeza, donde los votos en blanco acapararon el 38,18% de los sufragios, la magistrada Villanueva el 37,27% respectivamente y el magistrado Arroyo, obtuvo un tercer lugar con el 24,55% de las preferencias.
Así, durante la elección, se perfilaron con claridad tres bloques de apoyo: uno para Villanueva que osciló entre los 7 y los 9 votos, otro para Arroyo de entre 5 y 7 votos y un tercer bloque, sin candidato visible aún, que mantuvo entre 8 y 9 votos sucesivamente en cada elección.
El sistema para esta escogencia consistió en dedicar la mañana y las primeras horas de la tarde para que los candidatos presentaran primero sus ideas a la Corte Plena y que luego los magistrados tuvieran ocasión de efectuar preguntas.
Todo el proceso del día fue abierto al público y además se habilitó un canal de televisión que transmitió toda la sesión vía internet.
Según el mecanismo acordado entre los magistrados al no encontrar el consenso en esta primera ronda de elección, el proceso continuará en la sesión de Corte Plena del próximo lunes 13 de mayo.
Desencanto y apertura
Como “un poco desencantado”, definió su estado de ánimo el magistrado José Manuel Arroyo al final de las cinco infructuosas rondas de votación que culminaron a las 6:30 p.m.
“Se revelaron tres bloques monolíticos, uno de los cuales vota en blanco, no propone y nos mete en un laberinto a quienes de buena fe cumplimos en anunciar nuestra candidatura. Hay gente que está esperando terceras opciones y eso nos puede llevar mucho tiempo”, expresó el magistrado Arroyo al finalizar la votación.
Consultado sobre si consideró unir sus votos con los de la magistrada Villanueva en una sola candidatura, que hubiera reunido entre 12 y 14 votos, suficientes para escoger la nueva presidencia de la Corte, Arroyo señaló que durante el receso de 20 minutos que se dio entre la tercera y la cuarta votación, no habló con Villanueva.
“Ella y yo hablamos, hubo compañeros afines a nosotros que sí, pero… me parece que ya nos metieron en un laberinto y tenemos que llevarlo hasta el final”, señaló Arroyo, quien adelantó que no retirará su candidatura.
“Yo no retiro mi candidatura pero tengo una posición flexible y abierta”, dijo el magistrado.
Al finalizar la votación no se logró localizar a la magistrada Zarela Villanueva para obtener su reacción tras la fallida votación.
Candidato oculto
La presencia de un bloque de entre 8 y 9 magistrados que votó sucesivamente en blanco sugiere la existencia de un tercer candidato que aún no ha revelado su identidad.
Así lo considera el magistrado de la Sala Segunda, Rolando Vega, quien desde el comienzo de la jornada interpuso un recurso de revisión solicitando que, si existía un tercer candidato debía hacer pública su identidad desde el comienzo del proceso.
El recurso fue rechazado y retrasó una hora y media el inició de las presentaciones formales que los candidatos Villanueva y Arroyo expusieron a sus pares y al público.
“En la tarde se confirmó lo que yo había anticipado por la mañana y es muy lamentable que sigamos en esta situación. Hay ocho o nueve compañeros que descalifican rotundamente a los compañeros postulados y por el otro lado los postulados no fueron capaces de unirse, ya que juntos hubieran sumado 14 votos. Es lamentable que se anteponga el interés personal al institucional”, señaló el magistrado Vega.
El magistrado se asegura que “hay un candidato oculto que estaría apelando al desgaste de estos dos compañeros para tomar fuerza en la próxima elección. Es una estrategia poco clara que va en detrimento de quienes presentaron su nombre desde el principio”, se lamentó el jurista.
Las ideas
En su discurso de presentación la magistrada Zarela Villanueva destacó que, en caso de ser electa, se convertiría en la primera mujer en la historia de Costa Rica en presidir la Corte Suprema en 187 años .
“Quiero aportar la visión de una mujer, eso significa escuchar, significa respeto absoluto por las diferencias. La historia de vida de una mujer costarricense es muy diferente a la de un hombre”, declaró Villanueva.
La magistrada señaló que además tenía atestados académicos y una amplia trayectoria laboral para aspirar al cargo.
A la hora de definir su concepción de la justicia, Villanueva señaló que, ¨la justicia debe ser un instrumento para construir una democracia inclusiva” y se postuló como, “una aguerrida defensora de la independencia judicial”.
Por su parte el candidato Arroyo inició su presentación definiendo que, “mi apuesta es por un concepto humanista de la justicia” y agregó que creía en un aparato judicial que “repare la violencia estructural que significa violar los derechos de las mujeres y los niños de este país”.
“Creo en una justicia que busque garantizar los derechos de las minorías”, declaró el jurista en horas de la mañana.
Ambos candidatos coincidieron en que aplicar distintas estrategias para resolver la mora judicial, debe ser la prioridad del Poder Judicial.
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