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En el mes de octubre de 2010 la Universidad de Costa Rica (UCR) se colocó a la vanguardia en el mundo educativo nacional y regional, al insistir en la necesidad de que la educación pública del país avanzara hacia modelos educativos de una computadora por estudiante.
El modelo, conocido como 1:1 implica en primer lugar, la formación del profesorado y es bastante independiente del tipo de computadora que utilice el estudiante para aprender.
En aquella ocasión, la UCR, en particular la Vicerrectoría de Docencia, recibió a la Dra. Claudia Urrea y al Dr. Walter Bender, ambos de la Fundación OLPC que utiliza un tipo específico de computadoras, conocidas como XO. De igual forma y gracias a una gestión particular, la Fundación OLPC envió a Costa Rica 22 XO de manera que los académicos invitados pudieran demostrar el uso pedagógico de la herramienta.
Tal como reportaron medios de comunicación institucionales y nacionales, Urrea y Bender ofrecieron en la UCR una conferencia abierta al público y dos conversatorios con autoridades académicas de diversas universidades, representantes de distintas ONG, y de los sectores privados y políticos del país. El objetivo de estas actividades era analizar los beneficios y perjuicios de avanzar hacia el modelo 1:1 en Costa Rica. De igual forma, Urrea y Bender ofrecieron un taller introductorio en el que participaron docentes de la UCR (informática, educación) y personal de las Fundaciones Omar Dengo, Quirós Tanzi QT, y Paniamor. La Comunidad de Software libre de la UCR se hizo eco de esta importante actividad debido al sistema operativo de las XO, Sugar. Por dos años, las computadoras donadas quedaron en préstamo en la Vicerrectoría de Docencia de la UCR, para ser utilizadas con propósitos de investigación y docencia por diversas instancias de la institución, que las solicitaran con esos objetivos.
Casi de manera inmediata después de la visita de Urrea y Bender y de la realización de los conversatorios y del taller, la Fundación QT toma la luz emanada de la UCR y da el paso, largamente pospuesto, de ofrecer a nuestra niñez y a sus docentes, la oportunidad de aprender con una computadora personal. Se puso así esa Fundación como líder en el país en ese modelo educativo, para lo cual debió formar a su personal, que su vez ha estado capacitando docentes, niños, niñas y familias, en distintas escuelas y regiones del territorio nacional.
La UCR en cambio, nuevamente cedió su liderazgo en temas educativos. La capacitación y formación de docentes no ha incluido el abordaje pedagógico del modelo 1:1. No es sino hasta tres años después de la importante visita de Urrea y Bender, que se hace visible un interés en la UCR por incluir esta forma de aprender en la formación de docentes. Y, como hemos perdido liderazgo y no hemos cultivado las redes apropiadas, para hacerlo tenemos que echar mano de un convenio con la Fundación QT, la que, con visión de largo plazo, ofrece máquinas y sobre todo, el conocimiento construido en estos tres años.
Celebro el convenio con la Fundación QT con la UCR: más vale tarde que nunca. Saldrán ganando docentes, niños, niñas y familias costarricenses.
Pero ceder el liderazgo y la visión de largo plazo, para convertirse en una instancia que solamente reacciona a las necesidades y demandas de la sociedad, no es el papel de una universidad que se precie. Y mucho menos celebrar la cesión del liderazgo como la mejor noticia de la semana.
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