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Heredia, un campeón muy fuerte

Víctor “Mambo” Núñez se convirtió en el máximo anotador del campeonato, después de meterle dos goles al Cartaginés en la final. (Fotos: www.herediano.com)

Víctor “Mambo” Núñez se convirtió en el máximo anotador del campeonato, después de meterle dos goles al Cartaginés en la final. (Fotos: www.herediano.com)
Con todo respeto para el Cartaginés, un equipo que derrotó en forma consecutiva en tres ocasiones al Herediano y que dejó fuera de las instancias semifinales tanto al Alajuelense como al Saprissa, cuando quedó definida la final del campeonato entre brumosos y florenses, los pronósticos se volcaron abrumadoramente en favor del Team para lograr el gallardete.
El pasado sábado, en el partido de vuelta de esta final y después de que Cartaginés venciera al Herediano en la ida 3-1, el vaticinio se cumplió. Los florenses derrotaron al cuadro de la Vieja Metrópoli 2-0 y empataron la serie. Se jugaron dos tiempos suplementarios de 15 minutos cada uno, y en ellos, cada equipo hizo un gol, de manera que el título se definió por los lanzamientos desde el punto de penal.
Herediano metió los cinco y Cartaginés anidó cuatro. Ahí se les fugó el añorado campeonato que buscan desde hace 73 años.
La campaña del Cartaginés fue espectacular, porque la tuvo que iniciar desde posiciones de descenso y fue ascendiendo y ascendiendo sobre todo en una primera vuelta que lo mantuvo invicto en las primeras diez fechas. Los fantasmas de bajar de categoría desaparecieron y el equipo de Javier Delgado se proyectó muy temprano como un eventual semifinalista.
Esto sucedía mientras el Saprissa y la Liga daban tumbos, ganaban un juego y perdían dos, mostrando una irregularidad en sus presentaciones que no abandonarían en toda la temporada y que finalmente les costó −a los clubes más populares del país− quedar fuera de las instancias finales. Herediano vivía su propio infierno. El director técnico que escogió la nueva administración del empresario David Patey, un herediano de cepa, exjugador del club y seleccionado nacional, Mauricio Solís, no pudo poner al Team en la ruta de la victoria y fue sustituido.
Mientras Mauricio caía en desgracia, el Cartaginés igual empezó a dar tumbos, perdió muchísimos puntos, incluso una ventaja de once unidades sobre el segundo lugar, pero pudo sobrevivir aferrado a la cosecha de puntaje de la primera vuelta.
Es aquí cuando entra en acción el nuevo director técnico del Herediano, Marvin Solano, quien tiene la suerte de empezar a trabajar con sus nuevos discípulos, casi que en el mismo horario en que una de las estrellas y líder del conjunto, su goleador Víctor Mambo Núñez se recupera de una severa lesión, vuelve a los entrenamientos y rápido retorna a la formación titular.
Esta combinación de eventos a lo interno del Herediano, la llegada de Solano y la reactivación del Mambo, unida a la irregularidad que siguieron caracterizando a manudos y morados y a los reveses del Cartaginés, catapultaron al hoy nuevo campeón nacional a los puestos de vanguardia de la clasificación y a que lo señalaran o distinguieran a la hora de la gran final, como el favorito al título.
Dicho y hecho: Herediano es el campeón.
ARROLLADORES
Marvin Solano es un técnico nacional muy curtido en procesos de sufrimiento; se hizo como entrenador de clubes pequeños, sobre todo varios de la segunda división y forjó una personalidad montada en la adversidad de los resultados, que lo hizo crecer futbolísticamente y espiritualmente.
Como cualquier otro de sus colegas de profesión, vivió momentos de gloria; saboreó victorias relevantes; hincó a los más potentes; y dio tumbos en su carrera de aquí y de allá.
Tuvo un traspié en San Carlos, al punto que debió dejarle las riendas del equipo al exuniversitario Johnny Chávez y adsufrió en Ciudad Quesada un infarto que lo tuvo al borde de la muerte.
Aun así no dejó el fútbol. Retornó a la segunda división, ahora con Barrio México y ahí le llegó el telegrama para que se hiciera cargo del Team.
Pocas semanas después, lo hizo campeón nacional. Su éxito, va asociado al de Víctor Núñez. Un detalle se unió al otro.
Solano fortaleció la línea de metralla ubicando a dos delanteros al lado de Núñez: Yendrick Ruiz e Ismael Gómez; le dio potencia a la franja derecha dándole la titularidad en la defensa a Derrick Johnson, siguiendo en la cintura con José Sánchez y en el medio campo se estelarizaron dos baluartes de las rondas finales: Óscar Esteban Granados y Josimar Arias.
En zona de retaguardia lucieron inamovibles el portero Leonel Moreira y los defensas Cristian Montero, Pablo Salazar, capitán y Whaylon Francis. Este equipo se convirtió en una máquina de hacer goles, empezó a triunfar con marcadores contundentes de 3, 4 y hasta 5 goles por partido.
Cuando quedó campeón sumaba 49 anotaciones y sus dos artilleros estrellas, Núñez y Ruiz contabilizaron entre los dos, 24 perforaciones.
Este potente y ascendente Herediano es el que se topa el Cartaginés antes de la serie final. Lógicamente los pronósticos se volcaron en favor de los florenses. La historia de la final es conocida.
Cartaginés fue un digno adversario. Derrotó al Herediano 3-1, pero después no pudo sostener la ventaja en un dramático juego de vuelta, que se definió desde el punto de penal.
Aplausos y méritos para el equipo azul que le puso sabor y distinción al cierre del Torneo de Verano.
Como monarca del Torneo de Verano, al Herediano le tocará jugar la Concachampions, el equivalente a la Liga de Campeones de Europa en la zona de la CONCACAF.
El otro representativo nacional será el Alajuelense, monarca del Torneo de Invierno. Óscar Ramírez regresó a la casa manuda como entrenador, después de guiarla a cuatro títulos en cinco campeonatos. Mientras, para Marvin Solano, la clasificación del Herediano a esta competencia, la de más alto rango a nivel de clubes en CONCACAF, le representa como técnico su primera incursión en las altas esferas internacionales.
Consciente de la responsabilidad que asume, parece que el estratega campeón ha solicitado refuerzos a la dirigencia para la campaña que se avecina y suenan los nombres de José Carlos Cancela y dos de los mejores futbolistas del Uruguay de Coronado: Pablo Herrera y Dave Myrie, en una nómina de lujo,  dispuesta a conquistar el título 24 y la clasificación al Mundial de Clubes.

  • Gaetano Pandolfo Rímolo 
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Football
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