Leer, como elemento de estudio y como forma provechosa de emplear el tiempo; leer, como manera de vida.
Leer es una aventura si lo que lees es literatura y te sumerges en ella y vas volando en el hilo de las imágenes de lo narrado, si te sumerges a medida que vas pasando las páginas y te encuentras en una aventura siempre nueva. Leer es, si estudias, un instrumento necesario para vencer la ignorancia y reformar la vida, para que la vida llegue a ser mucho mejor.
Algunas veces no se sabe leer. Hay que aprender a leer. Para eso, alguien debe enseñar a leer a quienes no saben. Pero también hay que tener ejemplos de los demás. Y también hay que tener métodos de lectura. La velocidad no siempre sirve, casi nunca. La velocidad mata la vida, el espíritu en que consiste leer.
Para algunos leer es ser un vagabundo. Para otros leer puede ser una tortura. Para otros es políticamente inaceptable.
En países desarrollados y científicos, leer es leer cabal, ágil, comprensiva, crítica y probadamente; y ello es así porque de esa manera, y en esos países, esa habilidad es un requisito indispensable de la vida individual y pública de cada ciudadano.
Y finalmente, y para muy muy muy pocos, leer es volar al Cielo, al infinito y es la respiración que separa de lo vacío de la vida y permite la recreación incesante de uno mismo desde el espíritu.