Abrir Noticia Guardar

En Siquirres se quedaron esperando la promesa de Fonatel

La ilusión que causó en siete comunidades del cantón de Siquirres el saberse “prioridad” en el primer proyecto del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel), se fue desvaneciendo con el paso de las semanas, hasta convertirse hoy en un enorme signo de pregunta.

La ilusión que causó en siete comunidades del cantón de Siquirres el saberse “prioridad” en el primer proyecto del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel), se fue desvaneciendo con el paso de las semanas, hasta convertirse hoy en un enorme signo de pregunta.
Los pueblos de San Alberto, La Lucha, Indiana Tres, Cultivez, El Encanto, La Perla y Waldeck, han visto cómo pasan los días sin que nadie vuelva a mencionar aquel proyecto que prometía traerles finalmente la opción de tener un servicio de telefonía fija e Internet en sus casas, escuelas y centros de salud.
 
En la Municipalidad de Siquirres solo queda un bonito video que entregó la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) para presentar el proyecto, y la molestia de que la presidenta de la República, Laura Chinchilla, reconociera en abril que de Fonatel hay un “pequeñitico, un diminutico proyecto, allá para una comunidad en Siquirres, que además, no logró avanzar”.
 
Avanzando por la ruta 32, metiéndose por la famosa plantación de Matas de Costa Rica, que ahora está llena de piñas, en la escuela de Cultivez las maestras y su directora no esconden su indignación por la promesa que no se ha cumplido.
“Es una burla para el pueblo. Es algo que deberíamos tener ya y no tenemos. Los niños estaban muy ilusionados esperando las computadoras y el Internet; pero nadie ha vuelto a decirnos nada”, dijo molesta la profesora Miriam Hurtado.
A estas docentes las encontramos reunidas, casi haciéndole porras a una “data card”, para poder enviar un documento que les pide el Ministerio de Educación, mientras afuera una gran antena parabólica que instaló el ICE parece mirar hacia arriba, en espera de alguna señal.
“Esa antena nunca sirvió. Aquí para mandar un correo tenemos que ir a buscar un café Internet hasta Siquirres, y vea que nos queda bastante largo. El MEP todo lo pide por Internet, nos exigen globalización, pero no ven lo que necesitamos”, expresó con amargura la directora Odeth Ramírez.
En este sitio la señal de celular del ICE es regular y el Internet por este medio casi nulo. En el camino se pueden ver algunos teléfonos públicos. Uno levantado en Cultivez todavía daba tono, pero no todos corren la misma suerte.
Más adelante, entre los bananales, el pueblo de El Encanto también se quedó hace tiempo sin noticias del proyecto del Fonatel. Aquí trabajadores del ICE y las maestras de la escuela El Porvenir reconocen que hay otro problema: el vandalismo.
El ICE ha optado por instalar teléfonos públicos que funcionan con un chip celular para evitar el robo de cable. Los aparatos son más caros y evitan que los delincuentes lleguen a bajar los tendidos en busca del cobre que luego venden a las chatarreras.
“Con una piola (cuerda) bajan los cables y ahí mismo los pelan. Lo que encuentra uno es el cascarón. Pero también destruyen los teléfonos. ¿Qué cuánto duran buenos? Eso depende: a veces ponemos uno hoy y ya mañana no sirve”, contó Carlos Herrera, empleado del ICE.
Ni el sistema de teléfonos públicos es garantía para mantener bien el servicio: “Este lo tenemos que cambiar, porque se robaron la antena creyendo que les sirve para el televisor”, añadió Herrera.
La ausencia de cables no parece una limitante en esta zona para tener una buena imagen en el televisor, pues no son pocas las antenas de servicio satelital que se pavonean sobre las sencillas casas de estas comunidades.
“Que no digan que aquí hay poca gente y que no es rentable. Aquí la gente si tiene que pagar paga, para eso tienen su trabajo”, lamentó la maestra Hurtado, con no poca indignación.
En El Encanto la queja es la misma: Sutel llegó con un grupo de empresarios interesados en el proyecto, pero desde hace meses no se volvió a saber nada. Nadie sabía que ninguno de aquellos visitantes participó en la contratación.
Unos cinco kilómetros más adentro, siempre sobre un camino de lastre bastante bien conservado, el pueblo de La Perla tampoco sabe nada del proyecto del Fonatel, y sus estudiantes de primaria y secundaria siguen esperando las prometidas aulas de cómputo, ya que aquí la señal de celular y de Internet es bastante débil.
El director de la escuela, Roger Gentilini, asegura que tras la gira de los empresarios interesados a la zona, no se volvió a saber nada del proyecto, que según les habían asegurado, estaría listo para el mes de mayo.
“Esperábamos el servicio de Internet con banda ancha, computadoras portátiles y un equipo básico para la institución, con computadora y un proyector. Ahora tenemos unas “data card” que nos aporta el ICE, pero la conexión es muy lenta y es un recurso que usamos casi solo en una emergencia”, explicó el director.
En Waldeck no fue posible encontrar a ninguna maestra o dirigente del pueblo, pero la casi nula señal en el teléfono celular fue suficiente testimonio de las necesidades de comunicación que tiene este escondido rincón en Pacuarito de Siquirres.

  • Javier Córdoba 
  • País
Notas

Este documento no posee notas.