Papeles olvidados

Joaquín García Monge

Polémicas, discursos y  escritos oficiales

EUNED

2012
Muchas veces, las figuras de la envergadura de Joaquín García Monge, al ser estudiadas, por lo voluminoso de sus aportes, resultan muy difíciles de abarcar.
Resulta así que, en los últimos años, han aparecido diversos libros que recopilan y analizan los escritos de don Joaquín, que son abundantes.
En este caso, la EUNED publica Papeles olvidados que compila y prologa Fernando Herrera quien ya tiene a su haber varios libros acerca de la vida y obra de García Monge.
Pero el pensamiento de don Joaquín demanda ser visitado una y otra vez. La lucidez de su pensamiento, su postura crítica y aguda, su profundo amor por la patria y la comprensión de su pueblo, lo convierten en dueño de un discurso oportuno, atinado y siempre necesario.
Al enfrentar la crisis política e institucional que vive la sociedad costarricense actual, es claro que el país ha sido dirigido por rumbos equivocados que han favorecido la rapiña de ambiciosos sin escrúpulos. La política se ha convertido en un juego de discursos superficiales y efectistas que, apoyados en una plataforma impactante de instrumentos de comunicación masiva, confunden a la ciudadanía en el breve momento del voto con que se precia la democracia representativa.
El retomar la palabra de García Monge, que libros como este nos permiten, no es otra cosa que recibir una llamada de atención desde la distancia, desde el compromiso y un verdadero sentir patriótico.
Resaltamos a continuación extractos de algunos de esos “papeles olvidados” que no dejan de tener su sabia vigencia y parecen un acicate ahora cuando vuelve a agitarse el alboroto electoral.
A un siglo de distancia, estas palabras sorprenden por su actualidad cuando llaman la atención sobre la necesidad de tener el valor de soberanía como prioridad en nuestros pensamientos y nuestras acciones.
A propósito del 1 de mayo, 1913
“No os extrañe que os hable de defender con valor la posición geográfica que como hombres nos ha tocado en este mundo terrenal, en este día que es el de la solidaridad internacional de los trabajadores, sin distinción de opiniones políticas, religiosas, etc. Pero es lo cierto que en estas rapiñas internacionales, en esta despropiación injusta que hacen los fuertes del territorio de los débiles, no es la conciencia obrera la que los autoriza o en ellos participa, sino la codicia sin límites de los capitalistas propios y extraños y de los políticos sin escrúpulos que de lacayos les sirven.”
“Además, la obra del avance humano hacia una saludable redención no puede hacerse de un golpe, por un acuerdo espontáneo de todos los hombres: es la obra de pequeños grupos, de la propaganda tenaz por largos años y dentro de los límites familiares del país, de la ciudad, de la aldea en que nacimos. El amor a la humanidad, en el amplio sentido de la prédicas, de puro extenso se diluye y no pasa de una amable intención.”
“El estudio trae consigo la emancipación de la inteligencia, que de todas es la suprema emancipación, porque ella ilumina la oscuridad en que uno vive, siembra las dudas en el espíritu, crea la inquietud del progreso, indica el rumbo nuevo que debemos tomar, desembaraza el trayecto erizado de dificultades; el estudio nos da la comprensión de las ideas ajenas y nos hace tolerantes con ellas, cuando por algún motivo no concuerdan con las nuestras; es el creador de una opinión pública inteligente en los países.”
Del memorable discurso dado a los jóvenes frente al Monumento Nacional, del cual don Joaquín era devoto, extraemos quizás su sentencia más vaticinadora.
Ante el Monumento Nacional, 15 de setiembre de 1921.
“Si es sumamente grave que aventureros extraños se atrevan a comprar la patria, lo serían mucho más, e ignominioso, que hijos del país de bruces se la vendieran.”
Uno de los temas sobre los que don Joaquín llamó siempre la atención y del que fue él mismo uno de sus más altos ejemplos, es el periodismo. Aquí extractos de una polémica donde señala algunos imprescindibles de quienes quieren dedicarse a esta profesión.
Artículos publicados en La Prensa Libre en setiembre de 1908.
Acerca del periodismo.
“Para mí el periodista debe ser una persona inteligente e ilustrada, porque tendrá en su carrera muchas situaciones intelectuales difíciles de resolver, porque muchos asuntos de orden económico, social, educativo, político, religioso, agrícola, etc., exigirán de él, si no un dominio absoluto en la materia, por lo menos un criterio despejado, buen juicio, ya que por sus manos pasarán muchos escritos que pueden comprometer su responsabilidad, que puedan acarrearle dificultades serias, y para todo esto se necesita una inteligencia que juzgue con claridad; debe ser un hombre de talento porque a veces su visión no debe detenerse dentro de los estrechos y transitorios límites de su época y es necesario que avance, que sondee el porvenir y lo anuncie a la conciencia de su país; debe ser un hombre intrépido, porque del valor necesitará para salir bien de los trances difíciles que exigen una resolución decisiva y pronta o tenaz en quien fustiga a los malvados o impulsa hacia adelante o hacia atrás el torrente de una opinión colectiva; debe ser un hombre penetrante, sugestivo, de un tacto exquisito, si es que se propone interpretar o encauzar con éxito las decisiones de una muchedumbre; debe ser un hombre de cierto prestigio moral, de ciertos ideales que le permitan colocarse muy por encima de las mezquindades y estrecheces espirituales del tiempo; además, debe estar capacitado para respaldar el tremendo compromiso moral que adquiere quien escala una tribuna pública para ilustrar, para guiar y aconsejar a sus conciudadanos.”