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El 5 de junio, varios grupos de ambientalistas realizaron una vigilia frente al edificio del Ministerio del Ambiente para exigir “justicia” por el asesinato del ambientalista Jairo Mora ocurrido en la playa de Moín el 31 de mayo.
El impacto a nivel nacional e internacional por el asesinato el pasado 31 de mayo, del ambientalista y protector de las tortugas marinas Jairo Mora fue “enorme” pero no suficiente para hacerlos desistir. Varios grupos de conservacionistas que trabajan en la costa limonense aseguraron que permanecerán haciendo las cosas “como hasta ahora” aunque con “seguridad reforzada”.
“No podemos dejar el recurso a su suerte, sería como perder la guerra”, lamentó Jerry Cruz, miembro y fundador del proyecto Salvemos las Tortugas, ubicado en Parismina, al norte de la provincia de Limón.
A lo largo de los 212 kilómetros que mide la costa limonense, se encuentran varias organizaciones dedicadas a la protección de las tortugas marinas. Se trata de organismos privados, con fondos principalmente extranjeros procedentes de organismos no gubernamentales, sin fines de lucro, y cuyo principal clamor consiste en demandar más presencia al Gobierno en materia de recursos y de vigilancia.
Las tortugas Baula, Verde y Carey son las más abundantes en la costa del Caribe costarricense.
“A nivel del Atlántico, el Caribe oeste, -donde está Costa Rica-, es la cuarta población global de tortugas, es muy importante proteger a esta especie”, afirmó Didhier Chacón, Director para América Latina, de WideCast.
UN GRAN IMPACTO
La muerte de Jairo Mora si causó un gran impacto, sin embargo, representantes de organizaciones conservacionistas presentes en la zona coincidieron que se trata de un “caso aislado”.
“El impacto después del sacrificio de Jairo ha sido terrible, nosotros dependemos para trabajar de una gran cantidad de voluntariado, principalmente internacional, y ante esta situación los padres de estos muchachos los retiraron del proyecto con sobrada razón”, afirmó Chacón.
Esta situación no es diferente para Stanley Rodríguez, Director y fundador de la Estación Las Tortugas, en Matina de Limón.
“El asesinato de un compañero ha sido un duro golpe para nosotros y para las tortugas, pero nosotros seguimos igual, claro ahora nos cuidamos más y hemos reforzado la vigilancia”, aseguró Rodríguez.
Por su parte, Carlos Fernández, director de la Reserva de Pacuare, también en Matina, igualmente se quejó de que “esto tiene un efecto negativo y lo seguirá teniendo por mucho tiempo, hay muchos grupos de estudiantes que nos han cancelado”.
Sin embargo, todos coinciden que el caso de Jairo Mora es un hecho aislado. Según opina Rodríguez, “no tiene lógica pensar que fue obra del narcotráfico, pues era seguro que un hecho así atraería la presencia de la policía, justamente lo contrario a lo que buscan”.
UNOS SE VAN, OTROS SE QUEDAN
WideCast y Paradero Eco tour son los dos proyectos de protección de tortugas que ante el asesinato del ambientalista decidieron “por razones de seguridad” cerrar sus puertas.
“Yo jamás voy a mandar a un compañero de trabajo a que se muera allí, eso es definitivo. A pesar de que amo a las tortugas y me duele que cada noche las maten y les roben los huevos, está primero la vida de un ser humano”, dijo Chacón.
Ambos proyectos se encuentras localizados en la playa de Moín, muy cerca del cantón central de Limón, -una de las zonas con el ranking más alto de homicidios y violencia del país-, y están en zona pública, lo que según los consultados, incrementa el riesgo.
“Nosotros existimos por los vacíos que deja el Estado, si éste hiciera su trabajo protegiendo el ambiente, no estaríamos allí. Hay recursos naturales que proteger tanto dentro como fuera de los Parques Nacionales”, reclamó Chacón.
Al ser un área pública y no una zona con alguna categoría de protección, el personal del Sistema de Areas de Conservación no está presente en esta zona.
“En el 2012 Moín tuvo 1474 nidos mientras que el Parque Nacional Marino Las Baulas (Guanacaste) tuvo un poco más de 200 nidos”, señaló.
Nosotros volvemos cuando los responsables de cuidar la naturaleza que les pagan para hacer eso, estén primero y no nosotros. Ya sacrificamos a un compañero haciendo función pública”, dijo Didhier Chacón, director de WideCast, la organización para la que trabajó Jairo Mora hasta su asesinato.
Por su parte, Jerry Cruz también fue enfático en advertir que “pese a que el gobierno no hace nada para cuidar de las tortugas”, ellos se mantendrán al frente como lo han hecho durante los últimos 13 años.
Esa misma voluntad la reflejó Stanley Rodríguez de Estación Las Tortugas, al asegurar que “seguimos acá, no podemos parar, estamos al final de la temporada de Baulas, tenemos muchos nidos y nacimientos”.
También Carlos Fernández aseguró quedarse para proteger el recurso. “Somos uno de los sitios más importantes de la Baula en Costa Rica y uno de los más antiguos allí, estamos presentes desde 1989”, señaló.
Mientras tanto, Wagner Quirós, miembro de la International Student Volunteer (ISV) con proyectos de protección de tortugas en el Pacífico de Costa Rica, demandó a las autoridades “aclarar lo sucedido con Jairo”.
“Organizaciones tanto ambientales como sociales estamos intentando asumir las responsabilidades que le toca al Estado hacer”, reclamó.
VIGILANCIA PRIVADA
Ante “la desatención del Estado”, todas las organizaciones consultadas afirmaron que han reforzado la vigilancia.
Sin embargo, contrario a lo que parece, esa vigilancia consiste en personal privado, contratado para recorrer la playa en busca de saqueadores de nidos y ladrones de huevos.
No están armados, caminan, por una de las zonas “donde el peligro está latente”, armados de voluntad y de “un palo”, con el cual “se defienden” de ladrones furtivos.
“No queremos armas, no queremos un conflicto armado en la zona, sobre todo porque trabajamos con estudiantes”, señaló Stanley Rodríguez.
Por su parte, Carlos Fernández subrayó que la sola presencia de gente en la playa da una garantía de seguridad.
“No somos autoridad de policía, no estamos armados, pero la presencia de mucha gente en la playa marca una diferencia, la playa nuestra (6 kms) es una de la que menos saqueos tiene”, afirmó.
“Nos mantenemos como hasta ahora, pero extra vigilantes”, agregó.
Ambientalistas proponen zona de protección en Moín
Didhier Chacón de WideCast, afirmó que presentaron una propuesta a las autoridades de gobierno para crear una zona de protección en la zona de Moín.
Esta propuesta fue presentada durante una reunión, convocada por el Ministro de Ambiente, René Castro con las organizaciones conservacionistas, ante la muerte de Jairo Mora y realizada el martes 4 de mayo.
Según Chacón la propuesta fue “acogida con apertura”, para ser analizada. Esta consiste en crear un área en los 150 metros de la Zona Marítimo Terrestre por casi todo el frente de playa, de unos 12 kilómetros, excluyendo “la zona problemática”, donde están los muelles.
“Aquí hay una oportunidad, dejar afuera esa zona le da una mayor probabilidad de éxito a que se cree una zona protegida. El reto es que el desarrollo y la protección del ambiente puedan coexistir”, dijo Chacón.
“Debe haber conservación sin hambre, pero en definitiva todas las actividades de desarrollo que se estén dando en esa playa, públicas o privadas, tendrían que tener una responsabilidad de apoyar el área protegida.
Sobre si es posible, Chacón advirtió con un “vamos a ver”. “Esta promesa del Estado se extinguiría en el momento en que cambie el gobierno y dependerá mucho de que la sociedad declare una expedita declaración de esa área protegida”, señaló.
Consultado el Ministerio del Ambiente sobre esta propuesta, en la oficina de prensa se nos indicó “Que es tan sólo una de las propuestas que se están analizando, producto de la reunión del 4 de mayo”.
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