El rector de la Universidad de Costa Rica, Henning Jensen, presentó su informe anual en medio de las protestas de estudiantes que le reclamaron por varios temas. (Foto Katya Alvarado)
El primer informe de gestión del rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Henning Jensen, tuvo poco de tradicional, no solo por el formato que escogió el jerarca para destacar sus logros, sino porque debió ceder por más de una hora la palabra a un grupo de estudiantes que protestaron contra el jerarca.
El 12 de junio representantes de diversos sectores se reunieron, en el auditorio de la Facultad de Derecho, para presenciar la sesión de Consejo Universitario en la que el rector rendiría por primera vez su informe, desde que asumió el cargo el año anterior.
La negociación del presupuesto para el periodo 2013-2014, el aumento de becas para estudiantes en pobreza extrema, la recolección de $ 85 millones en el fideicomiso para los “megaproyectos” y el inicio de obras como el nuevo edificio de Ciencias Sociales fueron parte de los logros enumerados por el jerarca.
 
Sin embargo, los estudiantes reclamaron a Jensen falta de transparencia y el no tomarlos en cuenta en la definición del presupuesto, por recortes de fondos en el Centro de Atención Psicológica y Proyección Comunitaria (CAP) y la ratificación del préstamo de las universidades estatales con el Banco Mundial.
MÁS PRESUPUESTO
Luego de que el director del Consejo Universitario, Ismael Mazón, diera por iniciada la sesión, el rector presentó como primera parte de su informe una videograbación en la que resumía buena parte de los logros en su primer año de administración.
Jensen destacó la negociación de los presupuestos para el 2013 y el 2014, los cuales aumentaron en 11.55 % y 14.09 %, respectivamente; aclaró que no fueron montos vinculados o limitados por la necesidad de una reforma fiscal.
Para este año, el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) alcanza el equivalente al 1.28 % del Producto Interno Bruto del país, mientras que para el próximo año esta cifra aumentará hasta el 1.32 %.
El rector señaló que, con este dinero, la Universidad invertirá en más becas para los estudiantes, en mejoras en infraestructura, en un sistema eficiente de transporte, en mejores salarios, así como en fortalecer la acción social, la investigación y la docencia.
También, anunció que para este año se va a superar el 13 % de crecimiento en el presupuesto para las sedes regionales, las cuales, dijo, llevan en muchos aspectos una “vida subsidiaria de los procesos académicos desarrollados en la Sede Rodrigo Facio”.
“Nuestra meta es lograr que todo laboratorio de docencia o investigación de las sedes regionales, ofrezca las mismas condiciones y facilidades que los laboratorios ubicados en San Pedro de Montes de Oca”, comentó.
En este aspecto, resaltó que se empezará este año con los laboratorios de patología y biología molecular en la Sede del Atlántico, con un costo de $ 250 000 que ya fueron entregados.
Sobre el fideicomiso con que se financiará la construcción de 12 obras de infraestructura, conocidos como los “megaproyectos”, el jerarca universitario aseguró que en su administración se han recaudado $ 85 millones mediante la colocación de títulos valores.
En el tema de becas, hizo ver que se produjo un aumento del 50 % en las becas otorgadas a estudiantes en pobreza extrema, 40 % de incremento para quienes necesitan apoyo para cubrir gastos de alojamiento por reubicación geográfica, y un reajuste en los parámetros para otorgar la beca 11, lo que permitió que 600 nuevos estudiantes accedieran a este tipo de ayuda.
Dio a conocer el inicio de proyectos para tener un campus más seguro y amigable con el ambiente, como lo es el cambio de la iluminación externa con lámparas tipo LED, que aumentará la luminosidad, al tiempo que reduce el gasto de energía eléctrica.
En la Sección de Transportes, se viene implementando el uso de dispositivos electrónicos en los vehículos, que ha permitido una reducción en los gastos por horas extras, combustible y viáticos, economía que hasta el momento suma ¢ 21 millones, afirmó.
PROTESTA ANUNCIADA
Antes de que la videoexposición del rector finalizara, empezó a aproximarse al auditorio la marcha anunciada días atrás por la Federación de Estudiantes de la UCR (FEUCR), cuyos integrantes se encontraron con las puertas cerradas.
Mientras los manifestantes exigían que se les permitiera ingresar, el vicerrector de Acción Social, Roberto Salom, salió para conversar con los dirigentes estudiantiles las condiciones del ingreso.
Al final, todos los protestantes entraron al auditorio y tomaron por más de una hora la palabra, para reprochar a Jensen sus actuaciones en diversos temas de la vida universitaria, como la negociación de los presupuestos del 2013 y 2014.
Los dirigentes estudiantiles aseguraron que nunca se les tomó el criterio para esta negociación, y reclamaron que el convenio del FEES debe ser quinquenal, por lo que no se tendría que estar negociando con el Gobierno año con año.
De igual manera, recriminaron la situación del CAP, pues los estudiantes condenaron los recortes en el presupuesto y falta de condiciones para realizar adecuadamente sus tareas de atención.
A este cuestionamiento, el rector respondió que en el presupuesto anual transitorio se habían asignado ¢ 5.4 millones para el Programa de Brigadas de Atención Psicosocial ante Situaciones de Desastres y Emergencias, y otros ¢2 640 000 para gastos operativos del CAP.
Los estudiantes de la Asociación de Psicología llevaron a Jensen una pancarta con 1000 firmas de apoyo al CAP y frente al público le solicitaron que estampara la suya, como una muestra de compromiso.
Por otro lado, representantes de las sedes regionales se quejaron por problemas con los cupos y cierre de carreras, mientras que otros le reclamaron por su apoyo al préstamo por $ 200 millones otorgado por el Banco Mundial a las universidades.
Ante los reproches estudiantiles sobre la falta de información y diálogo, el rector Jensen alegó que su administración ha sido abierta con los estudiantes, y que con frecuencia la Rectoría se ha convertido en un foro para atender sus inquietudes.
Consultado por UNIVERSIDAD, acerca de la inusual situación, el rector reconoció que nunca se había dado una situación similar durante un informe anual y argumentó que, en muchos de sus reclamos, el movimiento estudiantil mostró estar desinformado.
“Estas cosas son parte de un fenómeno que estamos viviendo en todos los países del mundo, con una explosión global de participación política y protesta social. Tenemos que analizarla, porque en muchos aspectos esta protesta es comprensible; pero, en otros, muestra cierto carácter errático en sus exigencias y sus reivindicaciones”, manifestó.
Jensen puntualizó que, en la segunda parte de su informe, reconoció que la universidad tiene varias deficiencias qué atender, como es el caso de los docentes interinos, sobre todo en el caso de los menores de 40 años.