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La Compañía Lírica Nacional presentará siete funciones de “Cavalleria rusticana” y de “Pagliacci” en el Teatro Nacional. (Foto: Katya Alvarado)
Aparte de que son dos obras que han sido representadas de forma incesante desde 1890 y 1892, “Cavalleria rusticana” y “Pagliacci” tienen, respectivamente, la particularidad de que son dos óperas cortas y ello contribuye a atraer a una mayor presencia de público.
Así lo considera la directora de la Compañía Lírica Nacional (CLN), Patricia Conde, quien espera que las siete funciones programadas reciban a un buen número de aficionados a este género, a partir del jueves 20 de junio y hasta el 28 de ese mismo mes.
El estreno será a las 7:30 p.m. en el Teatro Nacional y ese día el público podrá comprobar si los esfuerzos, que comenzaron en noviembre del 2012 y que se extendieron hasta las horas previas a la apertura, responden a las expectativas creadas.
Las siguientes funciones serán el día 21, el 25, el 27 y el 28 a las 7:30 p.m., mientras que el 23 y el 25 las presentaciones serán a las 5 p.m.
Cerca de cien personas están involucradas de forma directa con el montaje de “Cavalleria rusticana” y “Pagliacci”, las cuales contarán con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional, el Coro Sinfónico y el Coro del Instituto Nacional de la Música.
El mexicano Enrique Patrón Rueda, quien ya dirigió en el país “Tosca”, será el maestro invitado; desde enero comenzó con las audiciones a los cantantes nacionales y luego hizo las recomendaciones de los extranjeros, precisó Conde.
“Cavalleria rusticana” fue estrenada en 1890 y es una obra de Pietro Mascagni, con un guión de Giovanni Targioni Tozzetti y Guido Menasci, y basada en la pieza de Giovanni Verga. Su puesta en escena fue en el teatro Constanzi, en Roma.
“Pagliacci”, por su parte, es de Ruggero Leoncavallo, y consta de dos actos; fue estrenada en 1892. A partir de esa fecha, por lo general ambas óperas han sido representadas como parte de una misma programación en diferentes partes del mundo, como también sucederá en el Teatro Nacional a partir del próximo 20 de junio.
Conde explicó a UNIVERSIDAD que fue ella la que sugirió a la Compañía Lírica ambas obras, en las que los vestuarios y los escenarios buscan reproducir cómo era la época que aluden.
“Son dos óperas en las que la escenografía es muy rica y está inspirada en lugares reales. El vestuario responde a los años 1890 y 1892, y es muy interesante y muy elaborado”.
Detalló que al menos cien trajes tuvieron que ser preparados para las dos obras, en las que intervienen 13 cantantes nacionales y 4 extranjeros.
“Vamos a rotarlos, porque tienen que hacer mucho trabajo y no queremos que se agoten. Por ejemplo, Ernesto Rodríguez interpreta a un personaje y otro día ese mismo personaje estará a cargo del mexicano Carlos Galván”.
OBRAS ATRACTIVAS
La duración de las obras −entre una hora y hora y cuarto− es un elemento que de por sí vuelve atractiva las piezas para el público, al igual que sus tramas, considera Conde.
Cabe mencionar que en el caso de “Cavalleria rusticana”, un fragmento de esta fue incluida por el cineasta Francis Ford Cóppola en “El Padrino”, lo que hizo que aumentara su ya de por sí gran popularidad.
El profesor e investigador inglés John Dickie, en su libro “Cosa Nostra”, parte de “Cavalleria rusticana” para explicar los orígenes de la mafia siciliana y las consecuencias que ella traería para la historia de Italia. Esa obra, a su parecer, recogía en esencia lo que la mafia iba a representar para esa nación europea.
“Pagliacci”, entre tanto, responde al argumento de un esposo celoso y su esposa en una compañía teatral.
Para la directora de la CLN, “Cavalleria rusticana” despierta sentimientos encontrados y “la música resulta muy emotiva”. En el caso de “Pagliacci”, a Conde le atrae la presencia del circo como elemento dentro de la obra.
En su criterio, ambas óperas son muy taquilleras y responden a la idea de continuar con la apertura del Teatro Nacional a todo tipo de público.
“Estoy muy complacida de que cada vez viene más gente al Teatro Nacional. Antes, este era percibido como solo para ricos y había todo un protocolo. Ahora la libertad de que goza el público le ha dado un auge; ya no hay limitaciones de clase social”, comentó.
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