Jorge Luis Pinto ha sido el conductor ideal para guiar a la Selección Nacional por el sendero correcto, con meta de llegada en Brasil 2014. (http://fedefutbolcr.com)
“Un técnico resultadista es ideal para conducir una Selección Nacional en una eliminatoria al Mundial. En la hexagonal, no habrá goleadas. Será una competencia cerrada y corta; jugar bonito pasa a segundo término y lo que urge es sacar el resultado”.
Las páginas deportivas del Semanario UNIVERSIDAD repitieron este concepto en diferentes comentarios previos al arranque de la eliminatoria. Con el 90 % de la prensa deportiva en su contra y cargando el talón de Aquiles de ser un técnico defensivo que rehúye el espectáculo y la búsqueda del gol, Jorge Luis Pinto ha callado miles de bocas, pues la Tricolor ha ido de menos a más: ha sacado los resultados, está invicta en el Estadio Nacional y, lo más agradable, juega como le gusta a la afición.
En el Estadio Azteca, presentó un primer tiempo memorable, en el que solo le faltó el grito de gol; se le empató a México 0-0; antes se derrotó a Honduras 1-0 y después se hizo lo propio con Panamá 2-0, de manera que Costa Rica es conducida hacia el Mundial de Brasil 2014 por un estratega del fútbol, cuyo reconocimiento en casa parece llegar tarde.
 
Meterle un gol a Keylor Navas se está haciendo harto difícil. Fue en el asalto de la FIFA en Denver, Estados Unidos, bajo aquella nevada infernal en la que no se debió jugar al fútbol, que la zona defensiva nacional recibió el último gol en contra. Luego fueron silenciadas las líneas de metralla de hondureños, mexicanos y panameños.
La zona de retaguardia de Costa Rica, departamento donde Jorge Luis Pinto es un soberano de la estrategia, luce ordenada, sincronizada y compacta. El portero Navas, los defensores centrales González, Umaña, Miller y Acosta; los medios de marca Borges, Rodríguez, Tejeda y Barrantes, y los defensores laterales, Gamboa, Díaz y Meneses se han complementado para darle al marco de la Tricolor más de 400 minutos de imbatibilidad. Lógicamente, esto es mérito de los jugadores, pero existe un maestro detrás de cada jugada, de cada movimiento táctico: el entrenador Pinto.
Con una defensa bien plantada, es más fácil o menos complicado buscar los resultados. En ocasiones es suficiente un gol a favor para amarrar los tres puntos. Se le hizo a Honduras. En otros escenarios más hostiles, amarrar un empate 0-0 suena a victoria y fue lo conquistado en México. A Jamaica y Panamá, los rivales en el papel más débiles, se les ha podido anotar un par de goles en cada partido.
Con excepción del primer tiempo en Panamá, en la fecha inicial de la hexagonal −donde Costa Rica permitió dos anotaciones y la derrota en Denver en una cancha imposible para desarrollar buen fútbol−, en cada uno de los otros compromisos la Selección Nacional ha sacado el resultado, mérito sin duda del técnico Pinto.
CAMPBELL LA CLAVE
Puede sonar irreal, pero en el caso concreto de la Selección Nacional, el paso de buscar un resultado gracias al trabajo de una defensa bien estacionada, pero combinado con un ataque más veloz y explosivo, se produjo desde el momento en que el técnico Pinto le dio a Joel Campbell rango de titular en el equipo.
El movimiento táctico se gesta en el torneo de la UNCAF, conquistado por Costa Rica. Para esa competencia, Jorge Luis Pinto dio oportunidad de actuar a algunos jugadores no habituales en sus convocatorias y uno de ellos, específicamente adquirió notoriedad: el volante de marca Ariel Rodríguez. Fue tan exitoso el trabajo táctico del volante entonces de Pérez Zeledón y hoy del Alajuelense, que de inmediato tomó rol de titular en la eliminatoria y Pinto lo hizo debutar en la hexagonal.
Rodríguez fue como un intruso que rompió la hegemonía que mantenían Michael Barrantes, Yeltsin Tejeda y Celso Borges, y al asumir rango de titular, puso a la Tricolor a jugar diferente, porque a su presencia en el terreno de juego se unió también como estelar la de Joel Campbell.
Pareciera que las características de Rodríguez, permitieron sentar a Barrantes y dar paso a Campbell, que se unió a Cristian Bolaños y Bryan Ruiz para jugar a la espalda de Alvaro Saborío.
En el arranque de la hexagonal, Joel Campbell no era titular y Ariel Rodríguez “no existía”; recordemos binomios de volantes de marca como Randall Azofeifa con Michael Barrantes o Yeltsin Tejeda con José Miguel Cubero.
Eran las alineaciones “defensivas” que tanto criticaron a Pinto sus detractores; pero el asunto varió estratégicamente, cuando Ariel se unió a Celso Borges en la medular y Joel a Bolaños y Ruiz.
Se completó una alineación más explosiva con Navas en la portería: Gamboa, González, Umaña y Junior en defensa; Celso y Ariel en contención; Ruiz, Bolaños y Campbell como tripleta de enlace y Saborío en ataque: un 4-2-3-1 que le ha dado a la Selección Nacional enormes dividendos.
COPA ORO
La hexagonal mundialista entró en receso para dar paso a una nueva edición de la Copa Oro, por  celebrarse en varias ciudades de Estados Unidos del 7 al 28 de julio próximo.
Será interesante analizar el trabajo de Costa Rica, ya que el técnico Pinto no podrá contar con ninguno de los tres jugadores de su tridente de enlace del que comentamos. No van a la Copa Oro Campbell, Ruiz ni Bolaños; es decir, la cintura del esqueleto del equipo.
Tampoco viaja Keylor Navas ni el lateral Cristian Gamboa. De manera que el entrenador de la Selección Nacional mantiene el esquema táctico de la hexagonal y simplemente sustituye hombre por hombre en cada posición o se arriesga con otra formación en la que podría haber más espacio para hombres en punta.
En otras palabras y de acuerdo a la convocatoria de Pinto para esta competencia, las ausencias de Bolaños, Ruiz y Campbell se pueden sustituir con Kenny Cunninghan, Mauricio Castillo y Osvaldo Rodríguez, y dejar a Saborío en punta o en caso contrario, eliminar a uno de estos mediocampistas y juntar en ataque a Saborío con Jairo Arrieta o Yendrick Ruiz.