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La película «El último comandante», de Costa Rica, recibió el apoyo financiero de Cinergia.
El Fondo de fomento al audiovisual de Centroamérica y el Caribe “Cinergia” cumple 10 años de vida y apoyo al cine de la región.
Cinergia es un proyecto de la organización sin fines de lucro Fundacine y su objetivo es fomentar la producción y difusión del audiovisual de la zona. “Es el único fondo privado que apoya el audiovisual en la región”, explicó María Lourdes Cortés, directora de la organización.
El mencionado fondo cuenta con cuatro ejes de acción para apoyar el audiovisual de la región: el fomento directo a la producción con la donación de dinero en efectivo para los proyectos; la formación y profesionalización de los creadores gracias a talleres y becas; la visibilización de la cinematografía de la región por medio del “Portal centroamericano de cine, video y animación” que ofrece información de la producción regional; y, finalmente, con la divulgación de las obras regionales, para lograr que participen en festivales, muestras, entre otros.
La organización se origina gracias a la investigación de Cortés acerca del cine, que resultó en su libro “La pantalla rota. Cien años de cine centroamericano” (2005), cuya elaboración “me permitió recorrer todos los países de la región; me di cuenta del gran potencial que tenía el cine y del nulo apoyo que había para el audiovisual; ningún país contaba con leyes, fondos ni estímulos para la creación; el panorama era desolador para la creación. Allí me di cuenta que era urgente tener un fondo de fomento al audiovisual, más aún que vivimos en una cultura visual”, recordó.
En sus años de vida, Cinergia ha otorgado $ 858 000 en ayuda directa. Este apoyo ha sido depositado en 149 proyectos de ocho países distintos; estos trabajos han obtenido 120 premios intencionales.
También, ha realizado 29 talleres internacionales, de los que resultan 388 beneficiados y ha dado becas y asesorías a alrededor de 20 estudiantes. “Hemos cumplido todos los objetivos iniciales. Sin embargo, siempre hay nuevas metas, nuevos retos y nuevos realizadores”, comentó Cortés.
Mediante este trabajo de apoyo y visibilización del cine, Cinergia ha ocupado un lugar importante dentro de la revolución audiovisual de la región. Esta trayectoria ha conllevado obstáculos. La principal dificultad, según Cortés, ha sido el factor económico, pues el cine es un arte costoso y esto lleva a la necesidad de conseguir más y variados donantes para la organización y que el “público regional crea más en su cine, algo que se ha ido logrando”, expresó.
Agregó que aun así, las satisfacciones son múltiples: “ver crecer a los realizadores, concretar sus sueños, las películas, ganar premios, lograr un público que las ame y saber que hemos puesto un granito de arena en la cinematografía regional”.
Estos 10 años también se celebran con reflexión. Por eso, Cortés llamó a la concienciación de los políticos, acerca de la necesidad de una ley de cine que fomente este arte de forma permanente; no solo es un llamado al país, sino a la región, externó.
“El cine es identidad, es el álbum de fotos de un país. Un país sin cine es un país invisible. Ellos tienen que darse cuenta que el cine es una industria cultural que produce, no solo identidad, sino dinero, trabajo, atracción del turismo, etc. El cine es nuestro espejo y no tenemos un espejo propio”, dijo.
“MÁS QUE APOYO ECONÓMICO”
Dos de los proyectos que han recibido apoyo de Cinergia son las películas “Dos aguas”, de la directora Patricia Velázquez, y “El bolero de Ravel”, del director Ariel Escalante y la productora Mariana Murillo.
Los tres artistas coinciden con que el mayor obstáculo para los creadores se relaciona con el gasto económico; “hay mucha creatividad, hay gente con ideas buenas, muchas ganas de trabajar, no es falta de gente ni de equipo, sino la dificultad para platear proyectos. El cine es caro e implica un esfuerzo grande”, explicó Murillo.
Velázquez detalló que el cine implica pagos de salario, equipos, hospedaje, trasporte y muchos otros; a esto se le suma que “no existe una ley de cine que nos permita acceder a un fondo, que permita que inversionistas tengan incentivos fiscales ni cuotas de pantalla para el cine nacional, como sucede en gran cantidad de países del continente. Peor aún es que el grueso de la población no entiende la importancia cultural de fortalece una cinematografía que nos retrate y nos muestre”.
Tanto “Dos aguas” como “El bolero de Ravel” recibieron apoyo de Cinergia en su desarrollo del proyecto; “fue algo que nos ayudó muchísimo, nos empujó y nos sirvió mucho para centrar y realizar nuestra historia y trabajo”, contó Ariel Escalante.
Sin embargo, el fondo ha representado para estos creadores mucho más: “El apoyo de Cinergia va más allá de lo económico; es una organización que ha apostado por la profesionalización del sector”, afirmó Velázquez, mientras que Escalante agregó que “siempre hemos considerado a Cinergia como una casa y pensamos que ellos nos consideran como sus inquilinos. Ellos han sido quienes han acuerpado a una generación de cineastas que está haciendo cine; su ayuda es infinitamente superior a la de cualquier gobierno de la región”.
Murillo añadió que “la ayuda es del cielo a la tierra: hace que los ojos de otros fondos y de otros laboratorios y de mucha gente se vuelvan hacia ti, pues su apoyo es una especie de sello de validación regional”.
En este sentido, Escalante y Murillo mencionaron que gracias al apoyo de la organización fueron elegidos para participar en el “Taller de guiones latinoamericanos”, del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, Cuba. Entretanto, Velásquez expuso que les permitió asistir al VII Encuentro Internacional de Productores de Cartagena y al programa “La incubadora”, del Festival Internacional de Cine de Guanajuato.
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