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“Romeo contra Romeo” aborda la homofobia y la intolerancia a lo cotidiano. (Foto: cortesía de Moy Arburola)
Brindar una mirada femenina sobre la identidad sexual de los hombres es la apuesta de la obra “Romeo contra Romeo”, que se presenta actualmente en el Teatro Espressivo Pinares (ubicado en el Centro Comercial Momentum Pinares, Curridabat).
La puesta en escena, escrita y dirigida por Moy Arburola, estará en cartelera hasta el 14 de julio, de jueves a sábado a las 8 p.m. y los domingos a las 6 p.m.
El montaje se presenta como parte de las funciones dobles del Teatro Espressivo, durante las que se presenta “Decir sí, decir no”, de Luisa Pérez, seguida de “Romeo contra Romeo”, ambas obras ganadoras del concurso Terruño Espressivo.
La pieza, interpretada por Douglas Cubero, Leonardo Sandoval y Javier Montenegro, pretende “ofrecer una mirada femenina sobre la identidad sexual masculina, en un contexto en el que los comportamientos sexuales-afectivos se califican constantemente como ‘normales’ o ‘anormales’, y en el que los hombres se han entrenado para no mostrar debilidades y temores”.
La directora indicó que la puesta en escena trata sobre dos actores que están montando una versión “postmoderna” de Romeo y Julieta, en la que a Julieta se le cambia el género, de modo que los protagonistas son dos Romeos.
Así, “Romeo contra Romeo” utiliza textos de Shakespeare, junto a textos escritos por la misma directora. “Como estábamos hablando de homofobia y de intolerancia, me resultó muy conveniente ‘Romeo y Julieta’, por la idea del amor a pesar de todo y de las familias que se interponen entre el amor de los hijos”, explicó
Arburola detalló que “principalmente se abordan los conflictos que tienen estos actores, sobre todo el más joven de los dos, pues al representar a un personaje gay, salen a relucir todos sus prejuicios, sus dudas y sus inseguridades”.
Según dijo, la obra utiliza elementos del teatro clásico, del teatro contemporáneo y se vale del “teatro dentro del teatro”, de modo que hay escenas en que los actores están inmersos en la realidad que plantea la obra, y otras en la ficción de la obra que interpretan. “Así, ellos se ven enfrentados tanto por lo cotidiano, como por su visión del teatro, de la actuación, etc.”, comentó.
Para la directora, el propósito de la obra es reflexionar sobre la intolerancia, la homofobia y los miedos, como el de salir de una carrera y empezar a trabajar profesionalmente.
Aseguró que hasta ahora el montaje ha tenido una buena acogida y que espera que siga así. “La gente se ha logrado identificar con la idea de un estudiante que se enfrenta a la vida profesional y con los temas sobre homofobia e intolerancia. Espero que la gente capte todos los subtemas y estoy contenta porque hasta ahora así ha sido; la gente entiende, relaciona, se acuerda de Justo Orozco y de la intolerancia”, acotó.
“Decir sí, decir no”
La obra “Decir sí, decir no”, de Luisa Luchy Pérez, que se presenta actualmente en el Teatro Espressivo Pinares, pretende crear sensaciones y reflexiones sobre la vida y la muerte.
La directora de la obra explicó que esta no pretende contar una historia, sino reflejar la forma en la que “pasamos la vida en estado de inercia y no estamos ni vivos ni muertos”.
El montaje se desarrolla en un espacio cerrado cualquiera, que se va achicando conforme pasa el tiempo que permanecen en él los personajes.
Para la directora, esto representa cómo “pasamos la vida encerrados en el tres por tres de lo cotidiano, sin disfrutar lo que significa estar vivos”.
Según Pérez, la intención de “Decir sí, decir no” es contagiar sensaciones y, sobre todo, despertar en el público “la necesidad de salir”.
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