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Para el SIICE, el PESSO es “sinónimo de negligencia, despilfarro de recursos y sabotaje de la competitividad”. (Foto: archivo)
La “conciencia generalizada” en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en torno a los proyectos asociados al Plan de Evolución de los Sistemas de Soporte a las Operaciones (PESSO), es que son “sinónimo de negligencia, despilfarro de recursos y sabotaje de la competitividad” de la institución.
Con esas vehementes palabras salió el Sindicato de Ingenieros y Profesionales del ICE, de Radiográfica Costarricense –Racsa− y de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (SIICE), al paso de la reacción del director de Comunicación del ICE, Elbert Durán, a un reportaje publicado por UNIVERSIDAD en la edición del pasado 19 de junio, titulado “ICE lleva invertidos $160 millones en sistema de facturación defectuoso”.
Por medio de un comunicado, el SIICE expresó que desde hace varios años funcionarios de diversas dependencias del ICE han manifestado “abiertamente y de forma documentada”, los “persistentes incumplimientos” en la entrega de las diferentes herramientas informáticas y electrónicas que implica el PESSO, al tiempo que vituperó a la administración del ICE por permitir que cuatro años después de la fecha pactada para la entrega de los proyectos asociados al PESSO en el 2009, estos continúen “en fase de implementación o suspendidos en algunos de sus módulos y sin fecha cierta de cierre”.
El PESSO tiene el fin de actualizar y agilizar trámites de facturación e inventario para telecomunicaciones, pero sus fallas han entorpecido el cierre de ventas, las reconexiones automáticas y el corte del servicio a los clientes morosos, según se publicó.
Gerardo Fumero, del SIICE, explicó que sí era necesario que la institución se dotara de un nuevo sistema, pues los anteriores que cumplían con esas tareas −denominados SIMO y GITEL− tienen más de 20 años y “se habían quedado desfasados” y están “totalmente llenos de parches; es decir, se les han hecho modificaciones sobre modificaciones para que sigan funcionando, pero la verdad es que son totalmente obsoletos y urgía un sistema nuevo que cumpliera con los requerimientos actuales de proliferación de servicios y volumen de clientes”.
De manera que una nueva e integral solución era urgente, pero en el PESSO “ya se ha gastado mucho tiempo y dinero, hay incumplimientos y no se aplica la normativa de multas en ese sentido”, criticaron.
ESTAR EN LOS CABALES
La publicación original de UNIVERSIDAD denunció que desde el 2008 el ICE ha invertido más de $160,7 millones (¢80.390,9 millones) en la implementación de sistemas informáticos en el marco del PESSO, una cifra muy superior a los $130 millones (¢65.000 millones) presupuestados al inicio del proyecto.
Además, la nota explicó que el PESSO tiene la finalidad de sustituir los antiguos programas SIMO y GITEL, que en el pasado se encargaron de la facturación y administración del área de telecomunicaciones, por lo que supuso la migración de los datos de más de un millón de clientes de los sistemas anteriores al nuevo.
Sin embargo, las fallas de los programas del PESSO provocan demoras y quejas de los clientes, recarga laboral en los empleados, costos adicionales que significan para la institución el incremento de horas extra y prolonga el costo de mantener en operación precisamente a los antiguos sistemas GIMO y GITEL.
Este periódico publicó el 26 de junio un artículo de Durán bajo el título “Aclaraciones sobre PESSO”, en el que el funcionario dijo que no se trata de $160 millones, sino de $156 millones, y que no se han invertido, sino “presupuestado”.
Durán argumentó que a la migración de más de un millón de clientes de los sistemas anteriores al nuevo, se sumó la entrada de más de dos millones de clientes de prepago y reclamó que “el artículo presenta las cosas como si solamente hubiese sido necesario migrar a los clientes postpago”.
Por su parte, el SIICE preguntó: “¿Quién en sus cabales avala un atraso de 4 años y un gasto inmensamente superior a lo planeado originalmente?”.
Tras reprochar que “la fallida migración” derrochó “millones de dólares”, el Sindicato encaró a la administración institucional por ser “omisa” en la supervisión del “adecuado uso de los fondos públicos, el cumplimiento de plazos de entrega y la aplicación de multas por incumplimientos, daños y perjuicios, en la entrega de aplicativos de los proyectos que integran al PESSO”.
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