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Obama, la izquierda y el Frente Amplio

El Frente Amplio en sus documentos internos se define de izquierda y hasta socialista. Pero ante la avasalladora visita del Presidente yanqui Obama, presentado por la gran prensa y los políticos tradicionales con bombos y platillos, como virtual dueño y señor del mundo, encaramado en su limusina apodada “La Bestia” y en medio de un despliegue de seguridad impresionante, que se asemejó más a un estado de sitio, aderezado además de un servilismo repulsivo… pues sencillamente el Frente Amplio prefirió agachar la cabeza.

El Frente Amplio en sus documentos internos se define de izquierda y hasta socialista. Pero ante la avasalladora visita del Presidente yanqui Obama, presentado por la gran prensa y los políticos tradicionales con bombos y platillos, como virtual dueño y señor del mundo, encaramado en su limusina apodada “La Bestia” y en medio de un despliegue de seguridad impresionante, que se asemejó más a un estado de sitio, aderezado además de un servilismo repulsivo… pues sencillamente el Frente Amplio prefirió agachar la cabeza.
¿Por qué? ¿Por cálculo electoral? ¿Para no importunar a sus amigos “progres” del PAC y otros? Cualquier justificación es inadmisible para un agrupamiento que se define de izquierda, y que abandone así no más los principios más elementales del antimperialismo.
Salvo algunas y algunos militantes individuales muy dignos y dignas, que salieron  a protestar al parque central el 3 de mayo, bajo su cuenta y riesgo, el Frente Amplio se limitó  a estampar un comunicado en las redes sociales, pero brilló por su ausencia a la hora de la hora.
Más significativo resulta que el Frente Amplio haga las del avestruz, justo  luego del clima de intimidación y el operativo policiaco que arreció, aprovechando los incidentes y provocaciones del 1 de mayo frente a la Asamblea Legislativa, claramente montados para el efecto por la seguridad del Estado. Con más razón, frente a  esas maniobras y la criminalización de la protesta social, el FA debió salir a la calle.
Pero no solo no lo hizo, sino que además se pronunció contra la única movilización concreta convocada y sostenida por organizaciones trotskistas: el NPS, el PT y el PRT.
En declaraciones  a La Nación, ni más ni menos, publicadas el 17 de abril: “Rodolfo Ulloa, miembro del Comité Ejecutivo del Frente Amplio, señaló que su partido no se integrará a este movimiento por tratarse de la izquierda más radical. Sin embargo, añadió Ulloa, eso no significa que ellos no vayan a protestar por la llegada de Obama.”
No sabemos de qué forma pensó en protestar Ulloa y su partido, pero lo cierto es que en  las calles no lo hizo.
Pero  acá no termina este asunto.  Lejos de decir una sola palabra frente a la vergonzosa posición de Ottón Solís, caudillo del PAC, llamando a pintar fachadas y techos de las casas para recibir al jefe del imperio, el mismo que viene a depredar nuestros hidrocarburos y  atornillar aún más la sujeción a las corporaciones como Monsanto, el Editorial alusivo del periódico Pueblo del Frente Amplio, termina “embelleciendo” al mismo Obama, que no ha cesado de ocupar y bombardear Afganistán  y apuntalar a su gendarme de Israel contra el pueblo palestino, entre otras canalladas. Nos dice el vocero del FA: “lo cierto, es que en algunos ámbitos de su política interna, Obama ha hecho cosas que podríamos incluso señalar o reconocer como “progresistas”.
Esta postura condescendiente con Obama ya es el colmo. Haría muy bien la base honesta del Frente Amplio en debatir sobre el rumbo al que lo lleva su dirigencia.

  • David Morera Herrera (Sociólogo)
  • Opinión
Anti-imperialismSocialismTrotskyism
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