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El determinismo es la teoría de que todo lo que pasa en el universo −incluyendo cada pensamiento, sentimiento y acción del hombre− se deriva necesariamente de factores anteriores, de tal manera que nada diferente pudiera haber ocurrido, y que todo en el futuro ya está predeterminado y es inevitable. Según esta teoría, cada aspecto de la vida del hombre y de su carácter es meramente producto de factores que están fuera de su control.
Una versión del determinismo afirma que no somos libres porque vivimos en un contexto social, y que la sociedad nos marca. Pero en el fondo lo que busca el determinismo es expresar y aumentar el sentimiento de impotencia e insignificancia individual, la supuesta inutilidad de la voluntad y del esfuerzo humanos. Priva al hombre de decisión sobre su destino.
Por otro lado, considere esto: a veces la ley trata a «la Sociedad» como una supervillana sobre la que pesa gran culpabilidad. Esto sucede cuando se dice que uno es producto de su entorno, que la responsabilidad por los delitos del criminal no es de él, sino de la Sociedad. Pero, por otro lado, «la Sociedad» incluye a todos menos al sujeto, que en este caso es el criminal. Entonces vea lo absurdo de esta teoría: todos, incluyendo a la propia víctima, somos responsables del crimen, excepto el que lo cometió. Esta versión de la teoría del determinismo afirma que el carácter y las acciones de uno son producto de factores fuera de su control. Esto le encanta a quien quiere hacer lo que le venga en gana, sin responsabilizarse por sus acciones.
El eterno problema del determinismo es: “Si las acciones del hombre están predeterminadas, ¿cómo puede ser responsable por ellas? Y si no puede ser responsabilizado por sus acciones, ¿qué justificación puede haber para el mérito o el castigo, el elogio o la culpabilidad? ¿Tendría sentido entonces el estudio de la ética o la moral, de lo bueno y lo malo?
Como señala Ayn Rand, cualquier acontecimiento que ocurra sin la participación humana, es lo metafísicamente dado, y no puede ocurrir de modo diferente ni dejar de ocurrir; en cambio, cualquier fenómeno que involucra la acción humana es hecho por el hombre, y pudo haber sido diferente. Por ejemplo, una inundación que se produce en una tierra deshabitada es lo metafísicamente dado; una represa construida para contener la inundación es lo hecho por el hombre; si los ingenieros se equivocan y la represa se rompe, el desastre es metafísico en su origen, pero sus consecuencias se han intensificado por la acción del hombre.
Lo que el determinista no reconoce es que hay una diferencia crucial entre lo metafísicamente dado y cualquier objeto, institución, método o regla de conducta hecha por el hombre. Lo que debe aceptarse es lo metafísicamente dado, porque no se puede cambiar. El hombre no es omnisciente o infalible. Es lo hecho por el hombre lo que nunca debe aceptarse en forma acrítica: hay que juzgarlo, luego aceptarlo o rechazarlo, y cambiarlo cuando sea necesario.
Y si bien es cierto que la influencia del entorno en que uno crece puede dificultar su conocimiento, no tiene por qué impedirlo. Tal como un árbol esquiva obstáculos para recibir la luz del sol, la persona con espíritu de búsqueda persistirá en encontrar lo mejor que se ha escrito y pensado, y lo encontrará.
Pero debe aclararse que cuando algún hecho de la realidad afecta el rango de alternativas que uno enfrenta, es iluso considerarlo un obstáculo a la libertad. Los hechos son los hechos. El mundo opera de cierta manera, de acuerdo con la ley de causalidad, y las restricciones impuestas por la Naturaleza son el fundamento para la elección humana, no un obstáculo a esta. Si un agricultor siembra un campo y una granizada destruye la siembra, sería ridículo decir que la granizada violó su libertad para cosechar lo que sembró.
Similarmente, si no puedo correr una milla en menos de cuatro minutos, mi incapacidad no viola mi libertad; es simplemente un hecho de mi naturaleza. Pero si puedo correr tan rápido y alguien me obliga a usar pesos de plomo, él sí está violando mi libertad. El concepto de la libertad distingue las limitaciones entre las naturales y las causadas por el hombre. “Libertad” se refiere solo a la relación entre un ser humano y otro, por lo que su única violación es la coacción por parte de otro hombre.
Contrario a los deterministas, uno sí debe ser responsable por sus acciones.
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