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Por el derecho de respuesta me referiré al artículo de la periodista Daniela Muñoz Solano, aparecido en la Sección “Cultura”, en la edición del Semanario Universidad número 1996, del 19 de junio de 2013, en el que la periodista afirma que se ha abierto una discusión acerca del estatus de “Danza Universitaria” a propósito de una pasantía a que fueron invitados dos bailarines del grupo “Danza Abierta” a Dinamarca.
Es lamentable que se haya querido fabricar forzadamente o subrepticiamente una discusión donde no la hay, con la evidente intensión de contraponernos a la directora de “Danza Universitaria” y a mí. Discutir y eventualmente, estar en desacuerdo no tiene nada de particular, salvo porque este no es el caso.
Debo decir que el tema por el que me llamó la periodista no fue el que anuncia desde el título del artículo, sino que fue apenas el de la primera pregunta que me formuló en una entrevista telefónica, de la que transcribe libremente y no siempre de manera fiel, según mi criterio, en un pequeño recuadro que acompaña el reportaje.
En efecto, la periodista quiso saber si los bailarines de “Danza Abierta”, invitados a Dinamarca, a una pasantía, habían solicitado apoyo a la Vicerrectoría de Acción Social para viajar a ese país. Mi respuesta a la pregunta fue negativa, porque en efecto, a la Vicerrectoría de Acción Social (VAS), no hicieron ninguna solicitud.
La Directora de “Danza Universitaria”, ya les había manifestado insistentemente a los bailarines de “Danza Abierta”, que la Universidad no puede financiar una pasantía a miembros de este grupo, en virtud de que ellos no son ni estudiantes regulares de la Universidad, ni tampoco, funcionarios de la Institución.
Para los lectores no enterados suficientemente, es necesario aclarar que “Danza abierta” no es lo mismo que “Danza Universitaria”. El primer grupo es un recurso didáctico dirigido a personas que sienten vocación por la danza y quieren aprender de los profesionales de “Danza Universitaria”, pese a que son muy activos en el escenario y tienen una bien ganada reputación dentro y fuera de nuestro país.
En tanto “Danza Universitaria”, conocida también como la “Compañía” es un grupo de más amplia trayectoria que constituye al decir de Hazel González, su actual directora “un espacio que se dedica a la investigación del movimiento y a la creación, producción y difusión de la danza contemporánea”.
Las siguientes preguntas que me formuló la periodista parecían enfilarse a otro u otros asuntos, que no están estricta, ni necesariamente relacionados con la pasantía. Parecían tener un propósito orientado a discernir sobre algo distinto, relacionado más bien con el título del artículo de marras: “el estatus de Danza Universitaria”; como si a propósito del tema o de una supuesta negativa de parte de la VAS a concederle recursos a los bailarines de “Danza Abierta” para cumplimentar su invitación a Dinamarca, estuviera relacionada con el cuestionamiento de “Danza Universitaria”, como se sugiere en el título mismo de la gacetilla.
De allí la publicación del artículo en el Semanario Universidad, titulado “Pasantía de bailarines reabre discusión sobre estatus de Danza Universitaria”, con la intención de evidenciar una supuesta disparidad de criterios entre el elenco de “Danza Universitaria” y mi persona al respecto. Por ello visité al Sr. Director del Semanario Universidad para manifestarle mi extrañeza, producto de lo cual, me aseguró un espacio en las páginas de “Universidad”, a manera de derecho de respuesta para expresar mis puntos de vista.
Por lo demás, estoy seguro de no haber dicho que “Danza Abierta” no forma parte de la comunidad universitaria, como lo publica la Periodista, porque tengo muy claro que en el vínculo que la Universidad establece con diversos sectores de la sociedad, estos de alguna manera devienen en miembros de la comunidad universitaria, aun cuando no sean estudiantes regulares, o funcionarios de la Institución.
Sin embargo, eso es una cosa y otra muy distinta es que por el vínculo que establecen, se hagan acreedores de los mismos derechos de estudiantes regulares o funcionarios de la Institución.
Por mi parte, sigo manteniendo mi disposición expresada a la Directora de acompañar al elenco en el proceso que “Danza Universitaria” emprenda en relación con su futuro dentro de la Institución o de la misma “Danza Abierta”. Esos son los alcances de lo que le expresé a la periodista y en verdad lamento que se haya querido entreverar, con no sé qué propósitos, un asunto que para mí está fuera de toda discusión.
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